Capítulo 23

1.3K 115 2
                                    

|°| La advertencia y la invitación |°|

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|°| La advertencia y la invitación |°|

La oscuridad de la noche aun bañaba la casa de los Tonks, cuando Harry despertó. Las estrellas seguían brillando en lo alto del cielo y nada más que el comienzo de un lienzo de luz siendo dibujado en la parte baja del cielo, indicaba que el sol comenzaba a ascender para dar comienzo a un nuevo día.

Los ojos verdes se abrieron, mirando directamente hacia la jaula de Hedwig, su nívea amiga, que estaba vacía, seguramente porque el ave había salido a cazar. Harry volvió la cabeza hacia la mesita de noche, donde el reloj marcaba las 4:20 am.

Se incorporo muy lentamente, con su manta envolviéndolo y metió los pies en sus nuevas pantuflas de dinosaurios, regalo de su papá por su doceavo cumpleaños, y salió hacia el patio lo más silencioso que pudo. Su intención de subir a la rama del árbol que daba a la salida del sol, como solía hacerlo cuando no podía o quería volver a dormir cuando estaba en casa de sus tíos, se esfumo al llegar y ver a alguien ya en su lugar.

Ojos marrones chocaron con su persona, sacándolo de su aturdimiento y haciéndole terminar su camino hacia el árbol, donde ignoró las señas para que subiera y se dejo caer bajo la rama. No tardo mucho para que sintiera la presencia a su lado.

—¿Por qué no subiste, crees que la rama no hubiera aguantado nuestro peso? Mmm... yo opino que si nos aguantaba... sólo querías que bajará y ahorrarte el trabajo de escalar por el otro lado. ¿Qué haces despierto tan temprano?,

—Me descubriste— Harry sonrío inocentemente. —sigue sorprendiendo tu capacidad estar tan activa para hablar o hacer preguntas tan temprano. Debería preguntar lo último, tu estabas aquí incluso antes de que llegara.

—¡Es mi don, su maldición! Y no me preguntaras lo mismo, porque contestar una pregunta con otra es de mala educación y tú, mi querido amigo, no eres un maleducado. La señora Tonks, se encargaría de agregarte más clases de modales si supiera que hiciste algo así.

—No es justo— Harry hizo un puchero —creo que al final, si debo decirle a tu tía, el castigo que me puso mi tía And, ya sabes... sus ojos brillaban en curiosidad para saber porque te horrorizo mi castigo...

—¡Ni se te ocurra, Harry James Potter!

Harry soltó una risita.

—Shh, vas a despertar a todos.

—Te digo, si me dices...

—No se... no tengo tanta curiosidad... —Harry volvió a reír al ver la cara de frustración de su amiga. —Si me dices tu primero, te digo.

—Me olvide de mi manta para dormir. Puede sonar una tontería, pero sin ella es difícil conciliar el sueño así que estuve removiéndome en la cama dormitando y despertando hasta que decidí salir. Además, estoy emocionada por lo que nos vaya a enseñar el señor Regulus No llevo tanto tiempo aquí, apenas un par de minutos antes de que llegaras. Ahora vas...

Un Nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora