LIKE THE SUN - SUNGSUN

04

—Sunoo, seremos directos con esto, pues sentimos que es mejor comenzar así... Zeus quiere tu cabeza, pues cree que has cometido una ofensa contra los dioses —dijo Dionisio y de inmediato se ganó una mala mirada de parte de Quirón, ¿en serio le estaba diciendo aquello así al pobre niño?

Sunoo era un chico muy dulce, y muy sensible, por lo que sus ojos de inmediato se empezaron a llenar de lagrimas al escuchar aquello. ¿Lo iban a matar? ¿para eso lo habían llevado al campamento?

—No es tan así, Sunoo, nadie te va a matar —aclaró Quirón tan rápido como le fue posible —, si te hemos traído aquí es porque creemos en tu inocencia, y estamos dispuestos a ayudarte a salir de aquí.

—Yo... Yo no entiendo nada —confesó Sunoo, encogiendo su cuerpo en el espacio de sillón en el que estaba sentado

—Los hijos de Apolo pueden llegar a tener dones muy peculiares, Sunoo. Usualmente todos los hijos de cada dios comparten dones, pero algunos hijos de Apolo, muy pocos, realmente casi ninguno, nacen con el don de la profecía, igual que un oráculo —comenzó a explicar Quirón, y Sunoo fue rápido en intervenir

—¡Es que yo no veo profecías! —había comenzado a desesperarse

—No aún, pero sabes cuando algo malo va a pasar, incluso puedes ver algo del momento, Sunoo. Ahora no parecen profecías, pero ahora que sabes quien es tu padre, el poder comenzará a crecer

Sunoo frunció su ceño, más confundido, más asustado —Es que no lo entiendo, si aún ni siquiera tengo ese don, ¿de qué me están acusando?

—Tu don... Está prohibido, Sunoo —comenzó a explicar Dionisio —, no el don en si mismo, pero si compartirlo con el resto. No puedes decirle tus profecías a nadie, no sin el permiso de los dioses. Ha habido solo un semidios con este poder antes de tí...

—Halcyon Green

—Él, sí. Salvó la vida de una joven diciéndole su futuro, y los dioses se enojaron. Apolo, tu padre, se vio obligado a castigarlo por su ofensa, fue despojado de su voz, y encerrado. —entonces eso quieren hacer con él ¿acaso por eso su padre no lo reclamaba? —Zeus cree que has estado diciendo profecías, pero sabemos que tú no has hecho más que decir que tienes malos presentimientos, te hemos estado cuidando desde siempre, por eso hemos pensado muy bien qué haremos para cuidarte —concluyó el dios del vino. Todo aquello debería haber calmado a Sunoo, iban a ayudarlo, pero la verdad estaba muy lejos de estar tranquilo

—¿Qué... qué harán conmigo entonces? —preguntó, inseguro sobre si realmente quería saber qué pasaría

—Te vamos a entrenar, la vida fuera de aquí es peligrosa, más con los dioses tras tu cabeza, por lo que necesitamos que seas fuerte, y desarrolles tus poderes. Cuando creamos que estés listo, te llevaremos frente a los dioses, y los convencerás de tu inocencia, te enseñaremos qué decir para convencerlos. —Quirón caminó hacia él y colocó su mano en el hombro del menor, como una forma de demostrar apoyo —Verás como todo va a salir bien, Sunoo, lo prometemos

Tenía ganas de llorar. Quería correr a su casa a abrazar a su madre, que le dijera que todo estaba bien, que no había nada sobre lo que preocuparse, pero no podía hacerlo, ahora estaba atrapado en ese lugar. Forzó una sonrisa y se levantó del sillón —Lo agradezco. —y sin decir más abandonó el despacho, corriendo a la cabaña de Hermes tan pronto como no tuvo a Quirón y Dionisio a su vista.

En aquella hora todos estaban cazando la bandera, por lo que tenía la esperanza de que la cabaña se encontrase vacía, pero para su mala suerte se topó con un chico al entrar. No sabía bien quien era, nunca había hablado con él realmente, pero Yeonjun se lo había presentado como Han, medio hermano de sí al ser también un hijo de Hermes