🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)

30. Cita en el parque de atracciones (parte 2)

Jungkook observaba los movimientos de la atracción en la que se habían subido Yoongi y Taehyung con los ojos entrecerrados a causa del sol. El silencio entre ellos nunca había sido un problema, pero ahora que no se miraban para Jimin comenzaba a pesar.

Después de la confusión y el impacto del encuentro y de que Jungkook le susurrase a Yoongi que Taehyung era amigo de Jimin y que había estado también en Baekja, insistiendo que no se podía fiar de él, Yoongi pareció tener una habilidad especial para calmar a todos.

Al fin y al cabo, aquella situación era algo que suponía y esperaba. Aunque para sorpresa de todos, Jungkook no salió corriendo, ni si quiera hizo ademán de huir cuando Yoongi y Taehyung se relajaron y parecieron volver su burbuja propia donde no entraban ninguno de sus amigos.

Y no es que fuesen malos amigos, es que pronto descubrieron que aquella salida podía ser la oportunidad para que ambos chicos hablasen entre sí.

—¿Quieres algo?—Dijo Jimin, después de carraspear un poco para que su voz saliese con normalidad.

El menor negó con la cabeza, sin apartar la vista de la atracción y Jimin vaciló, dudando en si ir al puesto de palomitas o quedarse ahí sentado. Jungkook lo notó y habló, por fin:

—Ve tranquilo, Jimin, no voy a desaparecer en cuanto me des la espalda.

El rubio no supo qué contestar a aquello, realmente no tenía ganas de comer nada, pero el silencio entre ellos lo estaba matando y fue lo primero que se le ocurrió para que hablasen. Lo meditó unos segundos y finalmente se levantó y caminó hasta el puesto de palomitas, mirando a su espalda de vez en cuando, como si de verdad esperase que Jungkook se fuese a esfumar en cualquier instante.

Mientras el mayor estaba de lado, esperando ser atendido y lanzándole algunas miradas, Jungkook se preguntaba de dónde sacaban el dinero Jimin y Taehyung, ¿la rusa les daba una paga o acaso cobraban por sus trabajos como en un empleo normal?

Y aquella idea le hizo resoplar y morderse el labio inferior con fuerza, pensar que Jimin había recibido dinero cada vez que pasaba tiempo con él le hizo sentir un nudo en su pecho, mezclado de sentimientos de tristeza y rabia.

Jimin se sentó de nuevo junto a él y le ofreció palomitas, aunque antes le había dicho que no quería nada. El pelinegro negó de nuevo con la cabeza y a pesar del día soleado y el ambiente alegre que los envolvía no pudo evitar preguntar lo que le atormentaba.

—¿Cuánto te pagaba?

El rubio lo miró extrañado, sin tener ni idea de a qué se refería con aquella pregunta, así que sin querer mirarlo, el menor suspiró y se explicó mejor.

—La rusa, ¿cuánto te pagaba por estar conmigo?

Jimin casi se atragantó con la palomita que estaba comiendo, esa pregunta sonó tan mal en sus oídos como la sentía Jungkook en su interior.

—No recibía nada por pasar tiempo contigo, Jungkook.—Contestó después de toser dos veces y conseguir tragar con dificultad.—Realmente no cobramos nada, tenemos techo, comida, ropa y algo de dinero, es como si...

—¿Una familia común? Los padres mantienen a sus hijos, ¿eso quieres decir?—Lo interrumpió, la rabía brotaba por su boca, seguía sin querer mirarlo y había comenzado a jugar de forma brusca con la piel levantada alrededor de sus uñas.

—Bueno, no del todo... Pero supongo que es la forma más sencilla de definirlo.

Jimin quería agarrar las manos de Jungkook para que parase de hacer aquello con sus dedos, ya estaban enrrojecidos y él se estaba poniendo muy nervioso.