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POV KARINA

Todo había comenzado hace 10 años, cuando me fui a vivir a Nueva Zelanda con mis padres por cuestiones de trabajo, en ese entonces yo tenía 13 años y apenas estaba ingresando a la secundaría.

Mi Papá era un importante empresario mientras que mi Mamá era una médica con gran reconocimiento, pero a pesar de todo el trabajo que tenían, siempre tenían un tiempo libre para dedicarse a que estemos juntos, disfrutando como la familia feliz que éramos.

Pero no todo es para siempre...

Mi padre había conocido a un hombre en la empresa en la que el trabajaba, también era coreano como nosotros por lo que no tardaron mucho en hacerse grandes amigos. En poco tiempo ese hombre se hizo uno más de la familia, todos lo queríamos y le teníamos confianza, cuando mis padres no estaban el aceptaba gustosamente quedarse conmigo, teníamos varias cosas en común y siempre estábamos divirtiendonos, yo lo veía como un hermano mayor y él siempre estaba ahí para mí.

Hasta que ese día llegó.

Yo cumplía 20 años, mis padres y ese hombre se habían pedido el día libre en el trabajo, por lo que fuimos a celebrarlo yendo primeramente a un parque de diversiones y para acabar el día, terminar viendo la película de terror más reciente que había salido en el cine.

— ¿Viste cuándo el monstruo le devoró el cerebro? ¡Fue épico! — Habló mientras reía ese hombre.

— ¡La mejor parte fue cuando le abrió el estómago para comerse sus entrañas! — Contesté con una sonrisa en el rostro.

— Parecen dos niños pequeños. — Habló mi madre mientras nos miraba con ternura a ambos.

— Crecen tan rápido. — Dijo mi padre mientras fingía quitarse una lágrima del rostro. Todos reímos ante esa escena.

Era de noche y no había nadie, mientras caminábamos, ese hombre paró de repente y nos miró a todos seriamente.

— ¿Pasa algo? — Pregunté ante esa extraña actitud de su parte.

— Familia Yoo, realmente me alegra mucho que me hayan considerado uno más de su familia, ustedes eran lo único que tenía aquí en Nueva Zelanda porque nadie de mi verdadera familia en Corea quiso apoyar mi decisión de venir a vivir aquí por una mejor calidad de vida. — Dirigió su vista hacia mi. — Karina, te he visto crecer y convertirte en una señorita realmente hermosa. — Me guiñó un ojo y mi padre tosió intencionalmente.

— Que no se te olvide que es mi hija. — Dijo mi padre con el ceño levemente fruncido, provocando la risa de todos.

— Señor y Señora Yoo. — Está vez los miró a ellos. — Gracias por confiar en mí y recibirme con los brazos abiertos, gran parte de lo que conseguí se lo debo a ustedes.

— No tienes nada que agradecer, cariño. — Interrumpió mi madre. — Gracias a ti por aparecer en nuestras vidas y convertirte en el ejemplo a seguir de Karina, siempre hablaba de lo mucho que te quiere y te admira.

— Mamá... — Dije algo avergonzada.

— Entonces... — Mi padre se acercó con una sonrisa en el rostro. — ¡Abrazo familiar!

Todos nos abrazamos tal y como dijo mi padre, nunca me había sentido tan feliz, tenía a los mejores padres que alguien pudiera desear y aquél que sería un hermano mayor para mí.

¿Qué más podría pedir?

— Entonces... quisiera confesarles algo. — Habló mi "hermano" separándose de todos. — ¿Están enterados de la mafia que esta involucrada en la mayoria de asesinatos y secuestros de gente importante de las empresas?

CRIMINAL | WINRINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora