Harry ha vivido siete años junto a sus tíos, años en lo que lo único que ha conocido son insultos, golpes, despreció y dolor, mucho dolor.
Ha perdido la infantil esperanza de que alguien lo salve, sin embargo, una mañana aparece un hombre que dice c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|°| Fin del primer año |°|
Harry podría describir su semana como... desconcertante. Habían pasado muchas cosas y descubierto otras tantas desde que recupero la conciencia en el ala de la enfermería luego de haberla perdido la noche en la que se enfrentó al profesor Quirrell, su ex profesor de DCAO quien estaba poseído por Voldemort que no podría descubrir aquella semana de otra manera.
La primera había sido que nada mas abrir los ojos, se encontró con los azules electrizantes del director Dumbledore. El hombre le había contado como la piedra había sido destruida así que su amigo Nicolas Flames y su esposa morirían, pero... "para Nicolás y Perenela será realmente como irse a la cama, después de un día muy, muy largo. Después de todo, para una mente bien organizada, la muerte no es más que la siguiente gran aventura", o bueno eso le había dicho el director.
Cuando se los contó a sus amigos, Ron había reafirmado su opinión de que el hombre estaba chiflado sólo para recibir un par de golpes de parte de Hermione y Susan.
La segunda cosa desconcertante fue que quien lo encontró había sido el profesor Snape, luego de que Theo y Hermione se lo encontrarán al salir del pasillo del tercer piso y se lo encontrarán. Lo desconcertante estaba en que, según Quirrell e incluso Dumbledore, el hombre en realidad lo odiaba por ser hijo de su padre, quien al parecer tenia una rivalidad muy fuerte con su profesor de pociones, pero a quien le había salvado la vida... Harry estaba muy confundido respecto a porque eso era un problema o, por que el hombre parecía tenerle riña... pese a que cuando bajaba sus escudos, podía sentir muchas emociones emanando de la magia del hombre, menos verdadero odio hacia él... el azabache estaba seguro de que nunca entendería a los adultos.
Lo tercero que ... más que desconcertado lo había dejado temeroso era que Voldemort estaba ahí afuera, buscando la oportunidad para regresar y que al parecer no se rendiría hasta lograrlo y, cuando lo hiciera... iría a por él. Harry lo sabía, algo dentro de él vibraba en anticipación avisándole que el peligro no había terminado. El hombre... si es que podía llamarlo así, iría a por el y no solo por venganza como se los había planteado a sus amigos antes de ir bajo la trampilla o como se los dejo seguir creyendo al despertar, sino porque había sido a él a quien había estado intentando matar esa noche... no su papá o su mamá... a él por razones que desconocía... pero que al parecer el director si conocía y sentía no estaba preparado para saber.
Eso lo llevaba a algo que lo hacía sentir... Harry no podía darle un solo nombre a sus sentimientos o emociones respecto a ese tema... sólo sabía que al enterarse sintió enojo, dolor, tristeza, pero también felicidad, seguridad... sentía eso y mucho más al saber que el profesor Quirrell no había podido tocarlo porque el sacrifico que hicieron sus padres... más en concreto su madre al morir protegiéndolo, había emitido una magia que seguía protegiéndolo hasta el día de hoy.
El profesor Dumbledore había sido de las principales personas que hicieron que su semana fuera de cierta manera desconcertante, siento que aparte de la información que le había revelado al despertar, Harry estaba seguro de que algo no normal ocurría con el hombre. Parecía tener dos núcleos mágicos dentro de él, uno más débil que el otro, pero que parecía estar ganando fuerza... el azabache no estaba del todo seguro, pero si lo estaba de que tenia que hablarlo con su familia, ellos tal vez tuvieran idea de que ocurría o podrían llevarlo con los goblins... según lo que había leído, ellos eran expertos en magia más que cualquier otra criatura.
