Capítulo 8

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La mañana del sábado ya había comenzado de la manera más desastrosa para Chan.
Así que desesperado, buscó una de sus remeras negras en el armario al repararse de que en unas horas tendría que encontrarse con Felix en un sitio que aunque buscó la dirección, desconoció por completo.

Para sumarle una complicación más, en el momento que fue a encender el motor de su motocicleta no arrancó de manera debida y por ende, terminó por llevarla al mecánico para que le hicieran una revisión.
No era su intención ir al sitio de trabajo en su día libre, pero tampoco le fue un problema mayor.
A fin de cuentas era su segundo hogar.

Definitivamente, el tiempo no estaba a su favor y más cuando al corroborar la hora, se dió cuenta de que llegaría tarde al lejano sitio acordado.

"Esto no puede estar pasando"

Fue así que con el malhumor asomándose en su ser, se aventuró al desconocido paradero atravesando un ligero escalofrío por el marcado y autoritario "no llegues tarde" del rubio.

Patético, así se sentía.

                            ...🎭...

Felix visualizó la figura del mayor avanzando con pasos rápidos hacia su espera y se preguntó por qué venía caminando.

—Llegas tarde—puntualizó en un bajo tono y a continuación levantó una de sus cejas—Si mi memoria no me falla. ¿No te he visto que tienes moto?

—Podrías haberme citado en un lugar más cerca y con respecto a ello, mejor ni hablar—Chan espetó despacio, regulando la respiración por la reciente maratón—¿Y este lugar?

Añadió mirando el entorno con cierto descontento.

—Es un invernadero—comenzó Felix—Son recintos donde hay mucha constancia de temperatura, humedad y otros factores ambientales que favorecen el cultivo de plant-

—Sé muy bien lo que es un invernadero—Chan interrumpió en un tono brusco—¿Cuál es la causa de estar aquí?

—La causa la descubrirás cuando entremos—respondió el menor con una forzada sonrisa—camina.

Felix ordenó, alzando su brazo hacia el frente donde señaló la entrada de dicho recinto.

—Como ordene mi príncipe.

Para no ser menos, Chan respondió en un burlón tono y fingiendo una breve reverencia, caminó siguiendo los pasos del contrario.

                               ...🎭...

Los muchachos comenzaron su trayecto por el laberinto de plantas.

Por un lado, el menor se mostró atento a las distintas especies.
Sin embargo, por parte del mayor no se apreció mucho interés por el terreno de vegetación.

—Uno de mis pasatiempos es la jardinería y me gusta frecuentar este invernadero para aprender más técnicas sobre el cultivo y cuidado de las plantas.

El menor comenzó en un tono tranquilo. Mirando su entorno con pupilas vívidas.

—Así que—el pelinegro vaciló—...tienes interés por las flores.

—Sí—el rubio afirmó y sus ojos se clavaron en el chico a su lado—¿Algún problema?

—No, pero siempre pensé que esta actividad era para mujeres—el mayor le restó importancia al tema—No creo que un hombre sea muy bien visto adorando flores—agregó, siendo incluso despectivo y soltando una corta carcajada, miró al rubio. Grave error—igual no te juzgo. No te preocupes.

Colisión escénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora