Atenea se encontraba en su habitación acompañada de Adriana ya que la más pequeña estaba nerviosa y con miedo ya que eran sus primeros juegos y no quería decepcionar a nadie. Hasta que de un momento a otro Pedri entró por la puerta.
-Estás muy guapa así pero cámbiate de ropa iremos a cenar- dijo viéndola con un moño, sus gafas y con un chándal.
-¿A donde?- pregunto confundida.
-Es sorpresa, déjate de preguntas y vamos que te espero abajo.- se despidió de ellas y se marchó por la puerta.
-Bueno Adri, estaré apoyándote junto con tu entrenador no te preocupes por eso, lo harás muy bien.- dijo abrazándola.
Cuando la taekwondista había abandonado la habitación, la luchadora se dispuso a elegir la ropa. Eligió unos vaqueros anchos y un top blanco, cuando ya estaba lista bajo a la recepción y se encontró con Pedri.
-Ya estoy aquí- dijo mientras le daba un beso.
-Estás preciosa- dijo admirándola- pongamos rumbo a nuestra cena.
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-Dios mío Pedri, esto es precioso- dijo admirando las vistas, estaban al otro lado de la villa olímpica, se podía apreciar los edificios de cada país, separados por el río.
Se sentaron en una mesa y pidieron de cenar.Tras varios minutos de risas, Pedri se quedó callado admirándola.
-Atenea- dijo llamando su atención- quiero agradecerte por todo lo que has echo, no hemos pasado mucho tiempo juntos que se diga, pero lo que hemos pasado juntos es lo mejor que me ha podido pasar. A pesar de todo por lo que has pasado sigues aquí dándolo todo. No paraste de luchar por tus sueños hasta que los cumpliste, aunque todavía te queda ganar una medalla en los juegos. Eres el apoyo de muchos por ejemplo , estás siendo para Adriana ese apoyo maternal que no pudo acompañarla, de verdad todo aquel que se cruza contigo tiene mucha suerte. Y para suerte la mía ya que estás saliendo conmigo.
-Pedri- interrumpió la luchadora entre lágrimas- te amo mucho.
-Yo también te amo- dijo levantándose ha abrazarla- después de los juegos vente conmigo a Barcelona.
-No se- respondió insegura.
-Estaría más tranquilo si estás conmigo hasta que puedas volver a entrenar, no quiero que estés en Madrid sola. Además mi hermano quiere conocerte.
-Pero si ya le conozco- dijo confundida.
-Como mi novia- dijo divertido.
-¿Me acompaña mañana a ver a Adriana?- pregunto con un puchero.
-Me parece bien- la respondió.
Siguieron toda la noche así hasta que decidieron poner rumbo al hotel. Cuando entraron, entraron en silencio pues no querían despertar a Martin, se cambiaron, Atenea puso una alarma para no llegar tarde al combate de Adriana y se fueron a dormir.
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Este capítulo es de relleno pues quería poner algo más de la relación de Atenea y Pedri. Sobre la historia del futbolista hay cuatro opciones elegir la que queráis y el que más comentarios tenga será el de la siguiente historia.
