Capítulo 60

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Tras la culminación de la obra, el instituto decidió hacer una reducida celebración para el club de teatro en un recinto cerca de la instalación estudiantil entre miembros del mismo y por supuesto, otros invitados cercanos a los jóvenes.

Y el ambiente allí se sentía sereno.

Entre risas, vagas interpretaciones, anécdotas y emocionales discursos por la culminación del peculiar año que los hizo rememorar todo lo sucedido.

Los grandes cambios que sucedieron en esos largos meses, trayendo con ellos un sinfín de enseñanzas.

—Jisung, deja tu cursi discurso para la graduación—Harto del palabrerío y llanto del joven de abultados cachetes, Minho espetó—Eres un fastidio.

—¿Tu crees que se va a graduar?

Changbin murmuró con cierta incredulidad en su mirada y su pareja esbozó una convincente sonrisa.

—Dejémosle el beneficio de la duda.

Chan y Felix se veían risueños por el ameno entorno rodeado de calidez.

Sin embargo, sus ojos se buscaban a cada segundo y en el fondo, ambos sabían que era ese momento.

Dolía, pero debían hacerlo.

Por el bien de ambos.

Fue así que, sin intercambiar palabras, avanzaron hacia el exterior. 
Siendo abrazados por la agradable brisa fresca de la noche.

En absoluto silencio, caminaron por la entrada del recinto con sus manos entrelazadas y aunque la acción se dio de forma inconsciente, no les molestó en lo absoluto.

—Aún me cuesta creer que terminamos la obra—Chan fue el primero en romper el silencio, mostrando una nostálgica sonrisa—¿Lo hicimos?

—Lo hicimos y todo salió increíble—Felix respondió, esbozando una suave mueca—Lo que hiciste con la escenografía fue increíble. Es decir, fui parte del desarrollo, pero presenciar el resultado al final me dejó asombrado. ¿Eres consciente que naciste para plasmar y expresar a través de dibujos?

—No me dejes todo el crédito—riendo nervioso, Chan agregó y a continuación acarició el lóbulo de sus orejas. El pecoso carcajeó al notar el marcado hábito que el mayor solía hacer cuando sentía vergüenza—Podría observarte por el resto de mi vida bailando—confesó—Cada movimiento y danza que creas son dignas de admirar. Me siento muy afortunado por poder presenciar la magia en tus pasos.

—Chan...—el pecoso susurró y el nombrado volvió a sujetar una de sus manos—Me gustó crear el baile de Elián. El proceso de creación me hizo atravesar tantas emociones y me confirmó que amo esto. Amo bailar y estar sobre un escenario.

—Y para mí, interpretar a Yunuen ha sido un reto tan sorpresivo—respondió, alzando levemente la comisura de sus labios—Siento que crecí junto a él.

—También crecí con Elián, aprendí mucho de él.

—Estás en este mundo para brillar sobre el escenario, Felix—el mayor intervino, dedicando una firme, pero cálida mirada al pecoso—Grabatelo en la mente. ¿Sí?

—Seguiré persiguiendo este nuevo sueño, lo prometo—aseguró sin titubear—¿Ya tienes pensado qué harás después de graduarte?

—Quiero entrar a una escuela de arte y perfeccionar mi dibujo—con seguridad y orgullo, expresó—Deseo seguir creciendo y descubriendo este mundo. En específico la pintura. Creo que encontré una nueva pasión y ello es plasmar en lienzos mis creaciones.

—Serás un gran artista Christopher.

—Ahora solo quiero sumergirme y aprender más—Chan encogió los hombros—por mientras, lo que me depare el viaje lo esperaré paciente. ¿Vos? ¿Seguirás en teatro?

Colisión escénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora