27. ¿Hay alguien sincero a mi alrededor?

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—No puedo creer que te hayan expulsado, ¿desde cuándo te metes en peleas?—Jeon Kwang daba vueltas por su despacho sin querer mirar a su hijo, que se mantenía sentado en una de las sillas tapizadas en verde sin decir una palabra.—Te desconozco...

Jungkook estuvo tentado de decirle todo lo que pensaba y sentía. Que a él tampoco le gustaba la violencia y sólo se había dejado llevar por la ira dos veces, ambas en el último tiempo. Con Jimin la noche de la subasta, cegado por el dolor de saber que no era quien pensaba y con Seung porque de entre todas las tonterías que salían de su boca normalmente, lo último le hizo enloquecer. Se había sumado lo mal que se sentía más el hecho de que sus compañeros pensasen que Jimin solo se había acercado a él por lástima.

Pero no podía decirle aquello a su padre. O más bien no quería y aún seguía sin saber el porqué.

—Una expulsión de tres días por agresión queda en tu expediente, Jungkook, por no decir que se van a enterar todas las familias importantes...—Se frotó la cara, desesperado y se sentó tras su escritorio.—¿Es que acaso quieres cerrarte puertas a un futuro? ¿Crees que van a querer darte un puesto en sus empresas si piensan que eres violento?

—¿Y quién te ha dicho que yo quiera trabajar con ellos?—La voz del chico salió impasible, monótona, como si estuviese excesivamente cansado.

—¿Qué quieres decir?—Kwang lo miró fijamente, inclinándose hacia delante sobre su mesa.

—Que no quiero un empleo por contactos, no quiero trabajar con ninguna de esas familias, no me interesa.

Los ojos de su padre se abrieron en grande ante aquellas palabras, ¿de verdad era su hijo capaz de renunciar a una vida ya resuelta?

—¿Y qué piensas hacer, entonces?—Su tono fue duro.

—No lo sé, ni si quiera sé qué quiero estudiar una vez termine éste curso.

Jungkook no miraba a su padre, se limitaba a contestar sin apartar la vista de uno de los ventanales, viendo el exterior, como el sol hacía brillar las hojas de los arbustos situados bajo la ventana.

—Ya habíamos hablado...

—Tú habías hablado.—Lo interrumpió, mirando a su padre por primera vez desde que empezó la conversación.—Yo no decidí nada, tú empezaste a planear mi vida y yo simplemente te escuché. Y realmente no sé lo que quiero, pero sí sé que no quiero trabajar para ninguno de tus amigos y por nada del mundo querría tener de compañeros de trabajo a Seung y los demás.

Jeon Kwang aspiró profundamente y se volvió a levantar, estaba enfadado y no podía creer que su hijo estuviese diciendo aquello y con esa expresión tan alejada de lo que siempre había sido. No era como si quisiera que Jungkook siempre fuese inseguro y sumiso, pero estaba rechazando la oportunidad de tener todo a su alcance tal y como él había planeado.

—¿Y desde cuándo piensas así? ¿Y por qué no lo has hablado conmigo?

Jungkook se encogió de hombros y volvió a mirar por la ventana, el sol parecía calentar agradablemente y sorprendentemente sintió el deseo de salir fuera. Pero estaba castigado. Jamás había sido castigado.

Suspiró con pesadez y bajó la cabeza para mirarse los pies.

—¿Todo ésto es por Park? Desde que apareció ese chico todo ha cambiado, pensé que para bien, te veía alegre, pero ahora...

—No hables de él.—Lo interrumpió alzando la cabeza y mirando a su padre de manera afilada, sorprendiendo al señor Jeon y haciéndolo enmudecer.—No quiero saber nada de él, ni de Seung ni de nadie con quien tengas contacto. No quiero saber nada de nadie.

—Jungkook...

El chico se levantó de repente, soltando una risa que estaba muy lejos de sonar alegre, se pasó una mano por el pelo y dio una vuelta por el despacho sin objetivo alguno. Estaba nervioso.

—Me gustaría irme lejos, donde no os volviese a ver a ninguno. ¿Hay alguien sincero a mi alrededor?—Su rostro se contrajo en una mueca de desagrado.—Todos mienten, me manipulan, me esconden cosas... Estoy cansado.

El señor Jeon no sabía qué decir ante aquello, ¿a qué se estaba refiriendo su hijo? Trató de acercarse a él y posar una mano en su hombro para reconfortarlo, porque claramente Jungkook no estaba bien. Pero el chico se apartó de inmediato y en ese mismo instante llamaron a la puerta.

—Pase.

Namjoon apareció una vez su jefe le dio permiso para abrir, le dio un rápido vistazo a un enfadado Jungkook y volvió la vista hacia el padre.

—Señor Jeon, el señor Min Yoongi ha venido de visita.

—¿Min Yoongi?—Preguntó Kwang contrariado, ¿para qué le buscaba el más joven de los Min?

—Señorito, aún no estoy casado y soy muy joven.—Corrigió el chico guiñándole un ojo a Kim Namjoon, que se apartó para dejarlo pasar y los Jeon pudieron verlo.—Buenos días, señores.

—Buenos días.—Respondieron padre e hijo al unísono.

—Venía a hacerle una visita a Jungkook, señor Jeon, ya me enteré del percance que ha tenido.—Dijo sonriente.

Jungkook le sonrió de vuelta. Tal vez lo que le había dicho a su padre anteriormente no era del todo cierto, pues había una persona a su alrededor que no le había mentido ni tratado de manipular en ningún momento y que ahora, repentinamente, estaba allí para hacerle compañía cuando ni si quiera eran amigos.

A lo mejor aquella era otra cosa que cambiar.

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¡Hola! Capítulo cortito, como siempre, pero ya sabéis que no tengo mucho tiempo y me gusta actualizar rápido. Así que prefiero poder subir casi todos los días capítulos cortos que publicar uno largo una vez a la semana.

Besos, y espero que os guste 🌹


🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora