Capítulo 3

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El bullicio y disconformidad por la inesperada noticia se hizo latente en cada espacio del club.

En principio Lee Felix que, tratando de calmar su irritación y la del resto de los jóvenes, avanzó hacia el profesor con intenciones de dialogar el reciente tema.

—Profesor, no me parece sensato hacer este abrupto cambio en la obra que se viene preparando desde principio de año sin siquiera un aviso previo. Es decir, usted es el profesor y puede hacer o deshacer escenarios, pero como bien nos ha enseñado, las decisiones también involucran al grupo—pausó, buscando las palabras correctas—Sabe que llevamos un ritmo y ahora ello se verá perjudicado por esta alteración a causa del incompetente alumno que con todo respeto, solo vendrá a perjudicarnos.

El hombre de mediana edad que, hasta ahora no había mirado al joven, se sentó cargando mucha tranquilidad y mostró una fina sonrisa que amenazó con terminar la paciencia del rubio.

—Entiendo su enojo Lee Felix y como el representante de la clase estará disconforme con los cambios realizados—el mayor comenzó sin apuros—Sin embargo, me parece una excelente idea para darle paso a otros horizontes y hasta dejar un mensaje tanto al público como también una enseñanza para ustedes.

—No quiero ofender con lo que diré profesor, pero creo que usted ha querido hacer una buena obra sólo porque viene un ajeno a nuestras clases con la intención de sorprender y me parece bastante innecesario—Felix enfrentó a su mayor sin pestañear—y no me mal entienda, sabe que no tengo problema con orientar o aceptar cambios. Pero me molesta que se estén cambiando las rutinas que ya muchos llevamos desde un comienzo sólo por su comodidad—añadió sin alejar la mirada del contrario—No voy a estar de acuerdo en esta decisión si mis compañeros se sienten incómodos.

El ambiente se volvió tenso en cuestión de segundos.

El mayor no dejó de observar a su alumno con un semblante recto y el menor no se sintió intimidado en ningún momento.

Felix era de los únicos miembros del club que no tenía problema en plantarle cara a su profesor.
Siempre yendo directo al punto, sin vacilar.

—Voy a aclarar dos asuntos, primero esta decisión no tiene que ver con el alumno del castigo, ha sido decisión mía porque aún mando en esta clase. Que seas de los mejores estudiantes del club no te da el derecho de creer que puedes darme órdenes. ¿Ha quedado claro?—el profesor declaró sin dejar su posición firme y autoritaria—Segundo, si no le gusta esta nueva movilidad es tan fácil como irse del club y listo. Aunque no quiero llegar a esos extremos Lee, siempre te adaptas muy fácil a los cambios.

—No le ordené nada, pero para la próxima debería ser más profesional y responsable al respecto.

—Bien. ¿Tiene alguna otra queja?

—No, solo una pregunta. ¿Cuándo llega el estudiante del castigo?

—En la próxima hora, por hoy solo lo presentaré al grupo.

Felix asintió y sin más opciones se giró para volver con sus compañeros.

Sin embargo, el profesor volvió a llamarle la atención.

—Felix, sabes que tienes que orientar al nuevo miembro. Confío en que lo harás bien.

—Por supuesto, no tiene que dudarlo.

                             ...🎭...

Chan avanzó por los pasillos del instituto con dolor de cabeza por el gran malhumor a causa del comienzo de su nuevo martirio.

En media hora tenía que estar en el club de teatro y el sermón que le había dado su hermano en la mañana seguía resonando en cada rincón de su mente.

Colisión escénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora