↺ 26 - Si yo los quisiera. ↺

798 112 24
                                    

Enero termino en un soplido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Enero termino en un soplido. Febrero giro en torno a una paz tan dulce como la miel; pasaron el 14 dejando que Nieves se quedará con la sobrina de Alex, encerrándose a ver películas y comer palomitas, fingiendo que era solo otro día más.

Y luego, marzo.

Nieves comenzó a ir a la escuela, ellos retomaron la universidad. Las vacaciones acabaron dejando una estela de felicidad que persistió a pesar de las complicaciones de retomar la rutina teniendo que cuidar a la niña.

La señora del departamento del lado fue quien, amablemente, accedió a ayudarles jugando el papel de niñera con la menor. Una mujer en sus cuarenta que tenía a su hijo, un tal Raúl, haciendo la práctica fuera del país.

— Joder qué día más basura. — Rubén quería morirse de lo cansado que estaba. Recién llegaba del trabajo con Guillermo.

— Quiero dormir un mes. — El albino lloriqueaba.

— Tienen cara de que el gerente les ha fastidiado más que de costumbre. — Ambos vieron a Samuel aparecer por el pasillo, venía quitándose unos lentes que usaba de vez en cuando cuando debía estudiar.

Nieves asomó la cabeza por detrás, sus ojitos brillaron. — ¡Hermanito!

Rubén saco fuerzas de donde no cabía para sostener a la niña en sus brazos. — Princesa, pero qué bella estás ¿Cómo te has portado con la señora Álvarez?

— ¡Muy bien!

Sonrió antes de dejarla de pie en el suelo, acarició su preciosa melena y la dejo ir de vuelta con el azabache. De Luque la entretuvo mientras los otros dos se daban una ducha.

Al final acabaron los cuatro en el sofá, viendo Tierra de osos.

— ¿Me vas a hacer galletas? — La nena miraba con ilusión a Samuel, el le sonrió contento con su ternura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Me vas a hacer galletas? — La nena miraba con ilusión a Samuel, el le sonrió contento con su ternura.

— Claro que si, ve a buscar a Guillermo y las hacemos los tres juntos. — Y así hizo Nieves.

Fue cosa de hacerle ojitos al albino para sacarlo de los libros, el inmediatamente la siguió a la cocina.

Asi los tres hicieron galletas, jugando y cantando canciones infantiles. Se sentaron a comer luego de dejarlas enfriar, con chocolate caliente.

— Gracias. — Murmuró la más pequeña. Con los cachetes llenos de dulce.

Díaz le sonrió. — No agradezcas, me encantan las galletas.

Cosas así pasaban de vez en cuando. Cuando Rubén tenía que salir y se quedaban con ella. La mimaban y trataban como si fuera su hermana también. Y eso, ella lo sentía. Por eso negó despacio para especificar. — Mi hermano. Ustedes lo quieren, gracias.

Samuel se ahogó por la sorpresa, así que le quedó a su novio responder. — Claro que lo queremos, es nuestro amigo. Vivimos todos juntos aquí, normal querernos.

La Infante volvió a negar, con más ímpetu. — No no. Ustedes lo quieren, como mi hermana quiere a Luzu. — Ella no es ciega, ella todo lo ve con sus ojitos y todo lo relaciona. Porque quizá no entienda si la personas se pueden querer de a tres, pero si sabe que solo es cosa de hacerlo. Que el amor se practica, se da y se recibe; se crea y se destruye; se rompe y se vuelve a armar. No es correcto o incorrecto, es y ya. Nieves de lo único que quiere asegurarse, es de que su hermanito va a ser feliz. — No lo van a dejar solo, ¿Verdad?

A esas alturas, el susto subió por ambos jóvenes. Se miraron pensando en una respuesta, pronto comprendieron que no había vueltas que dar.

Guillermo suspiró. — Eres una niña inteligente. — Se apoyó en la mesa, observando con cuidado a su pareja. — Yo lo quiero como quiero a Samuel.

El aludido soltó una risita. — Y yo lo quiero como quiero a Guillermo. — Completó, haciendo juego a la frase. — No lo vamos a dejar solo, Nieves. Aunque claro... Si el nos quisiera también sería mucho mejor, ¿O no?

— Pues si.

La pequeña soltó una sonrisa brillante, y exclamó. — Mi hermanito, mi hermanito también los quiere, el va a estar muy feliz ¿A qué si?

Antes de que pudieran explicarle que no tenían como saber la respuesta a ello, una voz conocida se hizo presente, dejándolos congelados en el lugar.

— Seguro, porque si yo los quisiera también entonces todos estaríamos felices.

— ¡Hermanito!

Como están?Seguimos con los trámites de la uni jdjdjd

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como están?
Seguimos con los trámites de la uni jdjdjd

Espero que les gustará el cap, les doy a conocer que ya se está planeando el final de la historia. Asi que, disfruten, que ya vamos llegando :'D

Tomen awa, hace bien

Byesssss

Malas ideas /ruwigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora