Capítulo 29: Confrontación y Genever

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Genever Denan no podía dormir, en la otra camilla estaba dormido el joven John Black, se notaba que estaba teniendo un mal sueño por los sonidos que hacía. Sin embargo, Genever simplemente se levantó y tomó un cigarrillo que tenía sobre su cofre. El joven lo tomó y salió al exterior. Lo encendió con una de las antorchas que iluminaban las paredes de las chozas de los trabajadores de las granjas. Las luces de las hogueras y las antorchas iluminaban muy superficialmente el muro de árboles que separaba los plantíos del espeso bosque del nuevo mundo.

     Genever comenzó a fumar mientras escuchaba el canto de los grillos y pensaba en lo sencillo que sería un ataque de los nativos en ese momento. Aunque había guardias postrados frente a la entrada de la colonia armados con mosquete y una lámpara de aceite, no era suficiente, nunca sería suficiente, los nativos tenían todo el bosque para ocultarse.

     —¿Oye amigo tienes fuego? —Le preguntó un hombre bajo un gorro de lana grueso, el hombre tenía espesa barba enmarañada, de cabello seboso color marrón y ojos azules. Que en sus manos tenía un cigarro cutremente enrollado. El hombre era de mediana edad, tal vez un par de años menor que el padre de Genever. Solo que por las ropas mucho más pobre. Todavía había muchos de los trabajadores en la granja que Genever no conocía, después de todo, cuando se tiene que trabajar del amanecer al atardecer, hacer amigos no es algo que estuviese en los planes de un trabajador fatigado.

     —Por supuesto. —Respondió Genever y juntó su cigarro con el del hombre.

     —Buen muchacho. —Respondió el viejo y le dio una suave inhalada al cigarro. —Nada como un buen cigarro en una noche como estas. —Respondió el hombre.

     —Si usted lo dice señor. —Respondió Genever.

     —¿Señor?, hacía mucho que no conocía a un joven con modales. —Dijo el hombre. —La mayoría de los jóvenes se refieren a mi como viejo nada más. Supongo que tampoco se equivocan, mis mejores días quedaron atrás hacía varios años. El invierno que se acerca será muy duro este año. —Dijo el hombre de mediana edad. —Lo puedo sentir en mis huesos. —El hombre miró a Genever quien seguía mirando hacia el bosque. —¿Qué te preocupa joven?

     —Nada, ¿Por qué debería preocuparme algo?

     —Tu cara, es la cara de un hombre que no puede dormir por la preocupación. —Respondió el hombre. —llevo muchos años en esta tierra, se cómo luce la cara de un hombre preocupado.

     —Tiene razón Genever. —Irrumpió entonces Jaime, el muchacho apareció de entre la oscuridad del bosque. Genever dio un parpadeó y al instante Jaime estaba sentado sobre un barril junto su amigo. —Tal vez este viejo te pueda ayudar con tus problemas.

     "Nadie puede ayudarme con mis problemas Jaime, solo yo soy el único responsable de cargar con ellos". Pensó Genever.

      —Vine a este lugar, para alejarme de toda la guerra en Europa, solo para verme inmerso en una nueva guerra entre civiles y esos nativos. —Respondió Genever. —Pensé que Heaven's Peak era un nuevo inicio para todos.

Dignidad y DestierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora