10. Jeon Kwang (segunda parte)

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—Así que tú eres Park Jimin.

El señor Jeon parece estar analizando al rubio detenidamente y aunque Jimin suele ser impasible a ese tipo de escaneos después de tantos años de práctica, los ojos del padre de Jungkook parecen ser capaz de atrevesarlo, de ver a través de él y eso lo pone nervioso.

Traga saliva y el pelinegro a su lado, al darse cuenta, pone una mano encima de la de él por debajo de la mesa.

Ese movimiento no pasa desapercibido para Kwang, ni tampoco cómo Jimin desvía su mirada por un segundo para conectarse con la de su hijo y dedicarle una pequeña sonrisa, para luego volver a mirarlo a él.

—Jungkook me ha hablado mucho de ti. Te agradezco que lo estés ayudando con sus materias, tengo entendido que eres excelente en todo lo académico.

El señor Jeon aparta la vista, por fin, de su invitado y cierra el periódico para dejarlo a un lado y seguir desayunando.

—Bueno, podría decirse que tengo facilidad para los estudios.

—Entonces debe ser un tanto tedioso volver a repetir cosas que ya sabes para ayudar a Jungkook.

Vuelve a levantar la mirada hacia Jimin, y éste siente un escalofrío recorrer su columna vertebral, como si aquellas palabras tuvieran un doble sentido, como si supiese que no es la primera vez que estudia aquello.

—No me importa, a mi me sirve para repasar y me gusta ayudar a Jungkook.

El menor sonríe, apartando la mano que había posado sobre la del rubio para ponerse él a desayunar como su padre. Kwang observa la expresión de su hijo, parecía realmente feliz. Jimin imita a Jungkook.

—Aunque tus notas son excelentes, creo que tu beca es por deportes, ¿no?

Jimin asiente con la cabeza y termina de tragar lo que estaba masticando, para mirar de nuevo al señor Kwang.

—Me gusta el deporte.

Jungkook asiente a su lado, sabe que Jimin disfruta en las clases de Educación Física, podría pasar horas mirando al rubio jugar a baloncesto, subir la cuerda, saltar el potro, correr...

—¿Hay algo que se te de mal, jovencito?—Pregunta el señor Jeon uniendo sus manos por debajo de su barbilla y con una sonrisa.

A Jimin se le quita el hambre al verla, su expresión, su postura y sus ojos le gritan que esté alerta.

"Lo sabe."

Trata de parecer un chico inocente y le sigue el juego, simulando estar avergonzado.

—Bueno, no se me dan muy bien las clases de arte. Esa es la especialidad de Jungkook.

El nombrado agacha la cabeza tímido y muerde un poco su labio inferior. Kwang los observa a ambos y contiene un suspiro cuando ve cómo las mejillas de su hijo se colorean mientras le da un codazo al rubio.

—A Jungkook siempre se le dio bien dibujar, muchos piensan que ha asistido a clases, pero no es así. Supongo que haber crecido rodeado de arte inspiró su espíritu creativo.

La última frase tenía un aire distinto, a Jungkook no le resultó extraño, pero a Jimin sí. Se preguntó qué era lo que sabía Jeon Kwang. Tal vez en ésta ocasión Ninette no había atado bien todos los cabos y había descubierto que Park Jimin no existía.

 O tal vez la mansión tenía cámaras por todos lados, aunque él no llegó a verlas y había sido descubierto en su excursión nocturna.

Jungkook se levantó de su asiento, haciendo que los otros dos lo mirasen inmediatamente.

—Voy al baño y nos vamos, ¿de acuerdo? No quiero llegar tarde al examen.

Jimin asiente y deja sus cubiertos sobre el plato medio lleno. Cuando el joven Jeon desaparece del comedor su padre se inclina sobre la mesa y observa a Jimin, que le devuelve la mirada con cautela.

—Apenas has comido nada.

—No suelo desayunar, señor Jeon.—Miente, tratando de fingir una sonrisa tímida.

—Vaya, deberías cuidar tu alimentación, al fin y al cabo aún estáis en pleno crecimiento.—Comenta limpiándose la boca con la servilleta de tela con aquel tono de nuevo, que hace que Jimin quiera salir corriendo.—Y aún más si tienes que mantenerte en forma por el deporte, ¿no crees?

—Lo tendré en cuenta, señor Jeon.

"Lo sabe. Lo sabe. Lo sabe."

—¿Nos vamos?

Jungkook aparece en la puerta del comedor como su salvación y él se levanta y coge las mochilas de ambos, que habían dejado en la silla vacía de al lado de Jungkook. Jimin se da la vuelta y le hace una inclinación de cabeza al señor Jeon, que se ha puesto en pie también.

—Encantado de conocerlo, y gracias por dejarme dormir en su casa.

—Igualmente. Y gracias a ti por estar tan pendiente de mi hijo.

Jimin nota su semblante palidecer ante esas últimas palabras y sabe que Kwang se ha dado cuenta. Vuelve a inclinarse y se marcha cargando las dos mochilas, haciendo que Jungkook intente quitarle la suya de camino al coche de Namjoon.



🌹Dangerously🌹(Jikook)-(COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora