Capítulo Veintitrés.

38 7 1
                                    

Robert se había ido esa mañana y Skylar ya lo añoraba. Desde que estaban viviendo juntos no habían pasado mucho tiempo alejados y saber que tendría que dormir esta noche sin él a su lado hacia que su corazón se rompiera un poco.

También tenía miedo.

Robert la había ayudado a mantenerlo a raya y no dejarse llevar por él, pero si era completamente honesta no podía negar que si pensaba en su acosador comenzaba a temblar. En un principio había pensado que ya no iba tener más noticias de él cuando vio que no recibió más cartas o flores, pero se había equivocado.

El día de la barbacoa todo había transcurrido bastante bien, no queriendo ser la única mujer, así que invito a sus amigas para que compartieran con ella y Robert, además de conocer oficialmente a sus amigos. El vino, las cervezas y la buena comida habían ayudado a que la noche fuera aún mejor, rieron, hablaron y se divirtieron pero cuando se había parado para buscar el postre en la cocina su teléfono sonó con una notificación. Era un mensaje de un número desconocido, sospechando lo que podria ser, lo abrió de todas formas:

"Sky...Sky. ¿Te estas divirtiendo?" enseguida llego otro. "No importa que juegues un rato con él, no me importa que estés rodeada de hombres, porque pronto, pronto tú y yo estaremos juntos. Como el cielo y el sol. No adviertas a nadie que te escribí, ellos solo quieren alejarnos, pero tú y yo, Sky estaremos juntos, me encargare de todo aquel que quiera separarnos, sea como sea"

Sabía quién le escribió y era claro lo que ese mensaje implicaba. Si avisaba a alguien era capaz de herirlo y lo que la hizo perder los tiempos fue saber que los estaba observando, que sabía que estaban reunidos.

Desde ese día había estado siendo más precavida que antes. Miraba cada dos por tres sobre su hombro y se sobresaltaba con cualquier cosa.

Intento distraer su mente en la cocina, hablando con sus amigas y pasando los días con Robert, pero su acosador no dejo de enviarle mensajes, haciéndole saber que la observaba a cada paso que daba.

El día que sus amigas le sugirieron que fuera de compras a por un vestido no estaba segura de querer exponerse de ese modo, pero la convencieron de hacerlo. Robert había insistido en que Josh fuera con ellas como precaución y a pesar que se resistió un poco al principio acepto, también por su propia tranquilidad.

Estuvieron en la tienda donde trabajaba Sam en la sección más elegante, sus amigas la llevaron al tocador y se dispusieron a pasarle prenda por prenda sin que ella tuviera voz o voto. Apenas entraron Josh se había sentado en uno de los mullidos muebles color azul y las observaba con una mueca que dejaba en claro que preferiría estar en cualquier otra parte menos aquí.

Dylan le hablo a través de la puerta:

—Bien, entre las tres elegimos un top diez, — se escuchó el gemido de Josh. — como decía, elegimos los diez más bonitos y sensuales. Pruébate cada uno de ellos y nosotras estaremos afuera esperando para verte. Si necesitas ayuda, grita.

Le paso los primeros tres: uno era sin mangas, negro y llegaba hasta el suelo en cascada, el segundo era rojo y con encaje, el ultimo era de un color blanco satinado, largo, con la espalda abierta y un cuello halter.

Fueron descartados apenas los vieron.

El segundo trio eran vestidos sobre la rodilla, dos de corte corazón y uno recto. Cuando se probó el último con corte de corazón, le gusto era lindo, negro, sencillo y con un poco de brillantes.

—Es bonito. —exclamo Eli. —Me gusta cómo se ven tu cintura.

—Sí, este puede ser. —apoyo Sam

— Mmhm, no lo sé. Déjalo para los últimos tres y los comparamos con los otros dos que seleccionemos.

—¿Qué? —pregunto Josh. —Fueron diez vestidos y este que le queda bien, le gusta y es bonito ¿no está aprobado? Si le gusta a Skylar que se lo lleve. —confronto a Dylan.

La amenaza más dulce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora