39. Tal vez la cárcel sea la mayor forma de libertad que conozcamos nunca.

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Aprovechando que Ninette no estaba en la mansión varios chicos salieron sin tener que dar explicaciones, teniendo en mente que no podían tardar mucho, pues no sabían cuando la mujer regresaría.

Taehyung había salido inmediatamente después de ella, a pesar de que faltaba una hora para su encuentro con Yoongi, así que decidió ir dando un paseo, tal vez sus ideas se aclarasen con el aire fresco de la mañana.

Apenas había pegado ojo en toda la noche y sabía que Jimin tampoco, aunque su amigo no estuvo dando vueltas en la cama como había hecho él, sabía que también estaba despierto. Ninguno se dijo nada, tenían sus propios demonios dentro y ya habían discutido bastante sobre su situación durante el día.

Realmente no sabía cómo le iba a decir a Yoongi la verdad, estaba seguro de que la sabía, pero decirlo en voz alta le resultaba totalmente distinto. No iba a salir corriendo ni sentirse herido como le había ocurrido a Jungkook, pero tampoco tenía idea de cómo reaccionaría ante la verdad dicha directamente.

Lo había pensado mucho y había llegado a la conclusión de que el más joven de los Min le gustaba, le resultaba la persona más interesante y divertida con la que se había topado nunca. Y añadiéndole el hecho de que era consciente de que el chico sospechaba desde casi el primer momento que Taehyung no era quien aparentaba ser y había decidido seguirle la corriente adentrándolos a ambos en una especie de juego de gato y ratón que aparentaban ser dos inocentes animalitos, hacía que Min Yoongi le interesase aún más.

Pero los últimos sucesos le habían hecho despertar, no podían seguir jugando a fingir que eran dos chicos comunes y corrientes que se estaban conociendo. No sabía qué esperaba Yoongi de él, pero Jimin y Jungkook estaban en peligro y temía estar poniendo en peligro al chico también.

Debía advertirle y si era necesario, debía cortar cualquier tipo de relación con él.

Llegó al lugar acordado, había unas pocas personas que iban y venían con prisa, yendo al trabajo, a estudiar o directamente a hacer recados. Taehyung metió sus manos en el abrigo fino que llevaba y se sentó en un banco justo delante del estanque para los patos.

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—No sé si de verdad ésta sea la mejor idea, Jimin. Podemos reflexionar e inventarnos algún otro plan.

Ginger trataba de convencer a su amigo de camino a la mansión Jeon, llevaba puesto el uniforme y su cabello anaranjado pulcramente recogido para su supuesto empleo en la casa. Hoseok y ella habían tratado de convencer a Jimin de que no fuese a ver a Jeon Kwang, entendían que fuese una medida desesperada porque temía lo que Ninette pudiese hacer en contra de Jungkook, pero tampoco conocían al señor Jeon y no tenían ni idea de lo que podría pasarle a Jimin cuando le dijese la verdad.

Pero Jimin la ignoraba mientras caminaba con paso apresurado para llegar a su destino, estaba completamente decidido a confesarle todo al padre de Jungkook, su prioridad era que el chico estuviese a salvo y no veía mejor modo de asegurarse de ello que haciendo conocedor a su padre de la existencia de la Organización y de Ninette.

—Jimin, por el amor del cielo, ¡no sabemos realmente quién es ese hombre!

—No, pero sabemos quién es Ninette y no estoy dispuesto a arriesgar la vida de Jungkook por salvar mi pellejo, Ginger.—Contestó de inmediato el chico, mirándola directamente, pero sin cesar su caminar apresurado.

—¿Y crees que va a creer tus buenas intenciones?—La chica estaba desesperada, casi iba corriendo porque el rubio caminaba a una velocidad extrema.—¡A lo mejor en cuanto abras la boca te mete una bala entre ceja y ceja!

Jimin ésta vez se paró, haciendo que la pelirroja chocase contra su hombro ya que iba dos pasos por detrás. Se miraron en silencio, él serio y ella hiperventilando más por la preocupación que recorría sus sistema que por cansancio.

 —Ginger, sé que estás preocupada y sé que no tenemos ni idea de Jeon Kwang, pero tienes que entenderme, estoy cansado de todo esto.—Habló con calma, pero su voz denotaba verdadero agotamiento.—Llevo meses sin dormir bien y sé que la he cagado, pero no puedo borrar lo que he hecho o dicho. No puedo borrar lo que siento. Y por segunda vez en mi vida estoy sintiendo miedo, después de muchos años, pero ésta vez no siento miedo por mí. Ginger, necesito asegurarme que Jungkook va a estar bien. Necesito saber, que a pesar de todo, no le he destrozado la vida.

La chica tomó una bocanada de aire profunda, miró hacia los lados, ya se encontraban cerca de la mansión Jeon, apenas había tráfico y las calles estaban solitarias. Volvió la vista a su amigo.

—¿Y crees que diciéndole a su padre todo no pasará nada?

—Claro que va a pasar, Ginger, puede que termine en la cárcel o como tú dices, con una bala entre ceja y ceja. Pero es lo único que puedo hacer para tratar de proteger a Jungkook.

Ginger tragó saliva, suspiró y reflexionó sobre sus palabras. Lo poco que conocía del señor Jeon no le indicaba que fuese alguien peligroso, pero su experiencia le decía que no se podía fiar de las apariencias.

Lo más seguro es que después de que todo estallase ellos terminasen en la cárcel, quién sabe por cuántos años. Y sintió ganas de llorar sólo de pensar que tendría que estar encerrada y lejos de sus amigos por mucho tiempo, apartada de Hoseok.

Se contuvo las ganas de llorar y miró de nuevo a Jimin.

—Tal vez la cárcel sea la mayor forma de libertad que conozcamos nunca, ¿no?

Y el rubio agarró su mano y la sostuvo, ambos apretaron la del otro al mismo tiempo y el chico asintió. Porque ahora entendía a sus amigos, había estado años adormecido, fingiendo ser feliz con lo que tenía porque sin la Organización su vida podría haber sido mucho peor, pero verdaderamente vivían en una jaula, de oro, sí, pero una jaula.

Y tal vez su única forma de salir de ahí era cantando para ser encerrados en una jaula de hormigón, pero en la que incomprensiblemente serían más libres.

—Vamos.—Dijo Ginger en un susurro y ambos caminaron agarrados de la mano hasta la mansión Jeon.

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Cuando Yoongi apareció a la hora acordada en el parque y encontró a Taehyung observando a los patos del estanque completamente serio se quedó parado donde estaba, observando el perfil del chico y como la curvatura de su boca se encontraba levemente hacia abajo.

Aquel encuentro no iba a ser feliz, lo sabía, era hora de terminar su juego.

Comenzó a caminar de nuevo y sus pasos fueron escuchados por el más alto, que giró su cabeza y lo miró. Yoongi le dedicó una pequeña sonrisa vacilante y Taehyung se la devolvió. La suya era triste y Yoongi quiso salir corriendo.



🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora