LIKE THE SUN - SUNGSUN

18

La conversación con Quirón, tras haber sacado al resto, no fue larga, probablemente no duró más de cinco o diez minutos. Les entregó un mapa que les sería útil para saber a donde ir, les dio dracmas y les permitió llevarse armas del campamento si lo estimaban necesario, aparte de eso simplemente les informó sobre el lugar, sobre el cíclope y el cuando saldrían.

Ya era el día siguiente y el desayuno había terminado hace casi una hora, así que los seis chicos se encontraban ahora fuera del campamento. Yeonjun había abierto el mapa que Quirón les había entregado y había intentado leerlo sin éxito, al menos hasta que Soobin dio vuelta el mapa, pues el mayor lo sostenía al revés.

—Oh, así tiene mucho más sentido —dijo el mayor, riendo al ver que ahora el mapa era mucho más entendible. —Como sea, yo digo que caminemos hasta salir del bosque y luego vemos como irnos 

Todos parecieron de acuerdo, pero Sunoo había visto algo sobre un bosque, algo malo, y no poder decirlo era frustrante. No sabía como, pero debía persuadir a sus amigos para salir del bosque de otra forma. Como siempre, Sunghoon nota que el chico no se encuentra bien, por lo que se acerca y suavemente toma su mano

—Sun, ¿estás bien? —preguntó preocupado, y el chico de inmediato fingió una sonrisa 

—Si, Hoonie, todo está perfecto —besó la mejilla del contrario —¿Por qué preguntas?

—Por nada, solo sentí que algo te pasaba —le sonrió dulcemente, y Sunoo aprovechó de intentar convencerlo

—No sé que tan buena idea sea irnos por el bosque... —informó esperando que solo su novio fuese capaz de escucharlo, pero no fue así, pues de pronto tenía otros cuatro pares de ojos mirándolo de forma atenta —El bosque siempre está lleno de bestias, y si ya debemos pelear con ese cíclope, entonces lo mejor es no desgastarnos con las criaturas que podamos encontrar aquí —sí, aquello lo había inventado en el momento, y creía que era un pésimo argumento, pero de un momento a otro, todos sus amigos parecían encontrarle sentido, por lo que suspiró con alivio 

—Pero ¿Qué otra forma tenemos de salir? —preguntó Ni-ki, haciendo una mueca, haciendo que a Soobin se le prendiera el foco para suerte de Sunoo

—Podemos llamar a las damas grises. Tenemos suficientes dracmas como para llegar a Washington DC, y ahí está el padre de Yeonjun, así que podemos ir con él para conseguir más dracmas, y de paso pedirle un buen mapa para cuando tengamos que navegar a la isla

Yeonjun y Sunghoon de inmediato negaron, ya habían viajado en esa cosa y estaban casi seguros de que pelear con un cíclope no era ni la mitad de aterrador que viajar con esas tres señoras sin ojos, y locas dicho sea de paso. En ese auto podrían morir.

—Paso, prefiero pelear con un minotauro —Soobin miró mal a su -casi- novio

—Un poco tarde para arrepentirse —informó Taehyun, llamando las miradas a él, dejando ver que tenía una sonrisa "inocente". Ninguno alcanzó a preguntar nada, y Taehyun tampoco tuvo que dar explicaciones, pues en ese mismo momento el carro de la perdición se estaba deteniendo frente a ellos

—No se aceptan dólares ni tarjetas, solo dracmas —informaron las tres mujeres al mismo tiempo, y aquella fue la señal de los seis para subirse al taxi. Sunoo se había subido en las piernas de Sunghoon, a su lado iban Ni-ki y Taehyun sentados cómodamente, y luego Soobin en las piernas de Yeonjun, encorvado, pues era demasiado alto, y topaba bastante con el techo. Si se prestaba suficiente atención, se podía escuchar a Soobin maldiciendo entre dientes.

Taehyun iba hablando con las damas grises, y fue él el encargado de indicarles donde iban. El taxi partió tan rápido que ninguno pudo evitar soltar gritos y suspiros de la sorpresa y el miedo; Ir en ese taxi era como ir en una caja que muy probablemente te podía matar, y por más que el hijo de Hécate iba bastante divertido con el viaje, que según él parecía una montaña rusa, el resto o tenía cara de querer llorar o de querer vomitar