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Yeonjun llevaba el vellocino en sus manos mientras se alzaba gracias a sus Zapatillas, pero el cíclope estaba pendiente de alguien más, de Sunghoon.

—Sunghoon sal de ahí —volvió a suplicar Sunoo, desesperado, había visto esa escena en su mente, sabía lo que iba a pasar.

Taehyun escuchó los gritos de Sunoo y entonces se giró a ver. —Mierda, Sunghoon —maldijo, y segundos antes de que fuese aplastado, quemó la mano del cíclope, obligandolo a retroceder unos pasos, y por ende, a recoger su mano por el dolor.

El hijo de Hécate no esperó a que Sunghoon saliera de ahí, simplemente lo alzó con su magia y lo dejó junto a Sunoo, quien de inmediato se aferró al chico, llorando a mares. Sunghoon no estaba mucho mejor que Sunoo.

El hijo de Apolo ahora sería castigado, el Olimpo sabe como, pero no importaba, había valido la pena, pues tenía a Sunghoon a su lado, y si los dioses decidían matarlo, poco importaría

—Está noqueado, corran —gritó Ni-ki en cuanto el monstruo cayó desmayado al suelo. Él y Soobin habían logrado noquearlo, y ahora que Yeonjun tenía el vellocino, no les quedaba más que correr.

Finalmente se encontraron en el barco, zarpando tan pronto como como se subieron.

Sunghoon y Sunoo, a diferencia del resto, estaban en su propio mundo. Sunghoon estaba sentado en el suelo y Sunoo estaba sentado sobre él; lloraban desconsolados por el futuro que se les venía.

—Está bien, amor, todo va a estar bien —dijo Sunoo, acariciando las mejillas de sunghoon con cuidado, intentando limpiar sus lágrimas, pero me era imposible, porque el mayor lloraba desconsolado

—No debiste decirme, ahora van a castigarte, y no sabemos cómo —Sunoo sabía que tenía razón. —No puedo vivir sin ti, Sun, no debiste hacer eso

Ver a Sunghoon así le rompía el corazón, pero lo prefería así, llorando pero vivo. No hubiera soportado salir con su cadáver de aquel lugar

—Sea cual sea el castigo va a haber valido la pena, Hoon, porque estás aquí, con nosotros, y eso es todo lo que puedo desear —el de cabello rosa hacía todo lo posible por mantenerse sereno, por Sunghoon, pero le era imposible, no podía controlar las lágrimas que caían de sus ojos.

Sunghoon no pudo responder más, por lo que simplemente abrazó a su pareja, apoyando la cabeza contraria en su propio pecho, y se dedicó a acariciar la espalda de Sunoo mientras lo abrazaba con su otro brazo, y besaba su cabeza muchas veces.

Sunoo simplemente lo dejó, no sabía lo que pasaría con los dioses luego, así que quería descansar junto a Sunghoon, aunque fuese una sola vez más.

Luego de un par de minutos, ambos ya se encontraron durmiendo profundamente. Pelear con el cíclope había sido agotador, pero el desgaste emocional de poder perderse el uno al otro había sido aún más agotador

—Tengo miedo por Sunoo —Admitió Ni-ki cuando ya ambos dormían, con lágrimas en sus ojos, los otros chicos estaban igual

—Confío en que los dioses no serán muy severos —murmuró Soobin, intentando que no fuese evidente que estaba al borde del llanto

—La verdad, tengo miedo por Sunghoon. Sunghoon es fuerte físicamente, pero sin Sunoo... Probablemente vuelva a caer donde estaba antes de que lo conociera

Yeonjun bajó la cabeza ante el comentario de Taehyun, tenía razón, sabía que Sunghoon no podría vivir sin Sunoo, y para ser honestos, el sentía que sin Sunoo, también tendría un vacío enorme, todos lo sentían.

(...)

Cuando Sunghoon finalmente despertó, este se encontraba acostado en una de las camillas de la enfermería. Tan pronto como pudo se sentó, y comenzó a buscar a Sunoo, pero él no estaba ahí.

Sunoo despertó también, pero muy lejos de sus amigos, de sunghoon, y del campamento en general.

Lo primero que vio al abrir los ojos fue un alto techo de oro, al girar la cabeza, se encontró con un lugar que ya había visto una vez antes, y temió moverse, temió que vieran que estaba despierto.

Se percató, entonces, que los doce tronos del lugar se encontraban llenos, todos los dioses principales se encontraban ahí, y discutían

—No lo hizo porque sí, Zeus, lo hizo por salvar a mi hijo —aquella era la voz de Afrodita, nunca la había escuchado antes, pero algo en su forma de hablar le recordaba a Sunghoon

Su sunghoon... ¿Estará bien? Eso era todo lo que le importaba

—No debió haberlo hecho —aquella era la voz de Zeus

—¡Pues debiste bajar por el vellocino tú solo entonces! ¡No mandar a un grupo de niños, solo porque tú eres muy cobarde como para ir! —y aquella definitivamente era la voz de su padre. Sunoo no tardó en entender que lo estaba defendiendo.

Entonces una figura se paró frente a él, sin darle tiempo suficiente para reaccionar y fingir sueño otra vez

Tardó un tiempo en reconocer a quien tenía en frente, pero logró entender que se trataba de la diosa Hestia, y se sintió algo aliviado, pues sólo había escuchado cosas buenas de ella

Hizo gesto de silencio al semidiós, para que este no dijera nada —Lamento que estés en esta situación, hijo de Apolo, no lo mereces —La diosa murmuró para no ser escuchada por el resto de los dioses, y no llamar su atención —Tienes mi bendición y compañía. Prometo que, sin importar tu castigo, tu salud no va a decaer —la diosa acarició el cabello del chico con suavidad antes de irse de vuelta a su asiento, sin informar que Sunoo estaba despierto, y la verdad, el chico lo agradecía

—Pues si viste que ibas a tener que castigarlo por sus decisiones, debiste intervenir —esa fue la respuesta de Zeus al reproche De Apolo, y Sunoo temió, no sólo por ser castigado, sino que porque la situación tenía toda la pinta de poder ser una futura guerra entre dioses.

Le tomó largos minutos, probablemente mucho más largos para él que para los dioses, el armarse de valor, pero finalmente se logró sentar en donde estaba, pudiendo, por fin, ver a los dioses que discutían.

La primera mirada que se posó en él fue la de Hefesto, le siguió la de Ares, y así fue, en cadena, recibiendo mirada tras mirada. Su respiración se fue volviendo cada vez más pesada, hasta que la última mirada cayó sobre él, la de Zeus

—Ha despertado. Es momento de comenzar —informó Hades, y Zeus se puso de pie. Sunoo imitó la acción, nervioso, llegando incluso a marearse un poco en el proceso

—Kim Sunoo —Llamó Zeus

Aquellas dos palabras bastaron para que todos los dioses guardaran silencio, mas las lágrimas de Apolo chocando con el suelo seguían haciendo eco

—Estás aquí, una vez más, para ser juzgado y castigado por desobedecer a los dioses. Esta vez sin excusas —Habló el rey de los dioses

 

***

Los asusté con el capítulo anterior, a que sí? JAJAJA Pero los dejé a ambos vivos, de nada uwu
En fin, ESTAMOS EN LA RECTA FINAL AAAAA SOLO 10 CAPÍTULOS Y DAMOS POR TERMINADA LA HISTORIA, QUE EMOCIÓN

LIKE THE SUN - SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora