Libro 2 Capitulo 37 Olvidarte

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Tu mejor maestro es tu último error.

Ralph Nader

—¯'v'¯—

Olvidarte

S*M

Aun no sabía que estaba haciendo en ese lugar. Observó por un momento la calle algo solitaria y oscura quizá uno que otro auto que pasaba. Dio la media vuelta dispuesta a marcharse, pero aquella hoja en su mano la había intranquilizado, quizá todo hubiera sido más fácil con una simple llamada telefónica a Seiya, pero sabía que aun así muchas cosas se ocultan ¿desconfiaba? aunque no quisiera la duda ya estaba ahí y la única forma de disiparla era asegurándose que el hombre que le acababa de proponer matrimonio estuviera en su departamento, solo. Ante esa idea y quizá imaginando que también podría darle una sorpresa se armó de valor y subió hasta el departamento. Era tarde, pero no importaba ya estaba ahí y una puerta no la separaría de él y quizá aquella llave abriría la puerta de la felicidad. Abrió y observó con atención lo tranquilo que se veía ahora, tal vez se encontraría dormido así que se dirigió despacio a la habitación que ya conocía y la abrió muy lentamente observando en penumbras la cama y sobre ella a Seiya. Por instinto sonrió al verlo quedándose en el marco de la puerta recargada tan solo admirándolo por un instante.

En cuanto el sonido de la puerta se dejó escuchar Rei sonrió y sigilosamente salió del baño dando un par de pequeños pasos se acercó a aquella cama. Su vestir sugestivo no dejaba nada a la imaginación, una pequeña y provocativa bata casi transparente silueteaba su cuerpo y aquel tirante caía por su hombro dando la apariencia que había recibido algún trato algo desenfrenado. Su cabellera alborotada con aquel cuerpo humectado debido al calor de su cuerpo. Volteó a ver a la mujer que parecía cautiva en aquel cuerpo sobre la cama con el torso desnudo y semi cubierto por aquellas sabanas revueltas que no dejaban ver que tanto lo cubría en ropajes. Fijó su vista en ella ladeando su rostro en una sonrisa llena de júbilo y satisfacción mientras con un dedo sobre sus labios indicaba no hacer ruido.

Estuvo a punto de hablar, pero simplemente las palabras no salían. No sabía que hacer, como reaccionar— ¿Qué haces aquí? —Apenas pudo decir mientras apuñaba su mano en la que aún tenía la llave del departamento.

—No crees que es demasiado obvio como para responder una pregunta tan tonta —dio un paso más a la enorme cama— La mejor noche de mi vida, digna de una reconciliación —ronroneo en tono sensual apoyando una de sus rodillas sobre la cama.

Mientras Seiya que dormía en principio profundamente sin percatarse de aquella conversación que comenzaba a empezar los murmullos no fueron desapercibidos para él por un segundo, creyendo que era un sueño dejando escapar un ligero suspiro profundo lleno de cansancio, pero también de satisfacción después de tan tranquila y hasta el momento apacible siesta.

—Ya veo —murmuró con tristeza sobre todo al escuchar la respiración de Seiya— las reconciliaciones supongo que son su especialidad —trato de sonreír, quería moverse salir de ese lugar corriendo, pero simplemente su cuerpo no reaccionaba.

Rei sonrió en respuesta de que su comentario era lo más obvio— ¿No parece feliz y complacido? —Aquella frase inicio como una pregunta, pero terminó como una afirmación.

Seiya se giró sobre la cama dando la espalda a Rei entreabriendo pesadamente los ojos, aquello era demasiado murmullo para ser algo en sus sueños. Al percibir una silueta bajó el marco de su puerta observo con más atención percibiendo aquella figura.

—¿Serena? —susurró un tanto confundido. Debía estar soñando, así que lentamente se incorporó percibiendo que aquello no era un sueño si no una muy agradable realidad.

Maldito ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora