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—Quiero ayudar a Sunoo, y para eso necesito ayuda —fue lo primero que Sunghoon le dijo a Quirón cuando entró a su oficina sin siquiera tocar la puerta para pedir permiso

Se había pasado la noche en vela buscando información y no había encontrado nada, no había desayunado y esa mañana ni siquiera había visto a Sunoo, así que decir que estaba de mal humor realmente se quedaba corto

—Quiero ayudarlo también, Sunghoon, pero no sabría como —respondió sereno, pero esa respuesta no fue aceptada por Sunghoon en lo absoluto

—Tenemos que ayudarlo, Quirón

Suspiró —Lo sé, pero en serio no tengo idea como se puede remover un castigo que ha sido puesto por los dioses —Sunghoon dejó caer en el escritorio los libros que se había robado, molesto. Quirón tal vez no debería haber dicho lo que dijo, los dioses habían pedido que no se dijera, pero... era necesario —Hay unos semidioses, ellos lograron que le quitaran un castigo a su amigo

Aquello captó por completo la atención del hijo de afrodita. Se estaba yendo de la oficina cuando la voz de Quirón lo detuvo e hizo que se diera media vuelta

—Son siete semidioses, no he vuelto a saber de ellos en años, pero por lo que sé viven todos juntos en las vegas

Sunghoon entonces se sentó frente a Quirón, si iba a darle esperanzas, entonces como mínimo tendría que contarle la historia completa, no podía simplemente dejarlo hasta ahí

—Un hijo de Dionisio volvió loco a un dios menor por salvar a su mejor amigo y lo castigaron por ello —Quirón habló en voz muy baja, como si temiera que alguien lo estuviera escuchando, y buscó algo en su escritorio, se lo entregó a Sunghoon —No puedo darte detalles, pues nadie sabe como, pero un día volvieron al campamento y el hijo de Dionisio ya no estaba castigado, deberías hablar con ellos

Entonces los ojos de Sunghoon se iluminaron mientras miraba el papel que tenía en sus manos, el cual tenía escrito en él una dirección

(...)

—¿Aún crees que sea una buena idea? Ni siquiera sabemos si esta es la dirección adecuada —dijo Heeseung una vez que estuvieron frente a una gran puerta

Sunghoon, Soobin, HueningKai y Heeseung habían viajado a las vegas en busca de los chicos que Quirón había nombrado, el hombre le había dado a Sunghoon mucha información sobre ellos, y le había dicho que si les explicaba su situación, probablemente le dirían como lo hicieron, al menos eso esperaba

—Si no quieres estar aquí, Heeseung, estas invitado a irte —avisó Sunghoon, volviendo a golpear la puerta, la cual esta vez se abrió, dejando ver a un hombre de cuerpo realmente marcado, tenía uno de sus brazos cubierto en tatuajes, un piercing en su labio y uno en su ceja

Probablemente en primera oportunidad hubiera pensado que se trataba de un hijo de Hades, pero tenía un aura tan poderosa pero agradable, que de inmediato supo de quien se trataba gracias a las descripciones que Quirón le había dado

—¿Puedo ayudarlos? —preguntó amable

—Jungkook, hijo de Zeus, es un placer conocerte, mi nombre es Sunghoon, hijo de afrodita, y venimos pues Quirón nos ha enviado a verte a ti y tus amigos, ¿podemos pasar? —si, había sido una pequeña mentira piadosa, Quirón técnicamente no los había enviado, pero si les había dado la información, así que no era del todo mentira

El hombre frunció un poco el ceño, sorprendido porque pudiera reconocerlo de inmediato siendo que no se conocían desde antes. Se hizo entonces a un lado, dejando abierta la entrada al hogar, los chicos entraron entonces, llegando a una gran sala de estar

—Pueden tomar asiento, yo... Llamaré al resto, esperen aquí —entonces el hijo de Zeus abandonó la sala y volvió a los pocos minutos con seis hombres más detrás de él

Todos se acomodaron en los múltiples asientos que habían en la sala y se quedaron mirando unos a otros, ninguno de los adultos sabían qué hacían esos extraños en su sala, por lo que no sabían realmente cómo comenzar la conversación, de hecho, fue Sunghoon quien lo hizo

—Ya me presenté con Jungkook, pero mi nombre es Sunghoon y soy hijo de Afrodita —entonces uno de los contrarios sonrió levemente —Ellos son Soobin, hijo de Atenea, HueningKai, hijo de tique y Heeseung hijo de Zeus 

—¿Tengo un hermano? —preguntó Jungkook asombrado, los hijos de Zeus eran escasos —¡Eso es genial! —entonces se acercó a Heeseung y chocó el puño con él, sentándose junto al chico de inmediato, como si el hecho de ser hermanos les diera de inmediato completa confianza

Jungkook entonces comenzó a apuntar a sus amigos —El grande de ahí, ese que parece un árbol, es Namjoon, hijo de Atenea —el nombrado saludó con una sonrisa —El de ahí es Jin, hijo de afrodita —entonces Sunghoon entendió la sonrisa que había esbozado al decir que era hijo de afrodita, ambos eran hermanos —Él es Hoseok, hijo de Apolo

—Un placer conocerlos —saludó con una alegre sonrisa, una que le recordó mucho a la de Sana, Felix, e incluso el mismo Sunoo cuando aún sonreía tan feliz 

Apuntó entonces a uno que miraba seriamente desde el sofá, quien pese a verse intimidante, se veía adorable también —Él es Yoongi, hijo de Hécate, y ellos... —apuntó a los otros dos que quedaban, quienes estaban sentados juntos, apretados en un sillón individual pese a haber mucho espacio para sentarse —Ellos son Taehyung y Jimin, hijos de Dionisio e Hipnos respectivamente

Los ojos de Sunghoon se iluminaron así como su mente, entonces lo que Quirón le había contado no parecía ser mentira, le dijo que el hijo de Dionisio salvó al hijo de Hipnos, y que parecían siameses, no se despegaban el uno del otro desde que a Taehyung le habían quitado el castigo que se ganó protegiendo a Jimin

—No quiero sonar descortés, pero ¿Qué los ha traído aquí? —preguntó Namjoon

Sunghoon suspiró —Mi novio es hijo de Apolo, tiene el don de la profecía y me ha dicho mi destino para salvar mi vida durante una misión, los dioses lo han castigado por incumplir sus ordenes, ahora él... no tiene voz, no puede ser tocado porque se quema vivo y ve a todos morir constantemente —explicó

Todos lucían genuinamente tristes por aquello, eso era algo que no se le deseaba a nadie, ni siquiera a quien no se conocía, pero eso no terminaba de explicarles qué era lo que los cuatro jóvenes hacían en su casa

—¿Qué tiene que ver eso con su venida? —Yoongi habló

—Sabemos que Taehyung fue castigado por los dioses, y sabemos que volvió al campamento sin castigo unas semanas después. Quiero saber como lo hicieron —Sunghoon soltó sin filtro, después de todo, no había otra forma de decirlo, no iba a mentir sobre eso

Entonces todas las miradas de los más adultos se encontraron ante aquello, ese era un tema del que no se hablaba, no entre ellos por lo menos, ya no más. Los hombres se levantaron al mismo tiempo de los sillones, hicieron un gesto a los chicos y salieron de la sala al pasillo

—La condición que pusieron los dioses fue que no podíamos dejárselo saber a nadie...

—¿Escuchaste lo que el chico está sufriendo? Es mucho peor que el castigo que le pusieron a Tae, si nosotros sufríamos por el castigo de Taehyung, no me puedo imaginar como están sufriendo ellos

Entonces la voz de Hoseok interrumpió aquellas que no se podían reconocer antes, pues no habían hablado antes de aquello —Además, es mi hermano quien está sufriendo... No lo conozco, pero es mi hermano, y si él sufre, yo sufro 

Se quedaron todos en silencio entonces. Sunghoon movía su pierna con impaciencia, si esos semidioses decidían no contarles como lo hicieron estaban oficialmente perdidos, pues ellos eran su única esperanza de poder salvar a Sunoo

Volvieron entonces a la sala y se sentaron frente a los jóvenes —Hablamos mucho sobre si deberíamos decirles o no lo que hicimos, los dioses fueron claros con que una de las condiciones era no contarlo... —fue Jimin quien habló

—Pero si yo sufrí con mi castigo, no me puedo imaginar lo que ese niño está sufriendo —concluyó Taehyung

—Así que no haremos caso a los dioses y les diremos, porque... —Namjoon fue interrumpido

—Porque los dioses se pueden joder —concluyó Yoongi, con orgullo

LIKE THE SUN - SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora