Capítulo 15

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Chan siguió pensando en la pregunta formulada por Felix.

Teniendo problemas para concentrarse en el trabajo al día siguiente donde le llamaron la atención en repetidas veces.

Una actitud que no era muy frecuente en el de cabellos oscuros, más en horas laborales.

...

En cuanto llegó el descanso, Christopher volvió a disculparse con su jefe por estar tan distraído, prometiendo que no volvería a pasar.
El mayor solo le dió una pequeño sermón. Indicando que si necesitaba tiempo para los estudios podía dárselos sin problema. Lo que por supuesto Chan negó de inmediato y tomando su cuaderno de dibujos, salió del mecánico en búsqueda de cigarros.

Le dió una primera calada y se sentó en el muro de la calle de enfrente al mecánico donde se dispuso a relajarse. Disfrutando de la agradable brisa de la mañana.
Su mente seguía dispersa y eso le tenía en cierta forma confundido, irritado...

no sabía cómo describirlo.

Las palabras del rubio volvieron a presentarse, junto con el recuerdo del día anterior donde experimentó una sensación fresca en su compañía.
Debía admitir que fue gratificante revelar su pasión con el dibujo, más de lo que esperó.

Le agradó notar la emoción y comodidad que Felix le brindó.
Siendo arrullado con esas palabras que siempre fueron lejanas para él, sintiendo extrañeza por estar recibiendo cumplidos y más importante;

Porque por primera vez, alguien creía en él.

Y esa maraña de emociones, pensamientos le confundía en demasía.
Más al no entender si le gustaba o le aterraba lo que Felix comenzaba a causar en su ser.
Sintiendo miedo por lo que, quizás, se estaría por avecinar.

—Sí, creo que me siento feliz.

Murmuró las palabras al viento, respondiendo finalmente a la pregunta del menor y se sintió aliviado por soltarlo.

No obstante, la necesidad de plasmar en la hoja de papel esa ajena sensación lo invadió, así que apagando la colilla del cigarro sobre el muro agarró su libreta de dibujos y se dejó llevar.

                               ...🎭...

Por supuesto que Felix también se mostró muy disperso en sus actividades curriculares a causa de lo sucedido.

Aunque mejor dicho, en lo que le sucedía con Chan.

Con intención de despejar la mente, se dirigió al invernadero en busca de tranquilidad y respuestas a esa confusión aflorando en su interior hace semanas.

Sí, la naturaleza siempre le daba la respuesta.

Incluso más que las personas, así que no dudó en que podría encontrar una conclusión a su incomodidad.

Caminó por el laberinto de vegetación tranquilo, sintiendo esa vibra entrar por sus poros y llenarlo de armonía.
Sin embargo, las memorias del día anterior se presentaron y aunque lo mantuvieron sumergido en su mente por largos segundos, no buscó dejarlas en un rincón.

Una de las cosas que caracterizaba a Lee Felix era su determinación y como tal, no pensaba huir de ese desorden en sus pensamientos.

Recordó los dibujos, la expectación, los nervios de Christopher por revelar dicha actividad y esbozó sus comisuras en una pequeña sonrisa mientras se perdía en los detalles de los exuberantes claveles rojos frente a sus ojos que de inmediato le recordaron a ese particular señorito cliché;

una flor vistosa, prepotente y de marcado orgullo.

Así es Chan: un presuntuoso clavel que esconde maravillas más allá de lo que quiere aparentar.

Colisión escénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora