Libro 2 Capitulo 34 Siempre Tuya, Siempre Mío

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Tu mejor maestro es tu último error.

Ralph Nader

—¯'v'¯—

Siempre Tuya, Siempre Mío

S*M

Ya habían pasado varios días desde la última vez que había tenido contacto con Serena. Si bien no quería darse por vencido, sintió que ambos necesitaban ese margen de tiempo. Él deseaba buscarla, pero no sabía si estaba listo para darse cuenta de que ella seguía con esa idea de alejarse, había sabido por Mina que no se había ido aun a Alemania, pero también recordó la insistencia que ella plasmo en su mensaje de que no se alejara de Serena si no quería arrepentirse, que ambos debían permanecer más firmes que antes y así lo haría más que por lo que Mina le hubiera dicho si no porque ya no resistía un día más sin poder verla y escucharla.

Así se arregló como era su costumbre, de manera galante, pero con ese aire sofisticado que siempre lo caracterizaba. Subió a su auto viajando más rápido de lo habitual hasta llegar a casa de Serena, pensaba que sería mejor irla a buscar a casa de sus padres que a la casa donde vivía con otro hombre, pero era mejor eso a no tenerla. Bajó del auto tocando a la puerta ansioso de verla de nuevo.

—Que extraño, últimamente nadie viene a visitarnos —al ir de camino a la puerta tomó su bolso y llaves— quizá pueda encontrar a la mariposita, le debo una explicación —Sonrió de tan solo pensar en ella y con esa misma sonrisa abrió la puerta, aunque al final ya no supo si fue por pensar en Mía o de ver a Seiya— ¿Tu?

Sonrió sutil y sinceramente al ver aquella sonrisa en ella, una sonrisa que lo lleno completamente— Sabes que tengo la mala costumbre de no avisar —se justificó sin dejar de verla.

—Mmm pues vaya que mala suerte, voy de salida —dijo volteándose a cerrar la puerta evadiendo esa mirada que cada vez le era más difícil resistir— ¿querías hablar conmigo?

—Podría decirse —se colocó frente a ella— quería verte

Subió la mirada para verlo sonriendo— ¿Para qué? la última vez habíamos quedado en no volver a vernos

—Fuiste tú la que decidiste —la tomó con su mano de la barbilla mientras le sonrió sutilmente— Y creo que no estoy dispuesto a aceptar esa decisión

—Eso no te hace muy amable —Dijo aun con esa sonrisa borrándola poco a poco— ¿Acaso estas dispuesto a ser el tercero en mi lista?

—No quiero verlo de esa manera en este momento —tomó un semblante más serio— después de todo el que aun estés aquí es algo que definitivamente no puedo desaprovechar. Creo que tendrás que cambiar de estrategias si quieres deshacerte de mí

Después de que puso llave se acercó un poco a él— ¿Y que podría funcionar para alejarte de mí? —Subiendo un poco hacia su rostro.

—Tal vez volviendo a nacer —Subió su mano a su mejilla acariciándola apenas en un sutil roce mientras se acercó más a ella quedando a milímetros de sus labios observándolos con el deseo de besarlos.

Sonrió ligeramente al ver sus intenciones por lo que volteó un poco el rostro— ¿Me llevarías de compras?

—¿Solo de compras? —le sonrió animadamente, a ella la llevaría hasta la luna si se lo pedía.

—Si, veamos qué tan buen gusto tienes ¿me ayudarías a elegir un vestido? —Preguntó aun sonriente mientras tomaba la mano que instantes antes había tenido en su mejilla— tiene que ser un vestido muy especial

Maldito ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora