31. El futuro siempre puede cambiar.

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Fue apartando telas de colores brillantes y oscuros, hasta que llegó al centro, donde el olor era más intenso y había una mujer extranjera con un maquillaje de ojos muy marcado. Le hizo señas con la mano para que se acercase y él, observando un poco a su alrededor, se terminó sentando frente a ella, dejando las manos sobre su regazo.

—¿Qué vas a querer?—Preguntó ordenando el mazo de cartas de tarot con un fuerte acento que Jungkook no supo identificar.

Miró nervioso los artilugios que habían esparcidos sobre la mesa vestida con una tela de terciopelo negro. Dos bolas de cristal de distintos tamaños, una baraja del tarot, péndulos, romero, cristales y piedras. Realmente nunca hubiese imaginado que en un parque de atracciones hubiese algo como aquello, era más bien típico de las ferias ambulantes.

 Parpadeó tratando de ignorar aquello y decidir qué escogería pronto, pues en el fondo no quería dejar a Jimin mucho tiempo esperándolo fuera.

—Mmm... Supongo que las cartas.

La mujer asintió y comenzó a barajar el mazo con manos expertas, sus anillos relucían bajo la ténue luz del lugar, todo se encontraba como en penumbra y Jungkook supuso que era parte de la escenografía, darle un aura de misterio.

—¿Tienes novia?—Preguntó de repente, aún no había terminado de ordenar las cartas.

—No.—Respondió Jungkook, tampoco pensaba aclararle que novia no iba a tener nunca, se supone que era ella la que tenía que averiguar cosas y supuso que era una forma de sonsacar información al cliente para saber lo que le tenía que decir.

"Ahora me dirá que pronto me encontraré con el amor de mi vida."

La mujer dejó el mazo en el centro de la mesa y miró a Jungkook.

—Haz tres montones, más o menos del mismo grosor.

Él le hizo caso, si no se equivocaba y se guiaba por lo que había visto en series y películas, de esos montones ella escogería las tres primeras cartas de cada uno, las pondría en el centro y se las leería. Pero para su sorpresa, las empezó a desplegar en forma de una especie de serpiente o nudo. Casi todas las cartas estaban boca arriba, dejando a la vista los dibujos y nombres. Él no entendía nada.

—¿Qué te interesa saber exactamente? ¿Quieres que te hable del pasado, el presente o el futuro?

Él se quedó estático por un momento, echó un rápido vistazo a todas las cartas sin tener ni idea de lo que significaba ninguna y optó por ser sincero.

—La verdad es que no lo sé, no creo mucho en éstas cosas.

La mujer sonrió sin mostrar los dientes y comenzó a darle vueltas a algunas cartas y a poner otras en un montón.

—Me has dicho que no tienes novia, pero veo que hay alguien a quien quieres y que también te quiere. Esa persona está pasando por un gran dolor.—Las cartas iban desapareciendo de su vista mientras ella las iba recogiendo entre sus manos, no lo miraba.—Deberías aprovechar el tiempo, chico, no sé en qué está metida esa persona, pero tiene un pasado y presente turbulento, la oscuridad la envuelve.

Jungkook tragó saliva, sus manos comenzaron a sudar y se repetía a sí mismo que todas esas cosas eran cuentos, que nada era real.

—Hazme caso, si te importa, aprovecha el tiempo. No sé si es por enfermedad u otra cosa, pero esa persona está en peligro y no puedo ver más de su futuro.

—¿Qué? ¿Eso qué quiere decir?—Su voz salió alarmada y la mujer lo miró con seriedad.

—Las cartas no me especifican nada, puede significar que no tiene futuro o que no tiene futuro junto a tí.

La sangre de Jungkook se heló y su rostro se tornó pálido. Quería seguir pensando que esas cosas eran puras tonterías, pero, ¿y si eran verdad? ¿Y si Jimin estaba en peligro? ¿Y si cuando saliese no estaba y ya no lo volvía a ver?

Se levantó de golpe, dispuesto a irse en su busca con rapidez, necesitaba saber que estaba bien, que lo estaba esperando en la misma posición en la que lo dejó al entrar ahí.

—El futuro siempre puede cambiar, chico. Depende de tus decisiones, tenlo siempre presente.—Dijo la mujer antes de que él saliese corriendo de la caseta, en voz alta, sabiendo que él la iba a escuchar.

"¡Jimin!"

                                                                                                   🌹

Ninette fumaba cerca de la ventana entreabierta de su despacho, fuera ya estaba oscureciendo y ella no podía quedarse quieta. Volvió a girar sobre sus finos tacones y miró a los chicos que estaban sentados al otro lado de su mesa.

—No sé en qué mundo viven Jimin y Taehyung, y si se creen que pueden hacer lo que les de la gana están muy equivocados.

Hoseok y Ginger nunca la habían escuchado ni visto así, aunque su rostro parecía impasible, su nerviosismo era evidente. Se había fumado tres cigarros desde que los mandó llamar, supuestamente para felicitarlos por su última y corta misión, pero ahí seguían, a espera de que la rusa les dijese el porqué los había llamado realmente.

—Tal vez están consiguiendo bastante información el día de hoy.

Ella rió sascástica mirando a Hoseok, que era el que se había atrevido a hablar.

—Me tendrían que traer información valiosa de medio Corea del Sur para que tuviese sentido su ausencia de un día completo.—Inhaló y soltó el humo, ya sin importarle si salía por la ventana o no.—Y os recuerdo que la misión de Min Yoongi ya solo le pertenecía a Taehyung.

—Puede que entre los dos saquen mayor información.

Ninette volvió a reír de forma amarga, en el fondo tenía ganas de agarrar a Hoseok por el cuello y decirle que dejase de decir tonterías para defender a sus amigos.

 Ella no era tonta, sabía que los Min y Jeon Kwang se llevaban bien, no era de extrañar que sus hijos también y algo le decía que sus chicos habían tenido la magnífica idea de jugar a las parejitas el día de hoy.  No lo sabía a ciencia cierta, pero estaba segura de que Jimin estaba con Jungkook.

Apagó la colilla en el cenicero de su mesa, quedando muy cerca de los dos chicos. Los miró a los ojos con intensidad y pudo ver en la mirada de la pelirroja aquel fuego desafiante que siempre había tenido.

—Quiero que les digáis una cosa a vuestros amiguitos. Ésto no es un juego, lo tenéis todo cuando estábais destinados a no tener absolutamente nada. Tenéis un compromiso de por vida.—Se fue inclinando hacia ellos a medida que iba hablando, con un dedo alzado mientras puntualizaba lo que decía.—Si algo se interpone en nuestros planes, cualquier cosa, será eliminado.

—No sabía que éramos asesinos, Ninette.—Las palabras salieron con rabia de la boca de Ginger, mientras no se permitía ni si quiera parpadear frente a la rusa.

Aquello la hizo reír, se incorporó de nuevo y caminó alrededor de su mesa para sentarse tras ella y luego miró de nuevo a los dos chicos. Sabía que la chica era inteligente y no le hacía falta especificar de qué, o quién, estaba hablando para que lo supiese.

—Hay muchas formas de eliminar a alguien sin necesidad matar, querida.—Sus ojos brillaron peligrosamente.—Pero ten por seguro que si todo lo que hemos construido corre peligro no me temblará el pulso.

Con ésto último dicho, dio por concluida su reunión y les indicó con una mano que se marchasen. La pareja se levantó en silencio y salió del despacho sin decir absolutamente nada. Cuando cerraron la puerta tras ellos se miraron a los ojos, en el otro encontraron lo mismo.

Miedo.

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¡Hola! Ya se está poniendo intensa la cosa, ¿creeis de verdad que Ninette es capaz de matar o es una simple amenaza?

Os leo, espero que os esté gustando.🌹


🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora