Esas dos simples palabras que se repetían como un disco rayado en la cabeza de la selección española.
Lo único que rondaba la cabeza de Pau era un nombre, el de su mejor amiga, Atenea. No paraba de pensar el si hubiera llamado antes a la policia o si hubiera impedido que ella colgara la llamada, pero no pudo ser y se dio cuenta tarde cuando recibió esa llamada, que significaría el adiós a los momentos vividos en la Eurocopa y en Tokio junto a Atenea, el no poder ver series juntos y discutir qué personaje era el mejor o el peor, o simplemente el bañarse en la piscina a las tantas de la noche... Ese día Pau perdió a su mejor amiga, ese día perdió a su alma gemela.
Eric se encontraba mirando fijamente a la pared sin creerse lo de Atenea, no paraba de pensar el que hubiera pasado si se hubiera ido con ella como Pedri le dijo después de acabar el reconocimiento, pero se negó y espero al canario, y se culpaba a él mismo de lo sucedido. Piensa y no para de pensar que nunca volverá a tener a su luchadora favorita junto a él y eso hace que se hunda cada vez más en la culpa.
Álvaro Morata pensaba, mientras miraba una foto de toda la familia de aquel día en la playa el que hubiera pasado si se hubiera llevado a Atenea con él a Italia después de que terminaran los Juegos Olímpicos, pero se queda en eso en un simple que hubiera pasado... Y ahora él se encontraba con un vacío en el pecho del que nunca nadie podrá llenar de nuevo porque ese espacio era de ella, de su pequeña guerrera, que a pesar de todo lo que sufrió siguió con esa sonrisa que enamoraba a cualquiera, y tan solo queda ese álbum de fotos en familia que se quedará a la mitad porque Atenea ya no estaba y sin ella la familia no estaba completa.
Adriana Cerezo se aferraba a su madre sin asimilar que ella se hubiera ido, esa persona que fue y sigue siendo su modelo a seguir, que desde el primer momento la trato como una hija. Adriana solo pensaba en los momentos vividos junto a ella, fueron pocos y la taekowndista se arrepiente de no haber pasado más tiempo con ella. Y por desgracia Atenea nunca llegará a saber que Adriana ganó la medalla de oro en parís y que fue gracias a ella, ya que se prometió a sí misma ganarla por Atenea, por la promesa que tenían y por la persona que estuvo desde el segundo uno con ella.
Y Pedri... Pedri se sentía vacío, sin un rumbo fijo, sin nada a lo que apoyarse. Nunca olvidará ese día, esa hora y ese minuto en el que los médicos daban por imposible el devolverle la vida a su novia, ese día murió una parte de él. No para de culparse, de pensar el si se hubiera quedado ese día en casa con ella nada de esto estaría pasando, Pau y Eric tendrían a su mejor amiga, Álvaro a su hija, Adriana a su segunda madre y él al amor de su vida. Y ahora todo se resume en dolor, todo le recuerda a ella, y todos sus recuerdos junto a ella son pura felicidad pero ahora solo siente dolor y culpa. Ya no serán Pedri y Atenea la pareja perfecta, ahora será solo Pedri.
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Buenas!!! Espero que os guste🥰 Y ya me despido de esta historia, muchísimas gracias por el apoyo recibido y por el cariño, eternamente agradecida✨❤️
