16.-Marek: Una noche única

147 12 43
                                    



Recibo el mensaje al mismo tiempo que Jakub, Daan y Eymen. A todos nos vibra el teléfono varias veces, con la notificación de Calia de que esta noche habrá una fiesta en la azotea.

—¿Tú sabías lo de la fiesta?—Pregunta en alto Jakub y yo niego con la cabeza.

—Primera noticia.—Concuerdo con Jakub y abro a Calia por privado para preguntarle de qué va esto porque hasta donde yo se, le gusta planear las cosas con tiempo y esto así de espontáneo no parece cosa suya. No me contesta por lo que tiro el móvil a un lado y simplemente empiezo a cambiarme de camiseta por una más cómoda. —No sé si voy a ir.—Le digo a Jakub y él se gira sobre sus pies con el desodorante en la mano.

—¿Como que no? Pero si es la fiesta de tu novia.

—Precisamente.—Contesto haciendo reír a Eymen.

—Calia me pide que vaya antes con un par de brujos para lanzar un hechizo de privacidad en la azotea. Si me meto en un lío pienso decir que me obligó.—Se defiende Daan mientras se empieza a atar el pelo en un moño alto. Obviamente, incluso siendo un plan apresurado, Calia mantiene todo en control. Suspiro y pienso en que hacer. Si no voy se enfadará pero lo último que me apetece realmente es juntarme con mucha gente y tener que ser sociable. La pantalla de mi móvil se ilumina llamando mi atención por lo que lo cojo y me sorprendo al ver un mensaje de Hera. Lo abro con ciertas reservas porque realmente no entiendo que puede querer de mi. Me envía un sticker de un gato sacándome el dedo corazón, claramente mandándome a la mierda. ¿Qué significa? Le mando símbolos de interrogación y finalmente empieza a escribir. Apenas tarda pero se me hace eterno. Literalmente escribe "controla a tu novia, quiere maquillarme y vestirme para esta noche."

¿Así que Hera va a la fiesta?

—¿Vas a ir?—Le pregunto a Jakub viendo que se está poniendo una camisa. —¿Y con camisa?

—Claro que sí. Nunca se sabe. Siempre hay que ir guapo.—Pongo los ojos en blanco al momento por la cantidad de testosterona que irradia Jakub, poniéndose perfume y su mejor camisa.—Tú también deberías venir. ¿Recuerdas lo que hemos hablado? Deja el automático. Diviértete.

Claro, es fácil decirlo para él. Él no va a tener que aguantar sermones de Calia sobre la marihuana y sobre como es algo que me degrada y convierte en un criminal. Todo por un simple porro. Cierro los ojos y me dejo guiar por mi instinto. Realmente si quiero ir, aunque no estoy listo para compartir el porqué.


No sé cómo Calia lo hace, siempre logra dar el cien por cien de una manera colosal. La azotea parece otra, totalmente cambiada. Ya no es oscura ni llena de moho, más bien todo lo contrario. Está iluminada con velas flotantes, rodeada por una burbuja preciosa que deja ver el cielo con estrellas pero a la vez le otorga un reflejo liliáceo al espacio. Una mesa con todo tipo de alcohol y muchos vasos de plástico negros. Un altavoz rosa que llena el aire de música y mucho confeti tirado por el suelo. ¿Cómo ha logrado hacer esto en cuestión de horas? Incluso hay una barra de comida. Sin duda los brujos han trabajado como burros para esto. Casi toda nuestra clase está ya aquí, poniéndose alcohol en vasos, bailando o simplemente comiendo. Calia me saluda con la cabeza con una clara mirada de que me acerque en la cara por lo que abandono a Jakub y me acerco esquivando a gente. La música está lo suficiente alta como para que el suelo vibre un poco lo cual me da la sensación que nos delatará. Calia lleva el pelo suelto con ondas y un conjunto rosa claro ceñido al cuerpo. Está preciosa, desde luego, como siempre. Calia siempre está perfecta, da igual la ocasión.  

—Hola guapo.—Me saluda con una gran sonrisa y cuando voy a besarle los labios se aparta.—Llevo gloss.—Me dice señalándose la boca. Ah, ya, se me había olvidado. No puedo besarla cuando va maquillada. —Que bien que has venido.

PROYECTO Y-13 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora