LIKE THE SUN - SUNGSUN

LIKE THE SUN

—¡Eso, Ni-ki, corre!

—¡Más rápido, niño, más rápido! —alentó su otro amigo, mientras su voz se perdía entre el resto de los gritos de aliento que los competidores recibían.

100 metros para la meta.. 50 metros... 10 metros, solo un poco más y... ¡Victoria! El competidor menor había ganado, y vaya que había ganado por bastante. Sus amigos que estaban presentes gritarios mientras se ponían de pie

—Nishimura Riki ha ganado el primer lugar —anunciaban por el parlante, pero sus amigos ya no estaban prestando atención, ya estaban abajo, celebrando con su amigo

—Siempre supe que ganarías —su amigo dio palmadas, mas su amigo de cabello rosa no planeaba dejarlo mentir

—Miente, lo primero que dijo Jungwon al empezar la carrera fue "no creo que gane" —dijo causando risas en sí mismo y en Ni-ki, quien codeo a Jungwon por lo que había dicho

—No se te puede decir nada, Sunoo —se quejó provocando que todos rieran otra vez —Como sea, hoy no hay hora de regreso porque ganaste, así que yo digo que vayamos por pizza

Tras haber acordado lo que harían aquella noche, el trío de amigos se dispuso a ir a su lugar favorito, y tras horas de comer, cuando la noche ya había caído, decidieron regresar a casa

Pero algo no estaba bien, había algo. Sunoo siempre había tenido un buen instinto, desde que era pequeño sentía cuando algo iba a pasar. En un principio aquello era motivo de burla entre sus amigos, pero ahora que los años habían pasado, y que cada vez Sunoo tenía razón, no les quedaba más que acatar lo dicho por Sunoo

—Chicos... —la mirada de sus amigos se posó en él sin dejar de caminar —Algo está mal, algo... Tengo un mal presentimiento

Aquello preocupó a sus amigos, la última vez que Sunoo había dicho que tenía un mal presentimiento habían terminado en el hospital con esguinces y fracturas, así que no planeaban tomarse esa advertencia a la ligera

—¿Qué hacemos? —Preguntó Jungwon, inseguro de qué hacer en aquella situación. Sunoo solía tener malos presentimiento y siempre tenía razón, pero su amigo no era capaz de prever qué era aquello malo que pasaría, por lo que siempre les era incierto el cómo proceder

—Solo... Vámonos rápido de aquí —pidió otra vez el mayor de los tres, y tras asentir, apresuraron el paso. Pero poco les duró, pues apareció una extraña criatura frente a ellos. La bestia emitió un raro e incómodo sonido que rápidamente fue correspondido por los gritos de terror de los chicos, quienes de inmediato corrieron hacia el lado contrario

De hecho, corrieron como si sus vidas dependieran de ello, y en parte, estaban casi seguros que lo hacía

—¿Qué es esa cosa? —gritó Ni-ki con temor, yendo bastantes pasos por delante de sus amigos

—No lo sé, pero creo que sobre eso era mi presentimiento —dijo sunoo apresurando su paso tanto como le fue posible. Aquella cosa parecía estar a nada de alcanzarlo antes de que otras tres voces se unieron a la conversación

¿Acaso esos eran sonidos de espada?

Ahora que no parecían estar tan en peligro, los tres amigos dejaron de correr y se giraron para así ver cómo tres chicos peleaban con espadas contra dos de esas bestias. Uno de ellos se percató de la mirada de los tres.

—Ten, quitale la tapa y pelea, hijo de Ares —entonces un bolígrafo aterrizó en las manos del menor de los tres. El lápiz tenía inscrito "Anaklusmos" en él, y de no estar en peligro, Ni-ki probablemente se hubiera reído al leer.