La tensión se podía cortar con un cuchillo para mantequilla. Varios se preguntaban si fue buena idea estar ahí.
— Entonces... ¿Como se reencontraron? — A pesar de todo, Mangel hacia un pequeño, pequeño, esfuerzo. Podía imaginar que Rubén solo fue un alma bondadosa que decidió perdonar, hasta cierto punto lo entendía.
Pero cuando escucho la historia, simplemente dejó de entender.
¿Por qué su Rubiuh accedió a pasar día tras día cerca de Samuel? Después de todo lo que pasó, no puede comprenderlo, y no quiere. No lo hará.
— Que.. interesante forma de verse de nuevo. Fueron con todo. — Trataría de no hacer escándalo.
Trataría.
A su lado, Lolito, al que presentó como su pareja, se encontraba notablemente nervioso. No se supone que las cosas resultarán así. De Luque no estaba contemplado en las posibilidades.
Él, como buena pareja y lazo fiel de confianza, sabía cosas. Entre ellas, el rechazo de su niña hacia el azabache. Nunca supo exactamente por qué, solo sabe que Rubén tuvo problemas por su culpa.
Pero no pudo ser tan grave... ¿Verdad?
— Bueno, supongo que están bien, viviendo juntos...
— Por supuesto Mangel. — Doblas ya no quería que ese hilo de la conversación siguiera su curso. Se sentía estúpido, segado por la idea de ver de nuevo a su mejor amigo. Olvidando por completo la razón por la que no lo acompañó cuando él decidió irse. — Una regla importante de la convivencia es llevarnos bien.
Guillermo quería que se lo tragara la tierra, suponía que su novio estaba peor y no se equivocaba. Samuel podía estar muerto, está seguro, la mirada del chico de lentes lo dice todo.
Por último, Alejandro, suspiraba y miraba piadoso a todos menos a Mangel. Ninguno tenía por qué estar soportando la tensión.
— Entonces están bien.
— Lo estamos.
Cualquiera que les mirara quedaría estupefacto. No había rastro de el par de amigos felices de reencontrarse. Ahora se notaban molestos el uno con el otro.
— Eso es curioso. — Mangel bajo la mirada y observo desinteresadamente la taza de café que llevaba por la mitad. — Realmente creí que no volverías a verlo. Pero esta bien. Te hizo mierda hace, cuanto.. ¿Cuatro años? ¿Menos, más? Y aquí está. Todos felices, todos contentos.
— Mangel, basta. — Alex comenzaba a molestarse. Nieves se encogió, ansiosa, en su lugar.
— ¿Te enojaste Alejandro? Qué mal, pero en nada haces borrón y cuenta nueva. Así como lo hace Rubén. — Su tono cambio abrupto y su mirada destello con fiereza. — Porque es muy fácil olvidar lo que pasó cuando mi Rubiuh intentó sui-
— ¡YA BASTA! — Doblas llegó a su límite. Eso era suficiente. Si hubiera sabido que las cosas resultarían así le habría evitado las molestias a Samuel y a Guillermo. — ¿Tú con que derecho traes ese tema a la mesa? En esta situación ¡Después de años! ¡Creí que lo habías superado!
— ¿Superar? ¡Eso no se supera, Rubius! ¡Trataste de-
— ¡No! ¡Cállate, para con eso! — Se cansó, se aburrió. Entendió que, con o sin la presencia de su ex, las cosas habrían tenido el mismo resultado estando el chico de lentes tan obsesionado con el pasado.
Y aunque quiso, Mangel no pudo seguir hablando, porque toda la conversación fue interrumpida. De Luque se puso de pie con la mirada perdida en la nada y con una suave disculpa se retiró.
No era bienvenido ahí, no lo sería nunca.
— ¡Sam! — Guillermo lo siguió preocupado, retirándose él sin despedirse.
Por último, Rubén miro a Miguel lleno de furia y decepción. — Que tonto fui al creer que me entenderías y que habías cambiado. No lo has hecho y, eso, no nos ayuda en nada. — Tomo a su hermanita en brazos, disculpándose con ella por la escena que presenció y salió. No sin despedirse silencioso de Alex y Lolito.
Mucho drama para un capítulo?
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Malas ideas /ruwigetta
Fanfiction- Es una mala idea. - Alegó Alex, cuando Rubén le contó que se mudaría con un par de universitarios que no conoce de nada. - Demasiado mala, incluso para ti. - Exageras. - Respondió. - ¿Qué tan mal podría salir? Bueno, es que igual y si los conoce d...