24.-Marek: Pareja de dioses

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Va a ser un fin de semana raro, por no decir el más raro. Me cepillo los dientes mientras Jakub habla sobre los planes de hoy en la ciudad. Ni siquiera me acordaba de que hoy tocaba ir al pueblo en el bus y la verdad es que se me ocurren mejores planes, como por ejemplo quedarme con Hera y pasar el día en el bosque con ella, conociéndola. Tenemos mucho de lo que hablar y sobre todo, mucho que vivir.

—Creo que no hay ninguna película nueva.—Dice Jakub cuando salgo del baño. Me encojo de hombros y Eymen me guiña el ojo.

—Que.—Digo sin más, sin tono de pregunta, más bien como una acusación. No es que Eymen me caiga mal, pero tampoco somos buenos amigos.

—¿Cuándo ibas a compartir la info?

—¿Qué info?—Repito sus exactas palabras y él sonríe más ancho.—Ya sabéis que Calia y yo hemos roto.—Sé que lo sabe porque me lo dijo anoche Calia por teléfono, por lo tanto, Daan también está al tanto. Jakub fue el primero en enterarse después de Calia y Hera, claro. He intentado hacer las cosas lo mejor posible, intentando no herir demasiado a los demás, aunque es complicado en situaciones como estas. Siempre hay alguien que sale herido aunque no lo quieras. Daan está preparando algo metiéndolo dentro de una caja, parecen hierbas y piedras, por lo que imagino que está conjurando algo, aunque no sé el que.

—Eso ya lo sabíamos, es noticia vieja.

—Joder, pues rompimos literalmente ayer.

—El salseo vuela, Marek.—Se ríe Jakub poniéndose una gorra de color verde oscuro. Eymen se levanta de la butaca y camina con las manos en la espalda, haciéndole parecer lo viejo que es. Me observa con cuidado, como si no quisiera que la diversión acabara demasiado pronto.

—¿Estáis juntos tú y Hera ya?—Dice alertando a Daan que deja de hacer su conjuro y nos mira sentado en su cama, totalmente vestido pero sin los zapatos puestos.

—¿¡Estáis saliendo ya?!—Chilla Jakub girándose para acribillarme con su mirada. Niego y luego ladeo la cabeza, intentando pensar que decir.

—La verdad es que no lo tengo claro, creo que no. Tenemos que hablarlo, todo es muy confuso y reciente.—Explico acercándome a mi propio escritorio para coger mi mochila. Dentro tengo algo para Hera y cosas necesarias como desodorante, el cargador del móvil, auriculares y una libreta con un bolígrafo.—Agradecería si esto pudiera quedar entre nosotros porque aunque Calia se lo ha tomado muy bien, no está lista para que se extienda el rumor.

—¿Cómo está ella?—Pregunta Jakub.

—Pues no sé. He intentado no hacerle daño siéndole sincero y ella también lo ha sido conmigo. Seguimos siendo amigos.

—Calia merece más.—Espeta Eymen clavándome esos ojos castaños tan oscuros que parecen negros.—Aunque no era eso de lo que hablaba...—Sonríe y se encamina hacia la puerta. Tengo que decirle a Jakub que hoy me gustaría quedarme y no ir con él al pueblo, lo cual le sentará mal segura. Suspiro e ignoro a Eymen mientras me pongo algo de perfume en el cuello.—¿Cuándo ibas a decirnos que Hera es una semidiosa?—Suelta la bomba haciendo que tanto Jakub como Daan me miren sorprendidos. Genial, el secreto de Hera ahora es de conocimiento público... me pellizco el puente de la nariz e inhalo aire profundamente. No quería esto para ella porque aunque yo esté acostumbrado... Es su primera vez en la academia, donde la van a mirar por el simple hecho de ser una semidiosa.

—Chicos... —Empiezo a decir.—No era algo que me correspondiera a mi desvelar, ni a Calia.—Puntualizo porque tengo claro que ha sido ella. Pienso hablarlo y plantarle cara porque ha sido un detalle muy feo.—Hera es hija de un dios y ya sabéis que eso conlleva mucha responsabilidad en nuestro mundo. Ella no sabe eso, ella es ajena a esto y desvelar quien es lo único que le traerá será problemas.

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