18.-Calia: ¿Por qué me siento así?

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Tengo a Léa y a Hera a mi lado mientras Jakub, Daan, Eymen y Marek se sientan en frente, mirando sus platos como si llevaran sin comer cinco años cada uno. Remuevo mi ensalada con el tenedor y la conversación no tarda en formarse. Léa habla sobre el baile de otoño y sobre como podríamos decorar la sala de actos para que quede tan bonita como el año pasado o mejor. La verdad es que el anterior baile estuvo bien, sobre todo porque me pasé casi todo el tiempo haciéndolo con Marek en el baño. Mi mirada se desliza hacia él, que abre su botella de agua y bebe varios tragos. No creo que Marek se dé cuenta de lo guapo que es, o del increíble atractivo que desprende haciendo cosas. Se ve lo suficiente rudo como para ser sexy pero lo suficiente delicado como para resultar adorable y tierno. Como tranquilamente, al igual que las demás chicas que apenas hablan salvo Léa. Miro de pasada a Eymen que mantiene la mirada fija sobre Hera, lo cual me hace mirarla a ella. Es evidente que es bonita, pero más allá de eso, Hera parece torturada por la vida, de una manera que le otorga una belleza más fuerte que cualquier atributo físico. Yo también lo he visto, claro que si, yo también pienso que ella es increíble y muy misteriosa. Me fijo como se lleva una patata frita a la boca y frunce los labios al masticarla, apretándolos juntos con restos aun de mi gloss. No debería sentirme intimidada por ella porque realmente no hay nada amenazador en Hera. No parece intentar llamar la atención ni tener un interés especial en Marek, sin embargo, una parte de mi está celosa porque ella es la novedad y aunque no lo quiera, el centro de atención.

—¿Iremos al baile este año?—Pregunta Léa y yo tardo demasiado en reaccionar. —¿Calia?

—Eh, si, claro, si queréis...—Tenía pensado ir al baile, claro, pero a la vez este año se siente diferente.

—¿Quieres ir conmigo al baile, Hera?—Pregunta Eymen al segundo. Lo miro un poco sorprendida pero intentando disimular mientras como mi ensalada. A mi nunca me ha pedido ir al baile y si, ya sé que estoy con Marek pero no tiene nada de malo querer sentirse deseada y aviciada, ¿no? Deslizo la mirada hacia Hera, que tiene la boca abierta y una patata en la mano.

—¿Cómo?

—Al baile se suele ir en pareja. Así queda todo cubierto. Jakub va con Léa, Marek y Calia, obviamente, y finalmente tú y yo.—Sonríe con todo planeado.

—¿Qué hay de Daan?—Responde ella en pregunta. Cierto, todo el mundo se olvida de Daan siempre cuando es realmente guapo e interesante.

—Le buscaremos una chica.

—Eh...—Lo duda y finalmente se mete la patata en la boca.

—¿Me estás rechazando?

—Ni siquiera sabia que existía este baile hasta hace un rato yo ni siquiera sé si voy a ir.

—¿Por qué no?—Ahora es Marek quien come un trozo de pan mientras le pregunta.  ¿Qué más le da a él?

—Nunca he ido a un baile y menos en un sitio así. No soy muy fan de bailar porque implica bueno, ya lo sabéis y tampoco sabría que ponerme y es mucho trabajo para quedarme sentada mirando a la gente bailar. —Parece que está buscando todas las excusas posibles para no tener que ir, llenándome de pena. Y aquí estoy yo, sintiéndome celosa cuando Hera ni siquiera se plantea poder bailar con alguien sin matarlo.

—Pues yo bailaré contigo y de ese modo no te tienes que preocupar.—Digo de la nada. Me mira con la típica mirada de amiga suplicante pero yo le sonrío el doble. No pienso dejar que se pierda una oportunidad así, no cuando está en mi mano dirigir las cosas a buen puerto. ¿Qué pasaría si realmente Marek si tuviera sentimientos por ella y no los explorara solo por mi? Pues que estaría conmigo por pena u obligación y eso con los años... Se enquista, se pudre y huele mal.

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