Capítulo 9: La salida al mundo

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Sin siquiera abrir los ojos Aarón se despertó poco a poco, estaba demasiado cómodo para abrirlos, no quería ni planteárselo. El sol rozaba juguetón sus pies desde la ventana, calentándolos bajo la fina sabana que estaba arrebujada en la cama. Podía notar su tacto suave, pero notaba algo más. El peso de un cuerpo sobre su brazo derecho. No era caramelo, pues no estaba lleno de pelo. Podía ser su hermana, asustada por el suceso de anoche. Pero cuando fue a rozarla su corta cabellera se topó con lo contrario, una lacia y arremolinada melena fina y larga. Bajando la mano por el hombro de su acompañante se  encontró con una camiseta descosida y posteriormente con un brazo suave y cálido.

Abrió los ojos para encontrar a Lily dormida a su lado, su rostro estaba tranquilo y sereno, como hacia unas horas cuando la sujetaba entre sus brazos, era realmente una imagen para enmarcar. Algunos rayos del sol despuntaban entre su melena, haciendo que brillase con un fulgor casi inexplicable a los ojos de Aarón.

Pero se sonrojó, no sabía que estaba haciendo mirándola así, de veras que no sabía lo que le pasaba por la cabeza. No pudo evitar acordarse de que estaba haciendo lo mismo que hacia Tomás cuando veía a Alina, o lo hacía Daniel cuando veía a Carla. ¿Eso significaba que la odiaba o la quería? Confuso intento levantarse, pero su brazo estaba sepultado bajo el cuerpo de Lily.

No quería moverse, no quería que Lily se despertara y le mirase así, como le miraba ella. Quería salir corriendo, pero no sabía cómo. Buscó por todas partes algo que sirviera de sustituto, como en las películas de acción que retransmitían a veces en la plaza las noches de verano. En su búsqueda observó a su hermana reprimiendo carcajadas apoyada en la puerta.

-¿Qué?-susurró ella-¿estás en apuros?-

-Ayúdame a salir-dijo Aarón molesto en el mismo tono de voz que su hermana.-

-Despiértala y punto-soltó Alina-además, no deberías hacer cosas raras con ella, es como nuestra hermanita pequeña.-

-Pero si la pequeña pareces tú-lo dijo sin pensar, estaba claro. Alina, enfadada, decidió lanzarle un cojinazo en toda la cara, lo malo es que este revoto contra Lily que se fue despertando poco a poco.-

-Perdona Lily,-se disculpó Alina en un tono más normal- ¿te he hecho daño en el corte?-

Como siempre no hubo respuesta, Lily solo se giró a mirar a Alina confusa, mientras esta la preguntaba qué tal iba su rozadura. Lily no parecía comprender esa palabra, hasta que se levantó el flequillo y con su mano libre señalo la herida, en su rostro se adivinaba un gesto de pregunta.

-Sí-dijo Alina-eso es un corte, pero parece que ya está mucho mejor. Ven vamos a desayunar.-

Alina en parte tenía razón, era como explicarle a un bebé las palabras, pero un bebé que se puede mover, hace cosas raras y tiene un físico tan maravilloso que asusta. Aarón se repitió mil veces a sí mismo que lo que le pasaba con Lily no era más que pura confusión ante su rareza. Hizo esto mientras bajaba las escaleras.

-Son las doce, así que nada de desayunar a estas horas que luego no coméis-amenazó Sibil con el rodillo- por cierto, buenos días.-

Estaba preparando bocadillos y una cesta con más comida, era un comportamiento poco habitual. ¿Acaso se iban de camping improvisado? Sibil continúo su tarea ignorando las miradas atónitas de sus nietos, cuando terminó de envolver tres bocadillos y de meter todo en una cesta se giró.

-Tengo que salir, y vosotros tenéis cosas que hacer-comenzó a decir mientras recogía sus cosas y se dirigía a la puerta- así que, ir a hacer esas cosas y comed los bocadillos en la plaza o aquí. Nos vemos a la noche.-

The Silent SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora