Capitulo 20 Dormir Juntos

276 28 17
                                    

La música sonaba a un ritmo tranquilo mientras Seiya y Serena continuaban tomados de la mano junto a la pista. Seiya no pudo evitar buscar con su mirada entre la gente a alguien en especial. Alguien que haría que esa noche fuera perfecta al cien por ciento, pero solo pudo ver como los señores Black conversaban con su hijo y junto a ellos un con un par de sillas disponibles designadas a "él".

—Bueno creo que era de esperarse. No vendrá como siempre —Seiya murmuró con disimulada molestia mientras conversaba con Serena y mostrando completa tranquilidad.

—¿Estás bien? —sujetó su mano con fuerza viéndolo fijamente, aunque estuviera tranquilo sabía que eso solo era apariencia.

—A ti ya no puedo engañarte —le sonrió a ella— Me hubiera gustado que estuviera aquí, pero creo que lo único bueno de su ausencia es que toda la noche será solo para mi princesa —se acercó besado su mejilla suavemente. Era mejor así, después de todo ya estaba acostumbrado ¿o no?

Sonrió ligeramente al sentir ese beso para después acariciar su mejilla— Aun así, hubiera cambiado, aunque fueran cinco minutos juntos por un instante para ti y tu padre. Seiya, sé que algún día él se arrepentirá de no estar al lado de un hijo tan maravilloso como tu

—No te preocupes princesa, estoy acostumbrado ya a sus "asuntos importantes" —le dijo mientras tomaba su mano sobre la de ella— Solo recuérdame que jamás seré de la misma forma con nuestros hijos

Apenas iba a responder Serena cuando el mejor amigo de Seiya llego colocándose en medio de ambos.

—¿Interrumpo? —preguntó Yaten abrazándolos a ambos de la espalda— espero que no —Sonrió a Serena.

—Mmm... —suspiró resignado Seiya al verlo tan oportuno como siempre— No, ¿Qué paso? ¡Mina ya abrió los ojos y se fue corriendo! —Se burló de él con una sonrisa.

—Ay que chistoso, pero si eso fuera entonces yo debería abrirle los ojos a esta princesita —dijo soltando a Seiya— para que te deje

—Eso jamás —abrazando de inmediato a la chica como si fuera su juguete favorito.

—Oigan, hablan de mi como si no estuviera —intervino Serena con un puchero.

—Lo siento, pero es que es inevitable —Yaten sonrió tomando la mano de Serena— amigo ¿me permitirías una pieza con tu princesa? por mientras puedes ir y saludar a mi madre

—Mmm, pero cuídala, no dejes que se me escape —Dijo en broma mirándolo receloso— iré a saludar a mi segunda madre, ahora regreso princesa —le dio un beso en la mejilla.

—No te preocupes, está en buenas manos —Yaten tomó a Serena sutilmente de la espalda para encaminarla a la pista de baile.

—No es necesario que me cuides —En realidad no sabía que decirle. Era extraño estar un momento a solas con él, sobre todo porque no habían tenido oportunidad de platicar más allá de un saludo cordial.

—No te preocupes, ese derecho es exclusivo de tu caballero —dijo con una sutil sonrisa mientras comenzaban a bailar, descansando una de sus manos sobre la mitad de su espalda y la otra la tomaba con la mano de ella— creo que eso es algo que lo hace sentirse bien contigo y consigo mismo

—¿Tú crees? bueno quizá deba creerte, tú lo conoces más que yo. Han sido amigos por mucho tiempo ¿verdad? —preguntó buscando con la mirada a su caballero, aunque no quisiera era inevitable no seguir pensando en él.

—Desde hace mucho tiempo que nos conocemos, pero nuestra amistad fue mayor en los últimos años, pero eso no cambia el hecho de que en los últimos meses me tiene sorprendido —aseguró sin darle mucha relevancia— digamos que ustedes han dejado ver lados nuestros que ni siquiera nosotros conocíamos

Maldito ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora