CAPITULO 1

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°Espero cambiar mi vida°

El Castaño suspiro cansado dejándose caer sobre la silla, su amigo se acercó de inmediato al verlo salir de la oficina de su jefe, le dio pena ver al pobre chico con una vida ya difícil y ahora con un jefe prepotente.

¿Tan mal van las cosas ?- aquella pregunta era de todos los días y la repuesta era siempre la misma

El niño me odia y su padre desea mi muerte - respondió Saint con frustración, cada día estaba más cansado

Yo también lo haría, le quitaste a su esposo -

No tienes que recordármelo todos los días ¿Sabes? - alegó alborotando su cabello - soy un Omega, el un alfa, no cualquier alfa sino mi destinado !

Nunca voy a entender eso - interrumpió - aún así no dejes que te afecte, el jefe te tiene en la mira - susurró

Lo sé - miró hacia la puerta, allí dentro estaba una de las causas de su dolor de cabeza - aveces desearía ser un beta como tú

Llevan un año saliendo ¿Dudas de el ? -

Zee, el lo ama, ellos se..., tal vez la madre luna lo eligió como mi pareja pero ya es raro que un Omega encuentre a su destinado-

Y ¿Porqué no lo dejas ? -

¿Crees que no lo hemos intentado ? Podría morir, mi lobo me haría sufrir. -

Entonces ...¿Que harás ?-

Quiero que se enamore de mi, si ya duramos un año quiere decir que al menos le gustó ¿No? -

Un hijo !- alzó la voz emocionado

¿Estás demente ? El ya tiene uno y Mark pensara que lo hago para atar a Perth o incluso peor que trato de quitarle el cariño a su hijo Krit -

Pero es la verdad - Saint lo miro molestó por su comentario - me refiero a tener a perth.

Quiero su amor - corrigió  - pero no de esa manera

Oh vamos, si Mark puede jugar sucio ¿Por qué tu no? -





Oh vamos, si Mark puede jugar sucio ¿Por qué tu no? -

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Saint Suppapong es un Omega de veintiséis años, era modelo de una empresa cuando le tocó trabajar con un alfa de cabello negro al igual que sus ojos, estaba maldiciendo su vida pues todos sus amigos presumían sus compromisos mientras que el seguía soltero desde que termino la universidad, el clima era un asco afuera, se le había olvidado poner el despertador por lo que llegó tarde y recibió sermones de su jefe además de que no había podido comer nada en todo el día, ser modelo implicaba un buen cuerpo para cumplir los estándares tontos de belleza que debía tener un Omega. Ahora trabajaba en una compañía, nunca imagino terminar detrás de un escrito redactando las noticias que día a día llegaban de a montones, la cuidad, no el país o mejor dicho el mundo estaba hecho un asco en todos los ámbitos.

Tenía ganas de ahorcar a alguien, golpear algo o gritar, su jefe era arrogante, un alfa que creía ser superior por su rango y para terminar menosprecia a los omegas, ¿En qué rayos pensaba cuando entró a trabajar para el?, Deseaba llegar a casa, tirarse en la cama dejando que las sábanas lo envolvieran y el alfa que tenía le diera cariño, dormir hasta el siguente día.

Pero como siempre todo estaba contra el, al llegar a la puerta dos olores que ya reconocía lo invadieron, suspiro preparándose mentalmente para lo que vería allí dentro.

Llegue - anuncio abriendo la puerta, una escena familiar lo recibió, dibujo una sonrisa incómoda en su rostro al ver a el Omega y a su hijo viendo televisión

Hola Saint - saludo el Omega castaño y cabello largo  - Krit quería ver a su padre, espero no te moleste, terminando el programa nos iremos

Hola Mark - se tragó su enojo y mostró los dientes mientras sonreía - está bien, oh porque tan rápido deberían quedarse a cenar también

No es necesario - intervino perth notando el sarcasmo en su invitación - estás cansado ve a acostarte te llevaré algo de tomar

Será mejor que dejemos la caricatura para otro día - dijo Mark el doble de incómodo, no le gustaba tener que estar en la misma habitación que la nueva pareja de su ex esposo.

No, no quiero - lloriqueo en pequeño Krit - papá quiero verla - se dirigió a perth esperando que este aceptara

Podemos verla en casa Krit, te haré palomitas y un delicioso chocolate - propuso Mark sonriendo al niño

No quiero - respondió infantil

Krit mañana podemos ...-

Quédate con ellos y terminen de verla, yo iré a dormir - interrumpió Saint, lo que menos quería era darle razones al pequeño para que lo odiara. Krit sonrió y se abrazo a su padre perth volviendo su atención a la televisión.

Perth sonrió, tenía a un Omega que lo entendía, estaba agradecido por ello. Susurró un débil gracias que solo Saint pudo leer sus labios y devolverle  la sonrisa para ir a su habitación y dormir.


I hope to change my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora