LIKE THE SUN - SUNGSUN

30

El enojo hacía hervir la sangre de Zeus, y es que había pecado de inocente al creer que eso no volvería a ocurrir —Hicieron esta misma mierda por aquel hijo de Hipnos, Taehyung. Esos seis malditos hicieron explotar la mitad de los tronos

Sunghoon entonces supo que lo habían conseguido, Zeus sabía que había perdido, y es que no tenía más opción que aceptar, ya había perdido sus poderes una vez, no volvería a pasar por eso 

—No crean que quitaré el castigo y simplemente se irán, quiero algo a cambio —entonces los tronos dejaron de temblar segundos antes de que todos colapsaran al mismo tiempo

—Lo que sea —respondió Sunghoon muy convencido, y es que Namjoon les había advertido que cuando los dioses cedieron tras perder temporalmente sus poderes, les habían exigido entregar cualquiera sea su posesión más preciada, por lo que iban preparados para entregar algo también

—Quiero una ofrenda, tienen que calmar mi ira de alguna forma —Zeus se levantó de su trono, acercando sus pasos a Sunghoon —Quiero lo más preciado que tienen, y uno de sus recuerdos favoritos

Aquello sorprendió un poco a todos, pues no esperaban la segunda petición, pero estaban dispuestos, era poco a pagar a cambio de que Sunoo estuviera bien. El mapa en medio de la sala fue reemplazado por una gran llama, donde los semidioses sabían que deberían dejar sus ofrendas

Zeus volvió a su trono, y fue Beomgyu el primero en acercarse al fuego, dejando caer dentro una foto instantánea de él con su padre, luego cerró luego sus ojos, pegando su mano a su cabeza, y Zeus pudo ver dentro de su mente a Beomgyu y Taehyun tomados de la mano, simplemente acompañándose; aquel recuerdo se borró de la memoria de Beomgyu y pasó a pertenecer a la del dios

Los siguientes en acercarse fueron Soobin y Yeonjun, tomados de las manos. Soobin dejó caer una pulsera que había sido hecha por su padre, y Yeonjun lanzó la lira que su padre le había dado, entonces beomgyu tocó sus cabezas y Zeus pudo ver un solo recuerdo, como ambos se dijeron "te amo" por primera vez, al parecer compartían recuerdos felices

Le siguió Taehyun quien dejó caer su libro de hechizos y le permitió a Zeus ver cuando conoció a Beomgyu por primera vez, sí, aquel era su recuerdo feliz. Luego HueningKai, quien entregó el llavero de la suerte que compartía con sus hermanas, seguido Zeus pudo ver una hermosa cena familiar en su mente

Jungwon entregó una foto en la que aparecía junto a Ni-ki y Sunoo, el japonés le siguió, entregando la misma foto, y pronto sus recuerdos le fueron quitados también. Jake avanzó ahora, dejando caer un martillo, el primero que había tenido, y su recuerdo le fue quitado

Jay avanzó y dejó caer, probablemente, lo más pequeño que habían entregado, pero era lo más significativo para él: Una semilla de granada, una que su padre le había entregado cuando lo reclamó como hijo. Heeseung miró a su padre a los ojos por largo segundos antes de dejar caer una pequeña botella que contenía un pedazo de rayo dentro de ella, regalo de su padre, lo que Heeseung más atesoraba; el estomago de Zeus se revolvió por la decepción que los ojos de su hijo mostraban. Beomgyu tocó la cabeza del hijo de Zeus y pasó el recuerdo a su padre, era la única vez que habían estado él, su madre y su padre juntos, entonces Zeus sintió ganas de llorar

Sunghoon era el único que faltaba. Encaminó sus pasos al fuego, mas se detuvo junto antes de dejar caer su objeto más preciado —Cumplirás con tu parte del trato ¿no es así?

—Nos encargaremos que cumpla —la voz de Hestia provocó que desviara su mirada. La diosa lo miraba con una pequeña sonrisa, entonces pudo notar que Hécate, Hermes, Apolo, Atenea y su propia madre, Afrodita, lo miraban con una sonrisa también, orgullosos de lo que habían logrado

Entonces dejó caer dentro del fuego un collar, el collar que compartía con Sunoo, lo único que le hacía sentir que el chico seguía a su lado, pero ya no lo necesitaría, tendría a su novio de vuelta luego de aquel momento, eso esperaba

—Tienes prohibido hablar sobre esto con quien sea, Sunghoon, nadie puede saber cómo es que el castigo de Sunoo se ha roto, o serás tú quien resulte castigado en su lugar —pero aquella advertencia a Sunghoon poco le importó, él necesitaba volver al campamento, necesitaba volver con Sunoo lo antes posible

(...)

Sunoo estaba sentado en el mismo árbol en el que se encontraba siempre desde que había sido castigado. La diosa Hestia lo estaba acompañando aquella tarde como hacía siempre, por alguna razón aquel día había tardado más en llegar, pero había decidido no darle importancia, después de todo era una diosa, seguramente tenía cosas más importantes que hacer

Mas su atención si fue llamada cuando todo a su alrededor se cubrió de hermosas flores, de todos tipos y colores, algo que Afrodita tendía a hacer cuando estaba feliz; había algo distinto aquella vez, y Sunoo no lograba entender el qué, no lograba saber porqué afrodita parecía de tan buen humor aquel día. Tampoco entendió porqué de repente el sol parecía más brillante de la nada, como si su padre estuviera feliz también

Saber que los dioses estaban felices, de alguna manera, lo hacía sentir feliz a él también, pero aquello no duró, pues entonces escuchó como su nombre era llamado

—¡Sunoo! —el nombrado no tardó en reconocer la voz, y es que aquella voz estaba grabada en su memoria, era lo único que lo mantenía vivo, aunque por más que fuese así, no quería tenerlo cerca, dolía

Escuchó como los pasos comenzaban acercarse a su lugar y pronto pudo divisar a Sunghoon caminando con paso apresurado al lugar en que se encontraba, como si viniera absolutamente decidido a acercarse, a tocarlo, por más que aquello fuese imposible

—Por favor no me hagas esto, Sunghoon —Sunoo suplicó, sin percatarse de lo que había hecho —No te acerques más, no poder tocarte me mata —Sus ojos habían comenzado a llenarse de lágrimas por la forma en la que el mayor se acercaba

No fue hasta que tuvo a Sunghoon abrazando su cuerpo con fuerza que se percató de lo que estaba ocurriendo: Había hablado, y aunque Sunghoon lo estaba tocando, su cuerpo no dolía, en lo absoluto... ¿Cómo era eso posible? Los dioses le habían quitado el castigo