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Mis ojos se abrieron en grande y se me puso la piel de gallina al ver que la persona frente a mi era la peor criminal de todas, Yoo Jimin.

- ¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua? - Esbozo una sonrisa burlona.

- T-tú... - Trataba de articular palabra pero no podía. El hecho de estar desarmada e inmóvil frente a alguien como ella me ponía en una enorme desventaja.

- Veamos... - Metió su mano en el bolsillo de mi chaqueta, sacando de ahí mi placa policial. - Así que tu nombre es... Kim Minjeong, rango de Élite. Vaya, no sabía que ahora me buscaba la Élite ¿tan importante soy para ustedes? - Corrió su pelo para un costado y en sus labios se pintó una sonrisa cínica.

Maldición, para ser una criminal se ve condenadamente sexy.

Noté que estaba distraída mirando mi placa, dándome la oportunidad de levantar mi mano y encajarle un fuerte golpe en su mandíbula.

Unos segundos pasaron para que ella vuelva a mirarme, con un hilo de sangre bajando por sus labios. Tenía una mirada tan profunda y a la vez intimidante. Colocó sus manos en mi cuello, apretándolo fuertemente. Traté de separarme de ella pero fue inútil, claramente tiene más fuerza que yo. Cerré mis ojos a la vez que sentía como poco a poco iba quedándome sin aire. ¿Acaso este será mi fin?

Sentí como alejaba sus manos de mi cuello y tomé una gran bocanada de aire.

- Si hubieras sido otra persona ten por seguro que en estos momentos estarías muerta. - Se levantó y se dirigió a la salida. - Espero que nos veamos pronto, Minjeong.

- ¡Espera! - Grité y volteó a verme. - ¿Por qué haces esto?

- Ahora mismo no puedo contestar esa pregunta... - Fruncí mi ceño. - Adiós señora policía, ten cuidado allá afuera, hay mucha gente mala libre. - Ése comentario me pareció estúpido de su parte.

Yoo salió del almacén dejándome tirada en el piso. ¿Por qué no me mató si tenía la oportunidad de hacerlo? Mejor debería agradecer que estoy viva. Me levanté y cuándo iba a agarrar mi arma noté un papel en el piso, lo tomé y lo abrí pero en su interior solo habían varios símbolos raros, como si fuera un código. Seguramente se le habrá caído a Yoo cuándo se levanto. Lo guardé junto a mi arma y salí del almacén.

Intente llamar a Sungchan pero éste no respondía, ¿Esa mujer castaña que vimos al principio le habrá hecho algo? Corrí por la dirección en donde ellos se habían ido pero no encontré nada.

- ¡Ayuda! ¡Alguien! - Escuché unos gritos. - ¡Minjeong!

¡Es Sungchan!

Corrí al lugar por donde provenían los gritos y encontré a mi compañero, en el piso sangrando porque una trampa de osó había atrapado su pierna.

- Oh Dios... - Exclamé al ver la escena. - ¿Estás bien?

- Si con"bien" te refieres a estar agonizando de dolor en el piso por culpa de esta puta trampa. Estoy perfecto. - Respondió con claro sarcasmo.

Me agaché a su altura y puse mis manos a ambos costados de la trampa.

- ¿Q-qué vas a h-hacer? - Tartamudeó Sungchan, asustado.

- Voy a sacarte esta cosa. - Respondí decidida a hacerlo. - ¿Listo? - Asintió lentamente con la cabeza. - Bien, esto dolerá un poco.

Empecé a abrir la trampa lentamente. Un grito desgarrador salió de la boca de mi compañero. Traté de ignorarlo y seguir con lo mío.

La sangre de Sungchan se escurría por mis manos, el pobre solo gritaba de dolor. Me apenaba mucho verlo así pero si queríamos irnos debía hacerlo.

- ¡Saca tu pierna! - Grité una vez que había logrado abrir el objeto.

El sacó su pierna y yo solté la trampa, la cuál se cerró de golpe.

- ¿Puedes moverte? - Le pregunté una vez que me acerqué a el.

- Creo que sí... - Habló Sungchan con un hilo de voz.

Yo me saqué la chaqueta que tenía puesta y la envolví por su pierna para evitar que la sangre siga saliendo. Lo ayudé a levantarse pasando mi brazo a través de su hombro y nos dirigíamos lentamente hacia la camioneta.

- ¿Esa mujer te lo hizo? - Pregunté.

- Yo la seguí sin tener idea de quién era ya que no me quiso decir su nombre. Un mensaje de BamBam me llegó enviándome fotos de los compañeros de Yoo, y entre esas fotos estaba esa mujer, Uchinaga Aeri. - Abrí mis ojos, sorprendida. Ya decía yo que se me hacia conocida. - Intenté enfrentarla pero ella me empujó, haciendo que pisará la trampa y después de eso, escapó. - Terminó de contar para luego mirarme. - Si Aeri estaba aquí, eso quiere decir que muy posiblemente Yoo también estaba.

- Me encontré cara a cara con Yoo. - Hablé y él me miró atónito. - Casi me mata, no sé porque no lo hizo.

- ¿No te mató? Wow Minjeong, sinceramente tuviste mucha suerte, esa perra no tiene compasión por nadie.

- Se le cayó un papel con símbolos raros, seguramente significará algo. Se lo mandaré a la forense Irene para ver que puede averiguar de eso.

Subimos a la camioneta y volvimos a la comisaría.

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- ¿Y bien? - Le pregunté a Irene cuándo ella entró a mi oficina. - ¿Qué significaban esos símbolos?

- Es una ubicación. - Me extendió el papel y yo lo tomé.

La ubicación coincidía con un local abandonado en uno de los lugares menos frecuentado de Seúl. Perfecto para cometer cualquier tipo de crimen.

- Gracias Irene.

Salí de la oficina y me dirigí a la enfermería en la cuál estaba siendo atendido Sungchan.

POV IRENE

- ¿Ya lo saben? - Preguntaron al otro lado de la línea cuándo atendí mi teléfono.

- Van a preparar los equipos y se van a dirigir hacia allá. - Respondí y escuché una pequeña risa.

- Esa chica tiene algo, Irene. Tengo la sensación de que ella me ayudará con ese maldito.

- No te creas tanto, ella es una policía, dudo que quiera ayudarte en algo. Apenas te vea te arrestará.

- ¿Y por qué no lo hizo hoy cuando estábamos solas? Yo no estaba armada, pudo darme la vuelta y arrestarme, sin embargo no lo hizo.

- Eres un poco terca aveces. - Reí.

- Yo estoy segura que esa chica tiene algo. Solo deja las cosas en mis manos.

- Está bien. Cuídate Karina. - Colgó.

Tomé mis cosas y me dirigí al lugar del encuentro. Esto se pondrá interesante.

CRIMINAL | WINRINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora