Capítulo 35

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Los muertos reviven.

KATHARINA ZAKHAROVA

Mi vida ha sido de absoluto control y proyección. Desde que era una niña las Zakharova me obligaban a aprender a pelear y engañar mientras que a su vez papá enriqueció mi mente haciendo que aprendiera cada vez más y más sobre lo que me rodea en el mundo. Así aprendí que no existe nada más letal que la naturaleza y que como esta o era hermosa pero imparable.

Todos siempre esperaron demasiado de mí, desde la maldita Katie a quien admiraba hasta mis escoltas y las personas a mi cargo. Aprendí que el dolor tiene que ser parte de nuestras vidas si queremos vivir. También que yo era una reina y no podía envidiar a nadie, mi padre dejó claro que si yo quería algo que otra persona tenía no podía quedarme sentada anhelandolo de lejos sino que tenía que ir y arrebatarselo.

Se supone que yo jamás caería ni temería por nada. Pero mis padres no contaron con que en la vida tarde o temprano siempre todos sin excepción llegamos a sentir que nuestras vidas no tienen sentido. Tu voz interna te hace replantear todo lo que has hecho en tu existencia y muchas veces notamos que no era lo que en verdad queríamos.

Tengo miedo. Tengo miedo por mi bebé porque se que Kaan, mi hermano no descansará hasta herirme donde más me duele. Perdí el control cuando me embaracé porque no debo cuidar mi vida sino la suya. Soy su escudo ahora un escudo que se está resquebrajando y por más que intento no logro reconstruirme.

—Katharina —me llama Raquel apareciendo tras de mí. —¿Puedo sentarme?

Asiento ligeramente aun con mi mirada en el paisaje que me ofrece el balcón de la mansión. La castaña se acomoda en la mesa en el asiento de mi lado y se sirve un poco de café mirándome.

—Tu padre siempre gritaba a Kandy cuando bebía café embarazada de ti. —comenta —Cuando naciste tuve mis dudas sobre quién era tu padre. A pesar de que Bernard te hizo la prueba de paternidad, tú siendo solo un bebé tenías la mirada de Robert.

La miro. —Hablas del padre de Danella como si fuera un ángel y es un demonio para su gente en Turquía.

—Todos somos diferentes según los ojos que nos miren. Robert aquí fue un hombre bueno, un hombre amoroso a quien le daño el corazón su propio hermano.

—Supongo que la historia se repite y yo dañe el corazón de mi hermano.

Niega.

Toma el panqueque adornándolo con fresa y miel dejándolo frente a mi.

—Era lo que te gustaba comer cuando eras niña. —me entrega el cubierto y no puedo resistirme a probarlo. —Tu no eres tu padre y Kaan Zakharov no es Robert. No fue tu culpa que tu madre y su loca familia lo hicieran menos y por eso creciera como un resentido.

—Mi padre es el hombre más temido de Dusmurk, masacro, robo, colonizó cuanto quiso sin ningún fin sólo por el dinero. Mi madre conspiró contra su familia para que yo quedara al mando y así poder vivir su aventura romántica con él sin importarle que me dejaran frente al mundo sola.

—Bernard y Kandy no saben que es el amor. Ellos viven bajo la dependencia del otro. es algo enfermiz que disfrazan de amor porque de su unión lo único bueno que resultó fuiste tu.

—No te equivoques Raquel soy una completa víbora.

—Una víbora que sabe amar. Que dejó ir a el amor de su vida por mantenerlo a salvo sabiendo que tal vez jamás lo volvería a ver.

Dejo el cubierto a un lado y tomo el jugo de naranja intentando controlar la opresión de llanto que siento.

—Eso no es amor. Le disparé en el pecho sin pensarlo. Amor es lo que Adkin y Danella se tienen. Amor es lo que ella hizo reseteo su cerebro y todo lo que su padre le había enseñado y evolucionó para luchar por ese amor incondicional que se tienen. Yo solo fui una cobarde que decidió enviarlo lejos.

KÄTHARINA [+21]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora