ᏟᎪᏢᏆ́ᎢᏌᏞᏫ 8

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Cuando llegué al muelle oeste pude ver a Xiao dejando con cuidado a Lumine en el suelo, ambos estaban acompañados por Ningguang, Keqing y algunos de los adeptus. Suspiré aliviada al ver que todos se encontraban bien, rápidamente fui hacia ellos.

- ¡_________! ¿Todo bien? ¿Te encuentras bien?- Dijo Lumine preocuopada acercándose a mí, dándome un abrazo, algo ciertamente reconfortante después de los recientes acontecimientos.

- Sí, sí, todo bien ¿y tú? ¿Qué ha pasado con ese dios?

- Hemos acabado con él gracias a la ayuda de la Cámara de Jade y el poder de los Adeptus junto con el de las Siete Estrellas.- Eso me sacó una leve risa de agotamiento, viendo que por fin habían accedido a colaborar juntos por el futuro de su nación.

- Él no se equivocaba, realmente lo hicieron sin su ayuda, que idiota...- Dije en un susurro para mí misma, casi imperceptible, pero Xiao notó mi comentario, lo cual le dejo extrañado, pero no dijo nada al respecto.

- Supongo que es momento de que nos vayamos.- Dijo Preservadora de Nubes. Comenzando a batir sus alas para alzar el vuelo, cuando pasó por mi lado sentí una sensación extrañamente familiar, pero traté de deshechar ese sentimiento extraño, casi como un pequeño click en mi pecho.

- Vayamos al Banco del Reino del Norte, el idiota de Childe probablemente esté ahí...- Antes de que pudiera decir nada más pensé en que debía explicarle lo que había pasado minutos antes.

- Espera Lumine, tengo...tengo algo que deberías saber.- Le dije, para después explicarle lo que había pasado con todo lujo de detalles.

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- ¡¿Me tomas el pelo ________?! ¿Zhongli? ¿Rex Lapis? Aunque ahora que lo pienso eso explica muchas cosas, como por qué sabe tanto acerca de la historia y las costumbres de Liyue que ni si quiera han sido registradas en los libros.

- Y no solo eso, el trato que hizo con los fatuis... fue a cambio de su Gnosis Lumine.

- ¿Por qué demonios la Tsaritsa necesita de las Gnosis de otros arcontes?

- Para nada bueno... eso seguro.- Le dije con expresión seria, después dirigirnos hacia el banco propiedad de los Fatui.

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Entramos, encontrándonos con los dos fatuis y Zhongli. Aparentemente el pelirrojo discutía con la alta mujer mientras que el castaño solo miraba la escena desde una posición algo incómoda. Cuando nos oyeron entrar todos miraron hacia nuestra dirección.

- Signora.- Dijo Lumine, podía notar el rencor en su voz, algo bastante extraño para el tono de voz y personalidad habitual de la de cabello.

- Cielo~ Veo que sigues pensando en mí.~- Dijo, haciendo que la rubia se le quisiera lanzar encima, lo cual impedí, tomándola del brazo.

- Signora cierra la boca si no quieres que yo misma te la cosa.- Le dije, ganándome una mala mirada de su parte.

- Oh, querida, no te conozco y ya me agotas. En fin, Tartaglia, nos vemos, no quiero volver en el mismo barco que tu a Snezhnaya.- Diciendo esto se fue, ganándose una mala mirada de todos los presentes, aunque Childe la disimulaba un poco más.

- ¿¡Vamos a dejar que se vaya así como si nada!?- Dijo la joven a mi lado.

- Ey, cálmate, tiempo al tiempo, acabaremos con ellos como es debido.- Le contesté. Obteniendo una mirada fija de los dos hombres en la sala, que hasta ahora habían decidido permanecer en silencio.

- Yo...¡Me voy a ir también damas y caballero! Lumine, hay algo de lo que debemos hablar tu y yo antes de que me vaya ¿vienes?

- ¡ME INTENTASTE MATAR!- Dijo.

- Ah~ Venga no seas dramática, vamos.~- Dijo el joven de ojos azules, tomando a la rubia del antebrazo y sacándola a regañadientes de la sala, ambos seguidos por Paimon, que probablemente fuera a asegurarse de que no la intente matar otra vez.

- Adios.- Dije, para después mirar al hombre frente a mí y pasar por su lado en dirección a la puerta.

Pero ahí estaba otra vez esa sensación, me giré para mirarlo extrañada, él solo se quedó mirándome con un aire de melancolía en su mirada.

- ¿Por qué te pareces tanto a ella?- Dijo él, a lo que yo no supe que responder, ni si quiera sabía de quien me estaba hablando.

- ¿A quién?- Le pregunté.

- A... una querida amiga mía.

Si bien sus palabras me desconcertaban simplemente decidí no decir nada, no le tenía miedo, no me había dado motivos para eso; pero tener a un dios que ha vivido miles de años frente a tus ojos resulta... abrumador.

- Oye... Yo... Perdona por mi reacción de antes, era un momento de tensión y no supe como reaccionar.

- ¿Me temes?- Dijo acercándose a mí peligrosamente, a lo que yo me quedé mirándole, sin retroceder ni un solo centímetro, como respuesta, el solo colocó una sonrisa ladina.

- Ya te lo he dicho, no me dais miedo los dioses.

- ¿Y si hago...- No terminó la frase, en su lugar un pequeño destello de energía Geo apareció en su mirada y después de eso el suelo bajo mis pies se levantó, dejándome a su altura.- ...eso? Sigues estándo tranquila al parecer.- No, ¡evidentemente no estoy tranquila! Estoy callada porque no se como expresar lo que pienso sin parecer una acosadora.- O no tan tranquila... te sonrojas facil mortal.- Dijo con burla cruzando los brazos.

- Ugh déjalo ya.- Dije, dejando de mirarle a los ojos y bajando del pequeño escalón que había creado.

- ¿Te iras de Liyue?- Dijo, con algo de lo que pude percibir como decepción en su voz.

- ¿Es que a caso no me estabas escuchando ayer cuando te dije que no iba a dejar Liyue?- Le dije, haciendo aparecer una mueca de sorpresa en su rostro.

- Ya veo... será interesante tenerte por aquí. Me alegra que mi nación te guste.

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Holɑ ɑ todxs!! Espero que les guste este cɑpítulo, lɑ verdɑd es que ɑ mi me pɑrece que quedó bɑstɑnte decente, espero que ustedes tɑmbién lo piensen <3 Estɑré ɑctuɑlizɑndo tɑmbién FLAME por si quieren dɑrle un vistɑzo tɑmbién ;) Sin nɑdɑ mɑ́s que decirles espero que tengɑn un buen díɑ/tɑrde/noche y que se cuiden mucho <333

ƐL ARƬƐ ƊƐ ƝO QUƐƁRARSƐ - ƵнσηgƖι x RєαɗєяDonde viven las historias. Descúbrelo ahora