Colisión escénica

Capítulo 19

Por supuesto que Chan se alarmó tras lo acontecido en teatro y fue en búsqueda de Felix quién, al parecer, se había desaparecido por completo.

Habló con el grupo más cercano de amigos del menor, pero no recibió respuestas y para su mala suerte, recibió una contestación muy innecesaria por parte de su hermano que decidió ignorar.

"Lo único que haces es incomodarlo. Déjalo en paz".

No quería discutir. Sólo encontrar a Felix y entender qué había sucedido.

Aunque era absurdo buscarle una explicación.

En el fondo lo sabía muy bien, pero no quería verlo.

Fueron unos minutos más tarde donde luego de tanta insistencia por mensajes de texto y llamadas, Felix contestó.
No obstante, su respuesta fue tan áspera que Christopher sintió una molesta presión en el pecho.

"Estoy bien. Sólo me bajó la presión, pero no te preocupes. No es grave".

"¿Y tan tranquilo lo dices? ¿Seguro estás bien Felix?.."

"Estoy acostumbrado, no hay por qué alarmarse.."

"¿No quieres que te lleve una botella de agua? ¿Algún dulce?"

"No, no quiero verte. Es decir, quiero estar sólo. Me fui a caminar y no creo que entre a las siguientes clases.."

"Siento que hice algo que te incomodó.."

"No Christopher, no es tu culpa. Solo ignora lo que sucedió en teatro. Hablamos luego".

La llamada se cortó y el mayor quedó con un mal sabor en la boca por la distante conversación.

                                ...🎭...

Y aunque Chan intentó distraerse, su mente lo mantuvo muy absorto en sus pensamientos hasta pasada la tarde donde ya frustrado, decidió irse al patio de su casa para respirar aire fresco.

Buscando una respuesta para dejar de darle vueltas a lo que sea que le pasaba con ese rubio ególatra.

Las acciones en el club, las palabras que salieron de sus labios, la reacción de Felix, su ausencia y el "no quiero verte" que no lo dejaba concentrarse en la hoja de papel sobre la mesa.

—¿Por qué dije eso?

Chan formuló la pregunta al aire.

Aunque su mirada se detuvo en la planta con flores violetas que en los últimos meses, se había convertido en su fiel amiga.

Los pétalos de la sencilla flor se movieron a causa de la brisa de la tarde y Chan suspiró.

Como si aquella acción fuera una respuesta a su absurda pregunta.

Sí, absurda.

Él sabía muy bien por qué lo había dicho.

—¿Me gusta?—inquirió en un tono muy bajo—pero Helena los chicos no me atrae-

Se detuvo abruptamente.

No tenía pretextos para seguir repitiendo las mismas blasfemias.

Volvió a suspirar y se concentró en mirar los detalles de la planta frente a sus ojos.

Recordando el momento donde Felix se la obsequió con una amenaza de por medio y los incontables episodios que acontecieron después de ello.

Y sonrió. En el fondo sabía que Felix le hacía bien.

Nuevamente, como si fuera una señal a ese caos en su interior, la brisa de la tarde sopló con más fuerza.
Desordenando su cuaderno de dibujos y haciéndole ver que tenía la respuesta justo ahí: