32.- Let The Storm Descend Upon You

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Though I can't believe it
Like master of the observation
Coming up with an explanation

Hua Cheng mantuvo la mirada fija en la matriz mientras reflexionaba en lo sucedido recientemente. No podía dejar de preguntarse qué hacía Mei Nian Qing en este momento, y cómo había sobrevivido por 800 años luego de la caída de Xian Le. ¿Por qué de repente había atacado a Su Alteza? ¿Y por qué había actuado de esa forma frente a Jun Wu? ¿Qué estaba ocultando? El rey fantasma miró de reojo a Shi QingXuan recordando la reacción del sacerdote a verlo: luego de preguntar su identidad había dicho:

— Tu nombre es terrible.

Y luego de recordar la historia sobre el adivino que ideó la solución para ocultar al antiguo dios del viento del Reverendo de palabras vacías surgió una conjetura: ¿y si ese adivino que le dio tal vaticinio ominoso a los Shi resultó ser el GuoShi de Xian Le? De ser ese el caso, al hombre sí que le gustaba dar malos augurios. La matriz seguía siendo estable, con Shi QingXuan liderando a la gente que estaba en el círculo, y con los cultivadores idiotas sellando cualquier fuga no había nada de qué preocuparse, por el momento, debía seguir alerta en caso de que algo saliera mal y tuviera que actuar rápido para evitar que la enfermedad del rostro humano se esparciera de nuevo por el mundo. Ver esa nube oscura de resentimiento le recordó el momento en que Su Alteza había convocado una nube similar, y con el recuerdo vino el dolor de diez mil espíritus viciosos atravesando su ser como lanzas dispuestas a consumir a aquel guerrero de negras vestiduras que había decidido tomar la maldición que inicialmente le habría correspondido llevar a su señor.

Pero Su Alteza ya había sufrido el dolor de cien espadas atravesando su cuerpo inmortal, y Hua Cheng no había permitido que diez mil espadas más perforarán su alma inmortal.

De haber seguido con vida, un escalofrío le habría recorrido la columna con tan solo evocar tales memorias dolorosas.

Habían pasado dos horas, y algo ya había salido mal: Su Alteza había tomado la iniciativa de comunicarse con él por medio de la matriz de comunicación, lo que le hizo ponerse en guardia. Hua Cheng conocía a Su Alteza, había adivinado su carácter luego de todo el tiempo que vivieron juntos hasta este momento y sabía que no había manera de que él, por iniciativa propia, pronunciara su contraseña a menos que se viera obligado por la situación.

¿Y si Su Alteza está en peligro?

La ansiedad se hizo presa de él al pensar en Su Alteza en riesgo y no iba a estar cerca para ayudarle. Aún así, se las arregló para decir con una sonrisa:

> Gege, Gege, ha pasado tanto tiempo y finalmente has recordado a San Lang <

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Esto estaba mal. Esto estaba terriblemente mal.

Hua Cheng se tomó un breve momento para procesar todo esto mientras la mariposa que sostenía en su mano regresaba a su muñequera, camuflándose con los adornos de la misma. Esta mariposa en específico tenía una gemela, las cuales podían usarse como medio de comunicación para casos de emergencia en que la matriz de comunicación estuviera bloqueada, por lo que le sorprendió enormemente cuando se elevó en el aire y escuchó la voz de Yin Yu bastante agitada. Solo entonces recordó que su sirviente había acompañado a Quan YiZhen y había contenido muchas criaturas viciosas provenientes del monte TongLu, por lo que no era descabellado pensar que había sido llevado al Tribunal Superior con los demás dioses.

"¡Chengzhu! ¡La capital celestial es un caos!", había dicho Yin Yu con pánico. "Su Majestad... Su Majestad..."

— ¿Qué ocurre con ellos?— preguntó Hua Cheng.

La lluvia que alcanzó a la florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora