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Tras aquella conversación, todos se esforzaron por volver el ambiente más animado y ligero, intentaron que la mente de Sunoo de alejara del tema al menor por esa noche. Hicieron bromas, jugaron con sus poderes y lograron su objetivo, para cuando la noche cayó, Sunoo había olvidado el tema por completo, y había terminado por dormirse con su cabeza apoyada en el hombro del hijo de Zeus

Sunoo no supo como, pero al despertar a la mañana siguiente se encontraba en su cama, en la cabaña de Hermes, arropado para que no sintiera frio. No tenía idea de cómo había llegado ahí, pues solo recordaba haberse dormido frente a la fogata, pero asumía que Yeonjun lo había cargado hasta el lugar, o tal vez Heeseung, quien por cierto era extremadamente agradable, a Sunoo realmente le había agradado mucho. 

El chico se levantó y tan pronto como estuvo listo emprendió su camino a desayunar, pues a decir verdad, moría de hambre —Hola Hannie, hola Lix —saludó mientras seguía su camino, pues se había topado con los dos nombrados y su grupo de amigos en el camino, no estaba muy seguro, pues no había hablado con ninguno aparte de Jisung y Felix, pero según sabía, en su grupo de amigos había un hijo de Atenea, un hijo de Hades, un hijo de Ares, uno de Hefesto y uno del mismo Dionisio, aparte, claro, del hermano de Sunghoon que había visto de lejos la otra vez... Hyunjin, sí, así se llamaba el otro hijo varón de afrodita.

Una vez los hubo saludado, y hubo recibido un cálido abrazo de su hermano, siguió su camino, terminando rápido sentado en su mesa desayunando. Mientras desayunaba había conocido otros de sus hermanos, una chica llamada Lia lo había recibido con una sonrisa adorable, a ojos de Sunoo parecía un perezoso, adorable.

Apenas hubo terminado de comer, y de rendir parte de su comida como ofrenda a los dioses, salió del lugar en busca de sus amigos, Soobin se había ofrecido a ayudarlo y... Oh, ahí estaba Soobin. De inmediato corrió hacia el alto chico y se dispuso a hablarle, algo nervioso, pues no sabía si el hijo de Atenea estaba ocupado, o si llegaría a interrumpir algo, mas se vio aliviado cuando el de cabello azul lo recibió con un gran abrazo —¡Te estaba esperando, Sunoo! Ven, te enseñaré lo básico hoy, y avanzaremos más mañana, ¿te parece?

Sunoo asintió sin dudarlo —Me parece perfecto

Caminaron hasta las espadas y agarraron dos. Las espadas eran bastante grandes, y en primera instancia tomarla resultó un trabajo algo complicado, pero luego de un par de veces de tomarla y soltarla, el de cabello rosa fue capaz de acostumbrarse al peso, y ya moverla no resultaba tan difícil

—Bien, Sun, lo primero que debes saber son los puntos de ataque. Pelear con espada no es simplemente lanzar golpes a lo loco, hay formas de mover la espada, y lugares en los que debes atacar para lastimar sin salir lastimado —explicó Soobin bajo la atenta mirada de su menor, quien prestaba absoluta atención —Así, mira... —y dicho ello comenzó a enumerar los puntos mientras manejaba la espada de forma realmente ágil 

Una vez hubo visto a Soobin hacerlo un par de veces, Sunoo se animó a intentarlo también, y tras un par de intentos finalmente logró memorizar cada uno de los movimientos. Soobin lo miró con orgullo, y para que mentir, Sunoo se sentía extremadamente orgulloso de si mismo también 

—Lo has hecho excelente, Sun —animó el mayor —pero mira, si tomas la espada de esta forma, te será mucho más simple manejarla —le acomodó la mano y Sunoo hizo lo posible por recordar la forma correcta. —Ahora yo te lanzaré ataques y tu los tendrás que detener con tu espada, ¿está bien? 

Tras aquello Sunoo y Soobin comenzaron a practicar peleas entre ambos. Sunoo era realmente hábil, algo que Soobin realmente no esperaba; fue una grata sorpresa ver que el menor era capaz de parar la mayoría de sus golpes incluso siendo su primer día de entrenamiento 

LIKE THE SUN - SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora