CAPÍTULO EXTRA

735 131 9
                                    

¿Alguna vez se habían puesto a pensar en lo rápido que pasa el tiempo? En como todo puede arruinarse de un día para otro, o como una maldición se puede acabar con solo el pasar de unas semanas... Bueno ahora el tiempo había pasado, y junto a las penas habían llegado las alegrías, había llegado una vida feliz para todos. 

Jake y Heeseung permanecían juntos, se habían comprado una casa con un gran patio que Jake usaba de taller, y Ni-ki vivía con ellos, más que feliz por sentirse el hijo de la feliz pareja.

La relación de Jay y Jungwon también había crecido, aún más que la de los mayores, pues ambos ahora se encontraban felizmente casados y con una pequeña niña que ahora llevaba sus apellidos. Vivían la mitad del año en el inframundo y la otra mitad en una pequeña y linda casa que llamaban hogar. 

Soobin por fin había decidido admitir que se encontraba perdidamente enamorado de Yeonjun, no se imaginan la emoción del mayor cuando su pareja confirmo esto en sus votos matrimoniales, sí, recién ahí. Se había emocionado tanto que había llorado y se había lanzado a abrazar a quien estaba a minutos de ser su esposo, quien tuvo que pedir un minuto de receso al cura que los casaba. Sí, ahora estaban casados y con niños, y ese era el caso de Taehyun y Beomgyu también, solo que en lugar de hijos, tenían a HueningKai.  Todos llevaban vidas tranquilas, comunes, felices y lejos de los problemas.

Y ahora quienes habían tenido la historia de amor más difícil: Sunoo y Sunghoon.

La vida parecía haberles recompensado todo el sufrimiento con cada día que pasaba, pues no habían tenido una sola penuria desde que habían vuelto a estar juntos aquel día en que el castigo de Sunoo se había acabado. Ahora, con el paso de los años, el hijo de afrodita y el hijo de apolo habían decidido llevar una vida juntos. Tenían un gran apartamento en medio de la ciudad, el cual servía como centro de reuniones cuando sus se querían juntar, pues resultaba ser el punto más cercano para todos.

No, ellos habían decidido no casarse, no lo veían necesario, su amor era más que evidente y no necesitaban casarse para estar completamente seguros de lo que sentían. Aún así portaban bellos anillos de oro, simplemente porque Sunoo los encontraba lindos, y Sunghoon estaba dispuesto a darle en el gusto a todo.  

Las manos de Sunghoon recorrían los costados desnudos del cuerpo de Sunoo con delicadeza, sintiendo el calor del cuerpo contrario contra el suyo mientras se besaban. Se encontraban recostados en la cama, cansados por situaciones que no amerita contar, a pocos minutos de disponerse a dormir, pues ya había comenzado a caer la noche, cuando el timbre del departamento había sonado

Y por más que habían decidido, con solo una mirada, ignorar el timbre, ambos no pudieron seguir con su plan cuando poco después se escuchó el sonido de llaves y el como la puerta principal era abierta.

—Maldición —se quejó el mayor en voz baja, acostándose boca arriba en la cama, evidentemente frustrado. —Maldigo el día en que decidimos darles copias de las llaves. Recuérdame quitárselas 

Sunoo no pudo evitar carcajear por la actitud de su pareja, quien no parecía encontrarle la gracia al asunto. El hijo de apolo fue el primero en levantarse, colocándose rápidamente algo de ropa para poder ir a recibir a las visitas, mientras Sunghoon se vestía con desgano.

—Won, Jay y granadita volvieron —ese era el apodo qué le daban a la hija de la pareja —Así que decidimos hacer noche de películas, están invitados a participar si quieren. Usaremos la tele grande —esa era la voz de Jake, se escuchaban también otras voces conversando entre ellos. La cara de Sunghoon causó más risa en Sunoo, quien finalmente se asomó a saludar a los invitados

Sunoo ayudó a los chicos a poner la comida que habían llevado en platos, mientras otros se dedicaban a decidir la película que verían. Sunghoon se sumó al grupo de gente cuando ya todos se encontraban acomodados viendo con atención la película. 

El único que no se encontraba mezclado entre el grupo, sino que los veía desde la barra de la cocina con una amplia sonrisa era Sunoo, quien parecía más feliz viendo a sus amigos felices que mirando la película misma.

Su pareja se acercó, rodeando su cintura con sus brazos mientras lo abrazaba por la espalda, dando un suave beso en su mejilla que no hizo más que hacer sonreír al menor —¿Recuerdas lo que alguna vez me dijiste? —le murmuró, para no interrumpir a los presentes

—¿Que eres lo más lindo que han visto mis ojos?

Sunghoon soltó una suave risita —Hermosa frase, pero eso no

Pero Sunoo sabía a lo que se refería, por lo que esta vez respondió el serio —¿Que el verdadero amor salva? —Sunghoon asintió, aún abrazando al menor, con su cabeza apoyada en el hombro de su pareja, pero con la vista fija en su grupo de amigos

—Ellos son la prueba de eso

Sunoo se giró entre los brazos del mayor para poder mirarlo de frente, tomando su rostro entre sus manos con suma dulzura —Para mí, tú eres la prueba de eso

Definitivamente, para todos el futuro brillaba radiante; brillaba como el sol.

LIKE THE SUN - SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora