La amenaza más dulce.

Capítulo Veintiseis.

Su cabeza y hombros latían ferozmente.

Había tenido que dejar a Sky sola mientras buscaba al saboteador. Derek había visto a alguien alrededor del escenario y era su deber asegurarse que no sucediera nada, si el dolor en su cuerpo y aturdimiento eran una pista, al parecer había fracasado en eso. Con su mente nublada intento ponerle orden a los sucesos.

Había llegado a la carpa junto a Nathan, Derek ya estaba allí también y unas cuantas personas más de su equipo de seguridad.

—¿Qué tenemos?

—Lo vi a través de las cámaras, no logro reconocer quien es y se está ocultando bastante bien de ser visto, pero logramos captar un perfil. —Habla Nathan. —La última vez que la cámara lo capto estaba por la zona sur del escenario.

—Bien. —Señalando a su equipo ordeno. —Derek encárgate de que los músicos no estén cerca de cualquier estructura o ventanas. Nathan llévate a Carlos y su equipo a la zona sur, Liam, —señalo al hombre de su equipo. —tu, Tom y yo nos quedaremos aquí para evitar que alguien entre y en caso de que el sospecho vuelva. Derek.

—Bien. Es un hombre de alrededor un metro setenta, vestido de traje, cabello oscuro y lunar en el lado izquierdo de la cara y una pequeña cicatriz en la ceja del mismo lado. —paso la Tablet entre el grupo con la imagen del sospechoso. —No sabemos si esta armado pero debamos ir con cuidado, no queremos sorpresas. ¿Soy claro?

—Nuestro deber es proteger la fiesta y los invitados, primordialmente ellos. No quiero civiles en los alrededores, la banda que se tome un descanso y evitemos que los invitados noten cualquier cosa. Nos comunicaremos por radio. —señalo Robert. Cuando todo su equipo estuvo de acuerdo dio la señal para que partieran.

Camino hasta el escenario diciéndole a la banda que se tomara un descanso por orden de Marie, al no haber nadie en la carpa no les pareció descabellado dándole a Robert la excusa perfecta. Si sus sospechas eran ciertas él sospechoso volvería a la carpa principal. Era donde se juntaban todos los invitados y era la escena o atractivo principal del evento. En el poco tiempo de investigación que habían tenido no habían descifrado nada sobre quién o porque querían perjudicar al viñedo.

Vio a Liam ubicado en la salida lateral derecha y a Tom en la izquierda, dejándolo a él en el centro. La banda estaba apartada del escenario bebiendo agua y refrescándose. Podía escuchar por el auricular de su oreja conectado a la radio que Ninguno de los dos grupos había tenido éxito encontrando al sujeto. Con una maldición giro para caminar hacia la parte trasera del escenario cuando el movimiento de las cortinas altas le llamo la atención. Unos zapatos de vestir se dejaban entrever por el dobladillo de las cortinas, así que acercándose sigilosamente para evitar anunciarse a la persona se acercó por detrás.

Frente a él, un hombre de cabello castaño se adaptaba a la estatura de su sospechoso. Cuando pudo vislumbrar el rostro de perfil confirmo su identidad.

El sospechoso estaba cerca sobre el andamio de luces mirando hacia arriba, a medida que se acercaba escucho que hablaba:

—¿Ya están ubicadas, Smith? Jake dijo que el dispositivo debajo del escenario estaba listo para caer en cualquier momento. —Hablo a una radio en su mano y alertándolo de que no estaba trabajando solo.

—Sí, si, Thomson. Apenas entren todos, esta belleza hará su trabajo y caerá.

¿Caerá? ¿A qué dispositivos se refieren? No creía que fueran bombas, por lo menos no de alto alcance, la investigación preliminar no arrojo evidencia de querer herir a alguien. Ninguno de los accidentes provocados fue con ese fin.

—Bien. Esa vieja y su pretenciosa familia aprenderán a no meterse con nosotros. Sin duda esto les arruinara cualquier posibilidad de encontrar otros inversionistas. —¿Acaso todo esto era por una riña de negocios? Agitando su cabeza avanzo hacia el castaño, bautizado idiota. No solo por la patética excusa para provocar los accidentes, sino también por llamar a Marie "vieja"