24. Un simple intercambio.

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Min Yoongi masticaba  con gusto un pastelito de cerezas con las piernas sumergidas en el agua de la piscina de los Jeon. Jungkook estaba sentado junto a él, con las piernas cruzadas en el borde, no le apetecía ni un poco mojarse.

—Creo que no deberías ser tan confiado con la gente, Yoongi.—Dijo el más joven después de haber escuchado parlotear al otro chico sobre sus citas con el pianista de la subasta.

El más pálido tragó el último trozo de su dulce y miró a Jungkook sonriente. Se conocían desde hacía años, aunque realmente nunca tuvieron una amistad, simplemente se llevaban bien cuando se encontraban. Sobretodo por el carácter del más mayor, Jungkook siempre fue mucho más tímido y reservado.

—Jungkook, no creas que soy idiota, sé que mi pianista trama algo. En esa reunión casi todos esperaban algo de alguien.— Se acomodó su gorro para que no le molestase el sol en la cara.—Pero te recuerdo quienes son mis padres, bueno, quién es mi familia en general. Llevo viviendo toda mi vida rodeado de manipuladores.

Jungkook apartó la vista de las pequeñas ondas del agua y miró al chico a su lado. Siempre había admirado la inteligencia de Yoongi y como, dentro de lo posible, vivía su vida como quería.

 Sabía que los Min no eran de fiar, pero siempre y cuando estuviesen de tu lado podías estar tranquilo.

Pero nunca llegó a pensar que su padre pudiese ser como ellos, aún cuando su relación, aunque no estrecha, siempre fue buena. De hecho, allí estaban, reunidos. Y debía ser algo importante, porque planeaban quedarse bastante tiempo cuando habían llevado a su hijo con ellos.

Por un momento, la idea de que su padre no fuese tan bueno como él pensaba cruzó la cabeza de Jungkook. ¿Qué era lo que buscaba la Organización de la rusa para la que trabajaba Jimin?

La familia de Yoongi vivía para el poder y sus negocios no eran siempre transparentes, aquello lo sabía casi todo el que los conocía. ¿Y si Jeon Kwan no era tan respetable como siempre imaginó su hijo?

La mente del chico era un hervidero de preguntas sin respuestas. Los días que habían pasado desde su encuentro con Jimin habían sido agotadores, su mente no paraba de trabajar y hacerle daño con recuerdos además de dudas. La que más martilleaba en su cabeza era:

"¿Por qué no le he dicho nada a mi padre?"

Yoongi sacó de sus pensamientos a Jungkook, acercándose más a él y sonriéndole con picardía.

—No sé qué es lo que busca el pianista, pero me voy a divertir mucho mientras lo descubro.

—¿Y si... quiere hacer algo contra tus padres?—Preguntó Jungkook con cautela y temeroso.

El mayor se volvió a poner en la misma posición de antes y balanceó sus pies dentro del agua, salpicando un poco las piernas de Jungkook.

—En todo caso el objetivo serían sus negocios o su fortuna y creemé, no me puede importar menos.

—¿Y si corren peligro?

Yoongi miró a su amigo directamente a los ojos, su sonrisa ya no decoraba su rostro y volvió a inclinarse un poco para estar más cerca de él y en voz baja pero grave le dijo:

—Jungkook, nuestros padres tienen mucho poder y son conscientes de que pueden correr peligro. Nadie les apuntó en la cabeza para que hiciesen los negocios que hacen. Yo no elegí la familia que tengo, pero sí puedo elegir lo que yo quiero ser y hacer, y me da igual mi apellido y si sus negocios o reputación se perjudican.

—¿Qué... qué estás queriendo decir?—Preguntó el menor titubeando.

El mayor suspiró y sacó sus piernas del agua, cruzándolas como el chico a su lado y apoyándose en las palmas de sus manos poniendo los brazos un poco más atrás de su espalda, en una pose relajada.

—Que no creo que el pianista tenga intención de matarme a mi o a mis padres, Jungkook, si busca algo es relacionado con sus negocios y a mi eso no me puede importar menos.

—Pero...—Parpadeó repetidas veces, mirando las gotas de agua que decoraban las piernas pálidas de Yoongi.—Te estaría usando...

Yoongi rió y volvió a mirarlo con los ojos brillantes y divertidos, Jungkook se limitó a devolverle la mirada, sin entender aún absolutamente nada.

—Puede que yo sea un medio para llegar a mis padres, pero soy yo el que lo va a usar a él.—Su sonrisa no se borraba y se encogió de hombros de forma despreocupada.— O tal vez es un simple intercambio, yo le doy lo que él busca y él me da lo que yo quiero. Simple, y ambos salimos ganando.

A Jungkook se le acumulaban las dudas en su mente y cuando quiso preguntarle algo más apareció una de las trabajadoras de la mansión para comunicarles que el comedor ya estaba listo y sus padres esperaban por ellos.

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¡Buenas! Éste capítulo es bastante cortito, pero me ha costado escribirlo porque no encontraba las palabras adecuadas y tengo muchas más cosas que hacer.

Como siempre, voy a intentar actualizar lo antes posible, porque realmente tengo escenas ya practicamente desarrolladas para siguientes capítulos, pero tiene que haber un proceso hasta llegar a ellas.




🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora