Solo llevamos una semana de clases y se siente como si fuera un mes. Marek y yo nos vemos cada noche, pero evita venir a mi habitación, lo cual me extraña. Me siento en el suelo, delante de mi espejo y me miro las cejas para ver si puedo cambiarlas de forma o mejorarlas. De fondo veo a Hera, sentada también en el suelo, rodeada de cosas nuevas. Tiene varios cristales colocados en diferentes puntos de su espacio, una alfombra y sábanas nuevas, al igual que pequeñas luces. Sin duda su rincón es el más colorido, pero a la vez el más sobrio. Cada noche se sienta con los ojos cerrados, sujetando sus cristales mientras los acaricia. Personalmente, no creo en esa clase de cosas, pero tampoco en dios así que... ¿Quién soy para juzgar después de todo?—¿Por qué no luces más tu pelo?—Pregunta Léa y al momento sé que le habla a Hera. Ella se gira y la mira sin más, sin decir nada. Se encoge de hombros y sonríe. —Tienes un pelo bonito. ¿Es rizado de manera natural?—Asiente y Léa se acerca a su espacio.—Adoro la alfombra que has puesto. —Gracias. Si quieres te puedo pasar el enlace.—Me río un poco haciendo que me miren ambas porque de verdad que se le da mal el entablar una relación humana. Hera es, tímida y antisocial, de una manera muy adorable. Lo cual despierta mucha más curiosidad en mi si cabe. ¿Qué puñetas es Hera?—Deberíamos tener una noche de chicas.—Sugiero en alto.—Si nos honras con tu presencia... Últimamente, no paras de salir con Marek, parecéis conejos.—Hera agacha la cabeza, incómoda, mientras Léa se ríe y se cruza de brazos. Es un poco cierto pero es que Marek besa tan bien y ha sido un verano tan largo...—¡Podríamos hacer cambios radicales! A mi me vendría bien un corte de pelo y quizás depilarme las cejas. —Muevo mi melena delante del espejo y Léa asiente.—Yo quiero encontrar un nuevo maquillaje porque el que me hago cada día no funciona. Ya no. Siento que me hace los ojos más pequeños en lugar de agrandarlos. ¿Qué creéis?—Dice ella, sin embargo, la única que no dice nada es Hera, para variar. Tanto Léa como yo nos miramos, curiosas, esperando que entre en la conversación, pero, no lo hace.—Yo preparo las palomitas, vosotras empezar a sacar todo para hacer un buen spa.—Dice Léa mirándome con los ojos muy abiertos, para que use mis encantos en Hera y la haga más sociable. La sigo con la mirada mientras se pone una bata con un diseño chino en la espalda y sale de la habitación recogiéndose el pelo. Esto va a ser difícil...
—Esto, Hera, ¿quieres que te pintemos las uñas?—Le pregunto y ella se levanta del suelo.
—No hace falta. No molestaré vuestra sesión.—Sonríe de manera débil y empieza a recoger los cristales que tiene en el suelo. Sus piernas son largas y delgadas. Quizás debería comer más...
—Hera, queremos ser tus amigas. —La miro fijamente y me levanto, acercándome a ella. Se queda de pie, pasmada, observándome como si no entendiera lo que quiero decir, pero me mira de arriba abajo, como si tuviera miedo de la cercanía física, tanto como de la emocional. No puedo evitar mirar sus increíbles ojos, enmarcados en unas espesas pestañas negras, al igual que las cejas. Es naturalmente bonita y estoy segura de que nunca se ha depilado las cejas o de que no lleva rimmel.
—No tienes porque.
—Pero quiero. Eres interesante.
—¿Es alguna clase de broma?—Me pregunta retrocediendo hasta sentarse en su cama mientras deja los cristales en la misma.
—No, claro que no. No te pareces a nadie que haya por aquí, eso es bueno. Eres un soplo de aire fresco.—No sé si se lo cree, pero es la realidad. Todo el mundo habla de ella, de lo misteriosa que es y de como su pelo brilla con un negro muy profundo. Jakub por algún motivo la mira como si fuera una deidad pisando la tierra, absolutamente cegado y aunque entiendo que es bonita, tampoco la conoce. Nadie lo hace. Hasta ahora. Pienso cambiar eso. Le sonrío y me acerco un par de pasos más. —Me gustaría ser tu amiga. ¿Me dejas?—Le pregunto y ella aparta la mirada, como si fuera algo que tuviera que pensarse.
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PROYECTO Y-13 ✔️
RomanceProyecto Y-13 es una academia fundada por la señora Alicja Broz para dar acogida a todos los hijos de los villanos para darles formación, ayudarles a crecer, entrenar y formar alianzas que duren toda su diabólica carrera. Cada uno con un poder, luc...