🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)

36. ¿Ya tuviste suficiente de correr tras el conejito, "Alicia"?

Cuando Jimin traspasó la puerta con las manos en los bolsillos del pantalón y la cabeza baja sus tres amigos, que lo habían estado esperando toda la mañana sentados en los parterres de flores, se levantaron de inmediato.

Había ansiedad en sus ojos, el rubio se quedó parado donde estaba, intercambiando miradas con ellos hasta que se abrió la puerta principal y Haru, uno de los chicos que había llegado a la Organización hacía menos de un año le indicó que entrase con él.

Los cuatro volvieron a intercambiar miradas y en silencio entraron en la mansión.

Realmente ninguno sabía qué decir, Ginger y Hoseok llevaban alerta desde el día anterior y no habían podido descansar mientras llegaban sus amigos, pero cuando solo vieron regresar a Taehyung su ansiedad solo pudo aumentar.

Los tres habían estado despiertos en la habitación de Taehyung y Jimin toda la noche, mirando por la ventana, enviando mensajes y creándose posibles escenarios en sus cabezas que no eran para nada agradables.

El rubio les lanzó una última mirada antes de entrar en el despacho de Ninette y cerrar la puerta tras él.

Una vez que Haru se marchó los tres amigos se pegaron lo más que pudieron a la puerta de madera oscura.

La rusa lo esperaba fumando un cigarro como de costumbre, aparentando tranquilidad, sentada tras su mesa. Le indicó con la cabeza que tomase asiento y el chico obedeció.

Los segundos se le hicieron eternos, solamente se escuchaba el tic tac del reloj de pared antiguo que había en el despacho y el sonido que hacía Ninette al soltar el humo por su boca.

—¿Te divertiste en tu escapadita?

Jimin se limitó a mirarla con el semblante serio y ella terminó su cigarro y lo apagó en el cenicero con una tranquilidad inquietante. Levantó la vista y chasqueó la lengua de forma extraña, para luego volver a acomodarse en su silla de nuevo y entrelazar sus manos.

—Creo que no hace falta que te diga qué cosas no tienes permitidas, Jimin.

Esperó a que el chico dijese algo, pero no obtuvo ninguna respuesta por su parte. Se levantó y caminó haciendo resonar sus tacones finos con fuerza, caminando cerca de él, como un tiburón que rodea a su presa.

—Querido, ¿puedo volver a confíar en ti?—Dijo con una voz más melodiosa de lo normal.—Porque quiero creer que solo has tenido ganas de jugar fuera un ratito y ya has vuelto a casa.

El rubio continuó impasible, sin despegar sus labios y sin mover un solo músculo. Ninette lo miraba atenta, se acercó a él y acarició un mechón del cabello del chico con sus dedos. Se agachó léntamente hasta que sus labios estuvieron al nivel de la oreja de Jimin.

—¿Ya tuviste suficiente de correr detrás del conejito, "Alicia"?—Susurró en su oreja, rozando levemente los labios contra su piel. Él siguió sin moverse.—Mira que no es bueno vivir mucho tiempo dentro de los sueños, cariño.

Depositó un beso en su oreja y el chico volvió la cara hacia el otro lado para apartarse, dejando a la vista la piel del cuello, que había estado oculta con el cuello de la camisa hasta hace un instante. Los ojos azules de Ninette se clavaron en las marcas que decoraban la suave piel de su antiguo amante.

—Así que realmente me sustituyó alguien, ¿no?—Dijo agarrando la tela de la camisa y tirando hacia abajo para dejar más expuesto el cuello de Jimin, dejando ver las marcas claramente.

Él se removió de nuevo, haciendo que ella soltase su ropa y se acomodó el cuello de la camisa. La rusa se apoyó en su mesa de espaldas, justo frente al chico, colocando sus pies entre las piernas de éste, ambos firmemente apoyados en el suelo.