Capítulo Veinte.

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Leer nota del final! Disfruten. 

Cuando se levantó, el espacio a su lado estaba vacío y por la temperatura sabía que hacia horas que Skylar. Aprovecho el tiempo que tenía para prepararse para el día. Duchado y arreglado se dirigió a la cocina donde encontró a Skylar, vestida y cocinando el desayuno con AK a su lado tomando todo lo que caía del mesón:

—Buenos días, hermosa.

—¡Hola! Prepare panqueques, espero te gusten.

—Despertar y verte en la cocina. Puedo acostumbrarme a esto. —beso su mejilla y tomo asiento en uno de los taburetes que estaban dispuestos alrededor de la encimera. —Si todos los ingredientes estaban seguramente sí, pero es muy probable yo no supiera como hacerlos.

— Mmhm, no pareces ser una persona entregada a la cocina para todos los ingredientes y utensilios que tienes.

—Y no lo soy. No te equivocas, solo que muchas de las cosas vinieron con la casa y mi ama de llaves es la encargada de la lista de compras.

—¿Tienes un ama de llaves?

—Sí, no pienses mal, solo que paso mucho tiempo fuera y por más que cuente con mi vecino para cuidar de AK, no siempre puede y alguien se tiene que encargar de este grandulón. —paso sus manos por su pelaje.

—¿Sabías que tu casa tiene un estilo muy hogareño? Eso me agrada. —sentándose frente a él sonríe.

—Si, lo sé. Me dio la misma sensación cuando la vi la primera vez. Cuando la compre me di cuenta que era perfecta para una familia, ¿No crees?

—Si, sin duda tienes el espacio.

—Sí, es espaciosa, iluminada, tiene el jardín para AK. Espero algún día ver a mis hijos correr por ahí. ¿Te imaginas con hijos? —No estaba seguro de porque hizo la pregunta, pero estaba claro que ella podria ser la típica mamá futbolera.

—No lo se, supongo que en algún punto. ¿Quieres hijos pronto?

—Bueno, no inmediatamente, pero ya tengo treinta y seis, no quiero ser uno de esos padres que tienen cincuenta años y su hijo cinco. Quiero disfrutar de ellos.

—Eres exagerado, ¿sabías que eres ocho años mayor que yo?

—¿De verdad? —no había imaginado que tuvieran una diferencia de edad tan marcada. —¿Te molesta?

—No, es decir...— se puso de pie para dejar los platos usados en el fregadero y camino hasta posicionarse entre sus piernas. — nunca tuve problemas con los años, eso no define a una persona, ¿te molesta a ti?

—Creo que eres la persona más joven con la que he salido, pero estoy bien con eso. —envolvió sus brazos en su cintura y enterró su rostro en la curva de su cuello haciéndole cosquillas con su barba. —Luces exquisita hoy. —estaba vestida con unos pantalones negros que se amoldaban a su cuerpo y una camisa mostaza que dejaba entrever la curva de sus senos. —¿Vas algún lugar?

—No. Tengo cita en el dentista y luego pensé en ir a comprar unas cosas para la barbacoa de mañana.

— Mmhm me parece bien, te acompaño entonces.

—No, voy yo sola.

—Sky...—sabía que la conversación dulce y tranquila de hace un momento, se tornaría a una mucho más áspera.

—Sky ni nada, no voy a dejar de vivir mi vida por quien sea que este molestando.

—No quiero que dejes de vivir tu vida. Quiero que seas precavida.

La amenaza más dulce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora