2. Disfrutad, pero no mucho.

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En mitad de la madrugada el suave chirrido de la puerta al abrirse despertó a Taehyung, la puerta se cerró tras la silueta y se oyó un cuerpo caer en la cama contigua. El de cabello oscuro encendió la pantalla de su teléfono móvil que estaba guardado debajo de la almohada, encendió la linterna y apuntó al frente, iluminando la cara de Jimin, que se había dejado caer de espaldas, pero tenía el rostro vuelto hacia él.

—¿Has vuelto a ir?—Pregunta en un susurro.

—Sabes que sí.—Responde el rubio sin cambiar la expresión de su rostro, en el mismo tono de voz que su amigo.

Taehyung se remueve incómodo en su cama, apaga la linterna de su móvil y en completa oscuridad camina hacia la cama de su amigo, Jimin se hace a un lado para que el otro se acueste a su lado.

—Deberías de dejar de acostarte con Ninette, no me gusta un pelo, Jimin, creo que se ha encaprichado contigo.

—Te preocupas de más, Tae, no es como si me estuviese obligando.

El más alto se pone de lado, mirando en dirección a su amigo, sus ojos ya se han acostumbrado a la oscuridad y puede intuir el perfil del rubio entre las sombras.

—¿Y cuando no quieras seguir haciéndolo?

—Pues no me acostaré con ella y punto, así de simple. Tal y como empezó podrá acabar.

Taehyung guarda silencio. Siempre han mantenido las distancias con los superiores, se limitaban a obedecer y tener un trato cordial con ellos, pero al moreno siempre le pareció que los manipulaban sobremanera. No los obligaban a acostarse con los "objetivos", pero la forma más rápida de conseguir lo que iban buscando era seducirlos. Él mismo había aprovechado en ocasiones, y si la persona le gustaba, seguía el juego hasta el final. No se sentía culpable por ello, pero a veces, cuando le daba vueltas a la cabeza de más se preguntaba si era una forma de prostituirse. Y aunque Jimin parecía disfrutar de sus encuentros con Ninette él no estaba contento para nada, una cosa era acostarse con una persona que no iban a ver jamás y otra muy distinta era la extraña relación que había comenzado a tener Jimin con su superior.

—¿Qué crees que eres para Ninette, Jimin?

—Un polvo y nada más.

—¿Crees que esté o haya estado con alguien más de los chicos?

—No lo sé, Tae, y tampoco me importa. Solo nos acostamos cuando nos apetece y ya está, deja de darle vueltas a la cabeza y duermete.

Se da la vuelta tras decir esto y Taehyung suspira, lo cierto es que él no puede parar de darle vueltas a la cabeza y está seguro de que no va a poder pegar ojo esa noche.

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Cuando se despiertan ven que alguien les ha dejado unos uniformes escolares sobre un baúl que tienen pegado a la pared. El más alto es el primero en levantarse e ir a por el suyo.

De los dos es el que siempre ha deseado más haber tenido una vida normal y pequeñas cosas como ir a un instituto y usar uniforme escolar, aunque ya no tengan edad de ello, le hace especial ilusión.

Jimin se levanta, coge la carpeta con la información entregada el día anterior y la ojea rápidamente, no quiere olvidar ningún detalle.

A diferencia de su amigo, el rubio no piensa en lo que podría ser su vida si la organización no lo hubiese encontrado, sabe que no hubiese sido una vida modélica como la que sueña Taehyung, así que prefiere vivir la vida que tiene sin pensar de más.

—Recuerda peinarte para parecer más joven, se supone que tenemos dieciocho años.—Dice Taehyung que ya está casi vestido al completo.

—Tampoco es que parezcamos mucho más mayores, Tae.

Comienza a desvestirse para entrar a una ducha rápida y ponerse el uniforme también. Taehyung comienza a peinarse frente al espejo que tienen detrás de la puerta y sonríe, espera dar buena impresión. Lo cierto es que está más nervioso que cuando tienen que entrar en eventos importantes, codearse con peces gordos, seducir a alguna o algún ricachón. El único contacto con personas de su edad o similar que ha tenido casi desde que tiene memoria ha sido en la mansión, con el resto de niños "rescatados" y son como una familia, así que le pone un poco nervioso la idea de estar con desconocidos jóvenes.

Jimin no tarda en salir, se viste con rapidez, mientras su amigo lo peina y le seca el pelo.

Ambos salen de su habitación, recorren los grandes pasillos que el día de hoy están desiertos y bajan al gran comedor.

En el extremo más alejado de la mesa se encuentra Ninette leyendo algo, ellos saludan con una inclinación leve y se sientan, cada uno a un lado de ella. Sus ojos claros los miran con fijeza.

—¿Preparados?

Los dos chicos asienten y dos platos de fruta cortada son puestos delante de ellos, les sirven zumo recién exprimido y ambas muchachas se retiran. Comienzan a desayunar bajo la atenta mirada de la rusa, que los observa con una pequeña sonrisa y los dedos entrelazados entre sí.

—Creo que no va a ser posible, pero tratad de llamar lo menos posible la atención. No deis datos de más y ceñíos al plan.

Los muchachos vuelven a asentir con la cabeza, con la boca llena y ella se levanta elegantemente de la mesa. Ésto hace que ellos se apresuren a terminar el desayuno y levantarse.

—Disfrutad.—Dice la mujer saliendo por la puerta contraria por la que entraron ellos.—Pero tampoco demasiado.

Les guiña un ojo antes de desaparecer y ellos se preparan para cumplir una nueva misión.

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¡Hola, hola! Estoy muy motivada con ésta historia, espero que vaya quedando con buena forma y vaya gustando.



🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora