🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)

5. ¿Cómo te gustaría que se acercasen a ti?

La primera semana pasó léntamente, Jimin observaba a Jeon Jungkook e iba acercándose poco a poco mientras Taehyung iba sacando información habilidosamente sobre todas las familias importantes y del interés de Ninette.

Jungkook resultó ser más tímido y callado de lo que Jimin había imaginado, solo había conseguido de él algunas miradas, pocos gracias, monosílabos y expresiones de vergüenza.

Aún le era un misterio saber dónde iba a la hora del almuerzo y cómo es que nunca lo veía después de las clases de Educación Física en los vestuarios.

Pero esas incógnitas se terminaron resolviendo al principio de la segunda semana.

Irene, la chica que compartía pupitre con Sung, llegó algo más tarde a la mesa donde se sentaban para el almuerzo. Su amiga se colocó la mano a modo de visera, para protegerse los ojos del sol y mirar a su amiga a la cara.

—¿Estás mejor?

—Me hará efecto dentro de un rato.—Contestó la chica de melena oscura sentándose y comenzando a comer el plato que le había traído Sung para que no tuviese que esperar cola. Masticó con energía y levantó la vista para mirarlos.—Jeon estaba comiendo con el doctor Kim.

Aquello llamó la atención de todos en la mesa, pero en especial la de Jimin, que a pesar de que no solía mostrarse muy hablador quiso preguntar de inmediato.

—¿Está enfermo?

—Oh, no. Al menos no lo parecía.—La chica terminó de masticar y después de tragar continuó.—Estaban hablando mientras almorzaban juntos, como si fuesen amigos o algo así.

—Siempre tuve la duda de a dónde iba Jeon en los almuerzos, llegué a pensar que comía metido en los baños como en las películas americanas...

El comentario de Sung incomodó un poco a Jimin, pues él, en su búsqueda de dónde se metía el chico cuando parecía desaparecer también llegó a tener ese pensamiento e incluso recorrió todos los cuartos de baño del instituto.

 La diferencia entre su pensamiento y el de la chica era que ella llevaba años compartiendo clase con Jeon Jungkook y logicamente sabía mucho más que él sobre ese chico.

—¿Siempre va solo?

—Normalmente. Hemos intentado tratar con él algunas veces, porque nos da lástima, pero parece que no le interesa hacer amigos.

—Si fuese un poco más... sociable, no tendría ningún problema. Quiero decir, es guapo, no se reirían de él si fuese un poco menos raro.

Ese último comentario lo soltó Irene y Jimin la miró con mala cara, en el poco tiempo que llevaban allí habían descubierto que aunque parecía no existir el bullying entre los alumnos sí existían algunos comentarios y actitudes poco agradables hacia ciertas personas.

Jeon Jungkook no era el blanco de burlas casi nunca, de hecho, pasaba más bien desapercibido, pero la actitud de los demás hacia el pelinegro por el simple hecho de ser retraído, malo en deportes y un estudiante algo torpe estaba comenzando a molestar al rubio.

—Bueno, me alegro de que al menos no coma solo, el doctor Kim es muy buena persona.

Y una vez Sung dijo ésto la conversación cambió de rumbo por petición de Taehyung, que comenzó a hablar de otro hijo de "obejtivo" que le había encomendado Ninette.

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La mujer se recogió de nuevo su cabellera rubia con una simple agujeta plateada, se colocó su bata de seda bordada en tonos dorados y abrió las cristaleras se su balcón para ponerse a fumar. Jimin se levantó y comenzó a vestirse dispuesto a volver a su cama para dormir.

—Estás muy callado, ¿hay algún problema?

—No, sólo que el plan va a resultar más lento de lo que pensaba.

Ninette se rió, mirando el cielo nocturno a través del humo que acababa de expulsar. Llegó a dudar sobre quién mandar para ésta misión y aunque sabía que Jimin era bastante mejor en planes de actuar rápido, terminando el trabajo en uno o dos días, quiso confiar en que una misión larga también podría dársele bien.

—Supongo que el conejito se parece un poco a ti, ¿no?

Los ojos azules de la mujer y los oscuros del chico se encontraron y él esperó a que ella continúase, porque realmente no tenía idea de en qué podría parecerse Jeon Jungkook a él.

—Ya sabes, con un muro de por medio siempre, solitario, poco hablador...—Apagó la colilla en el cenicero que tenía más cerca y se cruzó de brazos acercándose de nuevo al chico.—Te conozco bien, Jimin, sé que eres bueno en tu trabajo pero siempre prefieres no tener que tener contacto con la gente. Y quieres mucho a Taehyung, pero prefieres trabajar solo.

Jimin no sabía a dónde quería llegar Ninette con esas palabras. La mujer alzó una mano y comenzó a peinar el cabello del chico con sus dedos.

—Si Taehyung no existiera, piensa cómo te gustaría que se acercasen a ti.

Supuso que era un consejo, pero no quiso decirle que no le servía de nada, que él no quería que nadie se le acercase, así que no sabía de qué manera acercase a Jeon Jungkook. Y si como Ninette pensaba, ellos eran parecidos, el pelinegro tampoco querría que nadie se acercase a él. De hecho, eso era lo que parecía.

Y lo cierto es que a Jimin, que nunca se cuestionaba las órdenes, estaba empezando a preguntarse si de verdad era necesario perturbar la vida de aquel chico.

—¿No crees que sería más rápido si vamos directamente a por el padre?

—No te voy a explicar el porqué no es la mejor opción porque ya es hora de dormir.—Le coloca una mano en el hombro y besa su mejilla.—No me seas tan derrotista, cariño, a ti tampoco te viene mal hacer amigos.

El chico no dijo nada y salió de la habitación de Ninette con la camisa del uniforme aún abierta y la chaqueta en la mano.

Aún no era tan tarde y otros muchachos pasaron por al lado, fijándose en su atuendo y de dónde venía. No era un secreto para casi nadie de la organización, pero algunos creían que eran simples rumores.

Aquello le daba absolutamente igual a Jimin, no le importaba cuáles fuesen los rumores que recorrían la mansión y qué podía estar pensando la gente sobre él.

Ahora mismo sentía rabia, no quería seguir con aquella misión, no quería fingir ser un estudiante de diociocho años y no quería acercarse a Jeon Jungkook para poder llegar a su padre.

Apenas conocía a ese chico, pero le parecía lo peor que se le podía hacer a un ser tan inocente y puro como él: usarlo.

Pero el plan iba a seguir, Jimin se iba a seguir acercando a Jeon Jungkook y su perfección a la hora de trabajar iba a comenzar a desaparecer.