Capítulo Veintidós.

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El martes siguiente a la barbacoa él y sus amigos estaba esperando a Adam en Pekerbell Segurity, había conseguido contactar con él y le había pedido que se reunieran. Robert sabía que lo mejor era atraer al enemigo a una zona que sea desconocida para él.

Eran las cuatro de la tarde cuando Adam atravesó las puertas de la agencia, cuando los vio a todos se detuvo:

—¿De qué trata esto?

—Toma asiento Adam, por favor. —señalo la silla que estaba frente a él.

—Lo siento, estoy en desventaja aquí, ¿Quiénes son ellos? —Derek cerró la puerta a su espalda. —¡Ey!

—Son mis socios. Queremos hablar contigo.

—¿Qué quieres?

—¿Por qué estas aquí?

—¿Disculpa? tú me llamaste.

—Me refiero a porque estas en Chicago.

—No es tu problema. Me largo de aquí. —se levantó dispuesto a irse pero unas manos sobre sus hombros lo detuvieron devolviéndolo a su asiento. —Déjenme salir, voy a llamar a la policía.

—Interesante que los menciones, Viktor y Josh aquí son oficiales.

—¿Qué mierda quieres? ¿Para qué armaste este teatro?

—Porque desde que tu apareciste en la vida de Skylar, también lo hizo su acosador.

—¿Qué? —tenía que darle crédito, verdaderamente parecía sorprendido.

—Sí y sabemos que tú no tienes un expediente muy limpio. —le extendió una foto de él en la oficina del sheriff.

—Estuviste involucrado con drogas, agresión y ¿ahora acosas? —intervino Josh. — ¿Eso sería bajar o subir la apuesta?

—¡Eso fue borrado de mi expediente! ¿Cómo lo conseguiste?

—Mis muchachos saben lo que hacen. ¿Por qué acosar a Skylar?

—No sé de qué mierda hablas, yo no la estoy acosando.

—¿Ah no? —Nathan levanto la vista de su tableta. — Tu historial de búsqueda y llamadas dice otra cosa muy diferente.

—¿Me hackeaste? —Miro a todos en la sala— Están dementes, esto es ilegal.

—¿Josh tú ves que sucede algo ilegal en la habitación? —pregunto Viktor.

—No. Solo somos un grupo de amigos hablando. ¿no crees?

—Si, —Viktor le dedico una sonrisa helada. —solo hablamos.

—¿Vas a decirme porque el nombre de mi mujer está en todas tus búsquedas?

—No es tu maldito problema.

—¡Te equivocas! Desde el momento que escribiste en el buscador su nombre se convirtió en mi problema. —Se levantó de su asiento y fue hasta donde Adam quien se había levantado de su silla. Enfrentándolo: —¿Por qué coño estas detrás de ella? No me hagas volver a repetirlo y no intentes nada estúpido —agrego cuando sus ojos recorrieron la habitación en busca de alguna salida—de aquí no vas a salir en una pieza si continuas sin hablar.

Por unos minutos la habitación se llenó de silencio, se escuchaban las respiraciones aceleradas de Robert y Adam mientras se miraban fijamente.

Robert no amenazaba en vano, era capaz de golpear en sitios dolorosos sin causar verdadero daño y si el hombre parado frente a él era el causante del miedo de Skylar se iba hacer cargo de una vez por todas.

La amenaza más dulce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora