Capítulo 26

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En cuanto Chan llegó de su jornada extensa de trabajo, no pensó siquiera un segundo en dejar sus pertenencias y dirigirse al cuarto de su hermano menor.

No sabía exactamente cómo empezar una conversación decente sin ser echado a patadas, pero por primera vez tenía la necesidad de intentarlo.

Por obvias razones, golpeó la puerta de la habitación del menor en repetidas veces sin obtener respuesta.
Hasta que segundos más tarde la irritante voz se escuchó.

—Si no respondo es porque estoy durmiendo o no quiero recibir a nadie. Adiós.

—Agradece que el que está detrás de la puerta soy yo y no mamá porque te volaría un zapato por la cabeza.

—¿Christopher qué mierda quieres? Vete.

—Vengo con buenas intenciones. ¿Me puedes abrir la puerta?

—No.

La negación del menor fue firme y renuente.

Sin embargo, Chan no se iba a quedar de brazos cruzados.

—Bien, ya que no lo harás te dejaré el mensaje por aquí—Chan suspiró antes de apoyar su espalda en la puerta—Felix está muy preocupado por vos. Se ve muy apagado por tus ausencias y actitud desde la pasada discusión. ¿Por qué estas actuando así?

—No es de tu incumbencia.

—Qué cobarde eres Seungmin—Chan siseó—¿Tanto que me amenazaste con alejarme de él y ahora lo haces vos? Una actitud muy inmadura de tu parte.

—Habló el más maduro de los dos, claro.

—Reconozco que la mayoría del tiempo soy un imbécil, pero ahora mismo quiero hacer algo bien y actuar como el hermano mayor que nunca fui con vos—resopló antes de continuar—Es mi turno de hablar firme así que me vas a escuchar. Felix está muy mal y se nota, te extraña, le haces falta al punto que ni siquiera se ve animado en las actividades del club. A pesar de las diferencias que han tenido, se puede ver que no le gusta que estén así y estoy seguro que tampoco quieres seguir tomando esta posición—pausó un momento antes de seguir—Ha sido suficiente del enfado. ¿No? Me parece absurdo que destruyan la amistad tan firme que tienen por una cuestión que se puede solucionar hablando como dos jóvenes maduros y si esto tiene que ver conmigo, menos por mi Seungmin. Piénsalo.

—No creo que quiera mi consuelo, de seguro solo busca el tuyo.

Chan acarició el puente de su nariz. Hastiado por las respuestas cortas y groseras de su hermano cuando él estaba allí tan transparente como nunca lo fue.

—Estás equivocado—afirmó—porque quiere a su mejor amigo y ese no soy yo. Así que hazme el favor de poner los huevos sobre la mesa y salir de esa cueva porque el puesto de emo en la familia es mío—sentenció—No voy a permitir que me saques el lugar.

Añadió las últimas palabras y resopló antes de incorporarse con la esperanza de al menos, haber hecho una buena obra en el día.

Esperando que, al menos Seungmin tuviera la voluntad de tener una conversación tranquila con Felix y el panorama en el club se dejara de sentir tan denso.

Se encontró tan perdido en la idea de quizás dejarle a Príncipe un mensaje de buenas noches y corroborar si estaba mejor que cuando sintió la puerta del cuarto de su hermano abrirse, se giró con marcada sorpresa.

—Nunca te sacaría el puesto de emo en la familia, es muy difícil alcanzarte—Con el rostro escondido entre sus castaños cabellos, Seungmin se asomó en la puerta—¿Por qué lo has hecho? Después de lo que hice, no merezco que me perdones.

Colisión escénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora