Un Nuevo comienzo

Capítulo 5.

Capítulo 5: Errores del pasado.

Lo que resto de diciembre paso volando; Harry ya no estaba tan pálido como antes y había aumentado por lo menos un par de kilos, pero las pesadillas aún persistían de vez en cuando, parecía retraerse ante la presencia de cualquier adulto cuando salían para hacer la despensa o simplemente para respirar aire fresco. Había logrado que hiciera alguna que otra pregunta ocasional, pero no que hiciera algo que antes no se le hubiera dicho que realizara y ni hablar de pedir algo o su necesidad de dejar limpio cualquier lugar en el que estaba.

Regulus sabía que todo ese comportamiento era consecuencia de todo el daño emocional y psicológico que Harry había sufrido por años; daños que, como supo desde el primer día; sólo podía ser tratado por un sanador mental. La buena noticia es que conocía a uno muy bueno. ¿La mala? que era el esposo de su prima: Andrómeda Tonks, de soltera Black.

Sirius y él habían sido muy apegados a ella. Su hermano junto a ella se encargaba de llamar la atención de su familia hacia sus fallas para que tanto Regulus como Cissy no fueran el blanco de castigos y tuvieran maso menos una infancia normal.

Lamentablemente todo cambió a finales de su segundo año en Hogwarts, cuando se enteró que Andrómeda fue borrada del árbol familiar por no aceptar casarse con un pura sangre y, por el contrario, escapar con un muggle. Bellatrix les dijo a Cissy y él que aquel "sangre sucia" era el culpable; que él había separado a su prima de su familia.

La próxima y última vez que se encontró con su prima Andrómeda, él, creyendo en todo lo que le habían dicho sobre los "sangre sucia" por Bella, Mulciber y Avery; insulto sin reparo a la pareja de su prima, a su hija (a la que se negó a conocer) y al final, a ella por no dejar de defenderlos y negarse a regresar con él y Sirius.

Tratando de dejar ese recuerdo atrás, Regulus tomo en brazos al pequeño Harry, no sin antes pedirle permiso, y haciendo acopio de toda la valentía que poseía se apareció en las afueras de la residencia Tonks; ubicada en el pueblo de Godstone.

Frente a él apareció una casa parecida a una de campo; ni muy grande ni muy pequeña. Bajo al niño de sus brazos, pero antes de siquiera dar un paso, la puerta se abrió, mostrando al matrimonio Tonks.

—¿R-regulus? — preguntó con un tono de incredulidad y una cara pálida, Andrómeda.

—H-hola— contestó él, sin saber realmente que decir. Su mente se había quedado en blanco.

—Yo... pero tú, tú estás muerto— balbuceó su prima.

—¿Quién eres? ¿qué tratas de hacer al venir tomando una apariencia similar al difunto sobrino de mi esposa? — desenfundo su varita Ted.

El apretón en su mano y sentir el temblor del niño tras él lo hizo encontrar su voz.

—Soy yo Andy. No morí, es una historia larga, pero vine a ti por ...

—Ja, esa es una prueba de que eres un impostor. Mi esposa y su difunto sobrino no tenían una buena relación, ella sería a la última persona que...

—Cuando teníamos seis años; Sirius, Cissy y yo jugamos a las escondidas, pero nos escondimos tan bien, que al final Sirius se rindió, se fue a comer y se olvidó de nosotros. Se acordó hasta que tú le preguntaste donde estábamos, así que lo hechizaste dejándole calvo y con su cara llenos de furúnculos— lo interrumpió Regulus. —Yo...— su orgullo le hizo atorar las disculpas que tenía planeado decir, pero la calidez de la manita que sostenía, le hizo recordar porque estaba ahí así que, respirando hondo, continuo:

«Lo siento tanto; Edward, Andy; me dejé llevar por todo lo que me dijeron los demás, me cegué al sentirme traicionado cuando te fuiste así, sin más, sin despedirte y cuando recapacité, ya era demasiado tarde; tenía vergüenza de verte a la cara después de todo lo que te dije y, sobre todo miedo de tu re...»