El sueño de Genever Denan simpre ha sido conseguir la mano de Lady Lyanne Merrybound. Y ahora que regresa a Yarmouth como veterano de la guerra en Irlanda cumplirá con su sueño de una u otra forma.
Cuando Lyanne Merrybound recibe las noticias sobre...
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"Podía sentir la incomodidad al ser vista en aquel vestido, me había imaginado miles de veces como se vería el largo vestido níveo en mí, puro e inmaculado. Mi madre estaba observando con una copa de champagne en la mano, mi figura, posiblemente rememorando aquella vez cuando me encontró con su vestido de bodas puesto a los 8 años de edad. Finalmente tomé valor y subí la mirada, no podía reconocer a la joven mujer que estaba en el espejo"
—Hija, Santo cielo, te ves hermosa. Respondió la madre de Lyanne. Lyanne Merrybound se notó y se percató que ya no era más una niña. Su tersa piel contrastando con el blanco verdadero de la prenda, en su largo y delgado cuello un medallón de perla. El maquillaje resaltaba el rubor de sus mejillas y la claridad de sus ojos azules. Lyanne observó su vestido, colgaba perfectamente de su cuerpo sin tela de sobra ni faltante que imposibilitara sus movimientos. El corsee tampoco le apretaba tanto como ella esperaba. La falda se movía con gracia ante las volteretas que Lyanne daba, se robaría la mirada de todos los presentes durante el primer baile.
—Genever es un afortunado. —Dijo Alicia. La chica tomó otro de los chocolates que estaban en la mesita de noche. Y miró a Lyanne desde la coronilla hasta la punta de los pies. —Si fuera hombre buscaría casarme con alguien como tú, Lyanne.
-—¡Oh gracias Alicia! Por eso es que somos mejores amigas, porque siempre nos damos animos. —Respondió Lyanne, en un arrebato sentimental abrazó a su amiga. Luego se volvió a ver en el espejo—Me gusta el vestido, pero ¿No es algo caro?
—Tonterías, La familia Dennan tiene mucho dinero. —Respondió la madre de Lyanne. —Y no hay mejores vestidos que los de la compañía Casterhill. Eres una Merrybound, Lyanne. En tu sangre corre la misma sangre de los Lanfield y de los DuPont. Si la condesa Eleonora puede presumirlos, no veo porque tú no Lyanne.
—Es solo que 200 libras por un solo vestido...Me resulta muy caro. "Sobre todo cuando la fiesta está cotizada en 600 libras"
—Si te parece muy caro, siempre puedes tratar de convencer Al Conde Stewart de que te haga un descuento, después de todo él es un Casterhill y parece que le gustaste Lyanne. —Respondió Alicia.
—¿Cómo dices? ¿Qué es lo que tu amiga está tratando de decir hija?
—Nada mamá.
—Lyanne bailó con Conde Stewart en el baile de anoche. —Respondió Alicia.
—¿Es cierto Lyanne? —Preguntó su madre intrigada.
—Solo fue una pieza de baile, nada importante. —Respondió Lyanne.
—¿Nada importante? ¡Estas son grandiosas noticias! —Exclamó la madre de Lyanne.
